“El asombroso papá de Magnolia”, El Amigo, julio de 2023, págs. 40–41.
El asombroso papá de Magnolia
“Algunos niños dijeron que no somos una buena familia porque papá no es miembro de nuestra Iglesia”
Esta historia ocurrió en EE. UU.
“¡Magnolia! ¡Lily!”, las llamó su papá, “¡es hora de las Escrituras y la oración!”.
Magnolia estaba sentada en el piso junto a su perro, Raindrop. Lily estaba acurrucada en su manta favorita.
La hora de las Escrituras en familia era divertida. A veces hacían juntos representaciones de los relatos de las Escrituras. Eso ayudaba a Magnolia a imaginar las historias. Además, ¡Raindrop siempre ayudaba cuando había animales en las historias!
El papá abrió las Escrituras y leyó un versículo. Luego pasó la Biblia grande y pesada a Magnolia. Se turnaban para leer.
“Sed benignos los unos con los otros”, leyó Magnolia.*
Ella frunció el ceño. La gente no siempre era amable con ella en la capilla.
“Mamá, papá, ¿puedo contarles algo?”, preguntó ella.
“Por supuesto”, dijo su mamá, “¿qué pasa?”.
“Ayer, en la Primaria, algunos niños me dijeron que no somos una buena familia porque papá no es miembro de nuestra Iglesia”.
El papá de Magnolia pertenecía a otra iglesia. Él iba a la reunión sacramental con su familia los domingos y había discursado sobre el Espíritu Santo en los bautismos de Lily y de Magnolia. Todos dijeron que él lo había hecho muy bien. Él era un padre asombroso.
“Lo que ellos dijeron me hizo querer llorar”, dijo Magnolia resoplando, “¿por qué las personas tienen que ser tan malas?”.
La mamá y el papá se miraron el uno al otro.
“Me alegro de que nos hayas dicho lo que sucedió”, dijo el papá. “Tu mamá y yo nos amamos mucho, y nuestra familia es muy importante para nosotros”.
La mamá asintió. “También nuestra familia es importante para el Padre Celestial. Él ama a todos Sus hijos”.
Raindrop se acurrucó con Magnolia. Ella le rascó las orejas.
“El Padre Celestial nos conoce y sabe que nos amamos unos a otros”, dijo el papá. “Ninguna familia es perfecta, pero podemos seguir esforzándonos al máximo”.
“Pero todavía duele cuando las personas dicen cosas malas acerca de nuestra familia”, dijo Magnolia. “Jesucristo nos enseñó a ser bondadosos con los demás. Decir cosas malas no es seguir a Jesús”.
“Tienes razón”, dijo la mamá. “Tal vez cuando sientas el deseo de decir algo malo, puedes recordar cómo te sentiste cuando otras personas fueron poco amables contigo. Entonces puedes decir algo amable en su lugar”.
Magnolia respiró hondo. “Está bien”. Estaba contenta de poder hablar con su mamá y su papá.
“¡Hora de un sándwich familiar!”. El papá abrazó a Lily y a Magnolia y las apretó fuertemente. La mamá envolvió sus brazos alrededor de los tres. Raindrop corría en círculos alrededor de todos.
“¡No puedo respirar!”, bromeaba Lily y Magnolia se reía.
“Ahora recuérdenme, ¿de quién es el turno para leer?”, preguntó el papá. Soltó a las niñas y recogió sus Escrituras.
“¡Mi turno!”, dijo Lily, “y es el turno de papá para orar”.
Cuando terminaron de leer, todos se arrodillaron para orar. Magnolia se sintió tranquila mientras escuchaba a su papá hacer la oración. Sabía que el Padre Celestial amaba a su familia.
Ilustraciones por Constanza Basaluzzo