2021
Sobresalir en Irlanda
Octubre de 2021


“Sobresalir en Irlanda”, Para la Fortaleza de la Juventud, octubre de 2021.

Sobresalir en Irlanda

Evan es el único joven de su escuela en Irlanda que es miembro de la Iglesia, pero nunca está solo.

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hombre joven en bicicleta

Fotografías por Ashley-Ann K

¿Has escuchado alguna vez el dicho “el césped siempre es más verde al otro lado de la valla”? Es probable que Evan K., un joven irlandés de quince años, no diga eso en un futuro cercano. “¡El césped que tenemos es muy verde!”, dice.

Hay una buena razón por la que a Irlanda se la conoce como “La isla Esmeralda”.

“Este lugar es muy hermoso”, dice Evan. También disfruta de esa belleza al máximo, muchas veces cuando va en bicicleta. “Me encanta ir de paseo en bicicleta por algunos de los muchos caminos tranquilos que nos rodean”.

El césped de color verde esmeralda y otras bellezas naturales abundan por doquier. Lo que escasea, sin embargo, son otros miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de su edad. Evan y sus hermanas menores son los únicos miembros de la Iglesia en su escuela.

El que sale sobrando

En Irlanda, muchas de las escuelas son religiosas. Evan y sus hermanas asisten a una escuela local católica junto con los otros jóvenes que viven en esa parte de Irlanda.

Cuando se trata de decisiones sobre el estilo de vida, hay aspectos definitivos en los que Evan sobresale. “A veces es difícil, ya que todos dicen malas palabras”, dice. El hacerlo es algo común aquí, explica Evan. Sin embargo, existe una parte de la cultura irlandesa que Evan dice que puede ser un desafío aún más grande.

“A los jóvenes les gusta juntarse para ir a beber”, explica. “Yo siempre soy el que sale sobrando”.

Se refiere a los amigos de la escuela de su edad. Beber alcohol a edad temprana es común donde vive Evan. Esos encuentros sociales suceden con tanta frecuencia que Evan dice que algunas veces piensa en seguir la corriente para no sentirse excluido siempre, pero se queda en cada ocasión.

“Pienso: ‘¿Qué va a pasar si voy con ellos?’”, dice. “Sé que, si decido no ir, seré bendecido por ello. Las bendiciones de guardar los mandamientos son más grandes que el dolor de ser la persona que sale sobrando”.

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un joven

Evan confía en el Espíritu Santo para que lo ayude en sus decisiones diarias. Además, también tiene otras fuentes de fortaleza a las cuales recurrir.

Sus amigos irlandeses de la Iglesia están tan solo a un texto de distancia.

Amigos en línea y fortaleza diaria

Debido a que los jóvenes de la Iglesia están dispersos por todas partes donde vive Evan, llevan a cabo muchas reuniones virtuales. Por un lado, se reúnen para Seminario en línea.

“Seminario durante la semana es tan bueno”, dice Evan. “No solo aprendemos sobre Cristo y el Evangelio al estar en Seminario, sino que después el maestro deja la llamada de Zoom abierta para nosotros”.

Durante esa llamada abierta, pasan tiempo juntos, hacen bromas, realizan juegos y simplemente son amigos de otros jóvenes que comparten sus mismos valores. Para Evan, algunas de sus amistades más cercanas se han formado por medio de esos contactos de la Iglesia.

Una de esas conexiones es su buen amigo Rob. “Encontramos un montón de cosas graciosas que tenemos en común”, dice Evan. “Rob encuentra algo gracioso en las redes sociales que él sabe que me va a gustar y me lo envía. Luego intercambiamos mensajes de texto por un momento. Después de algunas horas, yo encuentro algo gracioso y se lo envío”.

Algo muy normal, ¿verdad? Pero esas pequeñas interacciones son una gran ayuda a lo largo de la semana. “Es bueno porque podemos reír juntos y no hay necesidad de que haya malas palabras ni nada por el estilo”. También pueden intercambiar mensajes de texto en cualquier momento que necesiten un poco más de fortaleza adicional en el Evangelio.

Una reunión irlandesa

Aun cuando los jóvenes Santos de los Últimos Días en Irlanda están un tanto dispersos, todavía intentan reunirse de forma física a lo largo del año, algunas veces incluyendo a jóvenes de todo el país.

Estas actividades han incluido de todo, desde proyectos de servicio hasta el alquiler de trajes inflables de luchadores de sumo. “¡Son muy divertidos!”, dice Evan.

De vez en cuando, al finalizar las actividades, hay un baile. Estos son muy diferentes de los bailes de la escuela o de la comunidad que se llevan a cabo cerca de allí. Por ejemplo, en un baile de la comunidad, si un joven le pide a una joven que baile con él, es casi como pedirle salir en una cita, o incluso que sea su novia. Repito, es solo parte de la cultura de ese lugar.

Sin embargo, las cosas son diferentes en los bailes de la Iglesia. Allí, dice Evan, “podemos pedirle a alguien que baile con nosotros y no pensarían que les estamos pidiendo entablar una relación seria con nosotros. Es mucho mejor”.

Estas reuniones con otros jóvenes de la Iglesia en Irlanda tienen un efecto duradero en el transcurso del año. Para continuar su amistad, juegan juegos en línea, se envían mensajes de texto o se hablan por teléfono, y se apoyan el uno al otro hasta que puedan reunirse otra vez en persona.

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hermano y hermana en bicicleta
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familia cantando
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familia

A Evan le encanta pasar tiempo con su familia, incluso ir juntos en bicicleta y cantar himnos en casa.

El crecimiento y la luz del Evangelio

Evan tiene algunos consejos para otros jóvenes que están en una situación similar a la de él. “Si sienten que son los únicos jóvenes de la Iglesia en su escuela, no cambien sus normas para tratar de encajar. Si dicen malas palabras, beben o fuman para encajar, se pierden de mucho. ¡Las bendiciones son mucho mejores que la satisfacción de intentar encajar!”.

Y en caso de que les preocupe que Evan se sienta solo en la escuela porque ha escogido vivir de forma diferente, no es así. Él dice que las personas están al tanto de sus creencias y lo respetan aun cuando él es de una religión distinta. “Yo acepto las creencias de ellos y ellos aceptan las mías”, explica. “Soy muy buen amigo de todos en mi escuela”.

Al final, es posible que Evan no esté rodeado de jóvenes de la Iglesia día tras día, sin embargo, permite que su luz del Evangelio brille de todos modos. Además, ¿quién sabe cuántas semillas del Evangelio está plantando simplemente por ser un buen ejemplo? Después de todo, ¡las cosas tienden a crecer bien en Irlanda!