Para la Fortaleza de la Juventud
Una victoria del día de reposo
Febrero de 2024


“Una victoria del día de reposo”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2024.

Una victoria del día de reposo

Parker J., de Oregón, EE. UU., no se sentía cerca de Dios, pero su decisión de santificar el día de reposo lo ayudó a reconectarse.

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joven levantando pesas

Fotografía por Christina Smith

Cuando Parker J. tenía diecisiete años, se preparaba para un campeonato de lucha de alto nivel y se entrenaba para cualquier maniobra que pudieran lanzarle sus adversarios. Sin embargo, aunque lleva años fortaleciéndose con la lucha, el fútbol americano, el lanzamiento de peso e incluso el acordeón, la preparación más importante de Parker no tuvo nada que ver con la musculatura física. Hizo falta fuerza espiritual para que ese torneo fuera una victoria a los ojos de Dios.

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jóvenes luchando

Luchar con una decisión

“Sentir el amor de Dios siempre me impulsó”, comentó Parker. Pero, por alguna razón, no se sentía muy cerca de Dios en las semanas previas al torneo. Él agregó: “[en el pasado] la gratitud hacia Dios realmente me ayudó a fortalecer mi testimonio, así que no sabía si era yo el que no estaba tan agradecido o si Dios en realidad estaba retirando un poco Su mano”.

El plan para la semana del torneo era sencillo: el jueves el equipo de Parker se iría en autobús para competir en el torneo el viernes y el sábado. Por desgracia, una fuerte tormenta de nieve complicó las cosas. El torneo se retrasó un día, lo que significaba que los luchadores que ganaran sus encuentros del sábado tendrían que competir el domingo. La habilidad y la fuerza de Parker significaban que tenía muchas posibilidades de llegar hasta esa instancia.

Sentado en el autobús con sus compañeros de equipo, Parker sabía que tenía que tomar una decisión: luchar en la final del domingo o guardar el día de reposo. Y como se graduaría después de ese año, esa era su última oportunidad de luchar con su equipo.

“Fue un momento muy difícil para mí tomar esa decisión. No había sentido la mano de Dios durante aquellas semanas antes del torneo”, indicó.

No obstante, recordar experiencias pasadas con Dios le dio a Parker la fortaleza que necesitaba para decidir. “Aunque no había sentido Su mano recientemente, sabía que la había sentido antes. Cada semana, cuando participo de la Santa Cena, prometo recordarle siempre, no solo cuando tenga ganas. Así que decidí no luchar el domingo”.

El verdadero triunfo

Parker se presentó el sábado por la mañana sabiendo que no lucharía en la final del domingo, aunque ganara todos los encuentros del sábado. Pero, de manera sorprendente, ya no se sentía decepcionado. “Estaba en paz con mi decisión”, afirmó. “Fue interesante, porque durante toda la temporada había sentido mucha presión por ganar, pero en esa competencia, me sentí feliz de estar allí con las personas por las que siento aprecio. Solo quería hacer lo mejor posible”.

Y lo hizo. Las prácticas de Parker dieron sus frutos y él ganó todos los encuentros de ese sábado. No obstante, al perder el encuentro del domingo, Parker sintió que había ganado algo mucho más valioso. “Esa medalla de primer puesto se hubiera llenado de polvo en mi librero”, comentó. “Pero la claridad y la paz que obtuve al elegir a Dios y poder reconocer Su mano valieron la pena”.

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galardones de lucha

La verdadera victoria de Parker no implicaba ninguna medalla ni ningún trofeo. Consistió en escoger a Dios y en poder reconocer Su mano.

Parker afirmó: “Esa experiencia me hizo darme cuenta de lo que era capaz. Muchos jóvenes no creen en su capacidad para tomar decisiones difíciles. Ya he pasado por eso. Sin embargo, siempre tienes la opción de hacer lo correcto, incluso si has cometido algún error en el pasado. Dios te conoce y cree en ti. Sabe que tienes la capacidad de hacerlo”.

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joven y hombre abrazándose

Las bendiciones del sacrificio

Poco después de la victoria espiritual de Parker, él recibió su llamamiento misional para servir en Rumania. Sabe que elegir guardar los mandamientos de Dios tendrá una influencia positiva en su misión y en el resto de su vida. Él dice: “Ahora sé que apartar un día de la semana para Dios te bendice tres y cuatro veces más. No fue solo decir, ‘Bueno, perdí este último torneo, así que iré al cielo’. Es que mi capacidad para servir, sacrificarme y estar más cerca de Dios ha aumentado”.

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hombre joven

Parker está entusiasmado por servir al Señor como misionero de tiempo completo en Rumania.

La próxima vez que Parker tenga que luchar con una decisión importante, estará más preparado que nunca. “No muchas personas tendrán la oportunidad de perder el partido final de un campeonato estatal de lucha”, admitió Parker. “La parte relevante es la del sacrificio. Ser capaz de dejar algo por Dios y dedicárselo a Él me dio una sensación de poder que nunca había tenido. Dios te conoce mejor de lo que tú te conoces a ti mismo”. Él declaró: “Dios te permitirá experimentar situaciones difíciles, pero nunca imposibles de superar con Su ayuda”.