2021
Un potente cambio en el corazón
Febrero de 2021


“Un potente cambio en el corazón”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2021, págs. 12–13.

Lección práctica para la noche de hogar

Un potente cambio en el corazón

¿Cómo puede un huevo enseñarnos en cuanto a la importancia de tener un potente cambio en el corazón?

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Un potente cambio en el corazón

Hay muchas cosas a nuestro alrededor que cambian; el invierno da paso a la primavera; las mañanas soleadas cambian y sobrevienen las tardes lluviosas. ¡La harina, la levadura y el agua pueden cambiar para convertirse en pan casero! Las Escrituras hablan acerca de la necesidad de que se efectúe “un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones” (Mosíah 5:2), pero ¿qué significa eso en realidad?

Mediante esta lección práctica para la noche de hogar, podrás enseñar a tu familia por qué quiere el Padre Celestial que nuestro corazón cambie; a fin de enseñar tal principio, disolverás una cáscara de huevo en vinagre.

Qué hacer

  1. Los cambios pueden ocurrir de modo muy rápido, como, por ejemplo, los cambios repentinos del clima o la transformación de ciertos ingredientes en comida. Es bueno recordar que tal vez nuestro corazón necesite algo más de tiempo para cambiar, o quizás toda una vida. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha enseñado que dicho cambio sucede “de forma gradual y casi imperceptiblemente […]. Esa fase del proceso de transformación requiere tiempo, perseverancia y paciencia”1.

    El huevo, tal como nuestro corazón, necesitará tiempo para cambiar. Podrías preguntar a tu familia qué cambios piensan que ocurrirán al dejar el huevo en el vinagre. Coloca el huevo en el frasco. Vierte suficiente vinagre como para cubrirlo, coloca la tapa del frasco de manera holgada y déjalo reposar al menos 24 horas. Aunque el huevo debe estar sumergido durante un buen tiempo, puedes verlo de cuando en cuando y observar cómo va desapareciendo la cáscara.

  2. Tras aguardar 24 horas, reúne a la familia de nuevo para ver los cambios que se han producido en el huevo. Retira la tapa y vacía el vinagre lentamente, procurando que el huevo no se caiga. Deja el frasco y lean Mosíah 5:1–2 todos juntos.

    Al igual que el pueblo del rey Benjamín, nosotros también podemos experimentar un cambio en el corazón conforme aprendemos a escuchar al Padre Celestial y a guardar Sus mandamientos. ¿Ha habido alguna ocasión en sus vidas en que hayan sentido que ya “no ten[ían] más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente” (véase Mosíah 5:2)?

  3. Ahora enjuaga el huevo con agua y retira todo lo que quede de la cáscara. Observa lo suave y blando que ha quedado el huevo. Pásalo a los demás y permite que cada uno de los miembros de la familia perciba el cambio. Así como el vinagre cambia el huevo, el Señor puede cambiarnos el corazón. A medida que escuchemos y sigamos las impresiones del Espíritu Santo, nuestro corazón se ablandará. Si escogemos no escuchar al Padre Celestial y nos apartamos de Él, nuestro corazón puede llegar a endurecerse como una cáscara e impedir que sintamos el Espíritu Santo.

  4. Pide a tu familia que apunten en una hoja de papel algo en lo que puedan mejorar para tener un corazón blando. ¿Pueden dedicar más tiempo a las Escrituras o a repasar la conferencia general? ¿Acaso se sienten inspirados a escuchar con más atención durante sus oraciones? Dediquen tiempo a pensar detenidamente cómo pueden ablandar su corazón.

¿Quieres probar otro experimento? Coloca otro huevo en diferentes líquidos para ver si logras los mismos resultados. ¿Qué sucede si lo dejas en jugo de limón, en refresco gasificado, en agua, en leche o en jugo de manzana?