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Mundo de los espíritus


“Mundo de los espíritus”, Temas y preguntas, 2023

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rayos de luz atravesando las nubes

Guía para el estudio del Evangelio

Mundo de los espíritus

Donde moran los espíritus entre nuestra muerte y resurrección

¿Se ha preguntado alguna vez qué sucede después de que morimos? El Evangelio de Jesucristo enseña claramente que la vida en la tierra no es todo lo que hay. Nuestros cuerpos espirituales existían antes de nacer y seguirán viviendo después de morir. Después de la muerte, vamos al mundo de los espíritus a esperar nuestra resurrección. El Evangelio de Jesucristo también se enseña en el mundo de los espíritus. Debido a que cada alma es valiosa para Dios, Jesucristo proporcionó un camino de salvación para aquellos que murieron sin la oportunidad de recibir el Evangelio.

¿Qué es el mundo de los espíritus?

El mundo de los espíritus es donde los espíritus de los muertos viven temporalmente mientras esperan la resurrección. El mundo de los espíritus se compone del paraíso y de la prisión espiritual. El Evangelio de Jesucristo se predica a las personas que no tuvieron la oportunidad en la vida terrenal de aceptar el Evangelio y recibir las ordenanzas de salvación y exaltación.

Reseña del tema: Mundo de los espíritus

Guías para el estudio del Evangelio relacionadas: Plan de Salvación, Resurrección, Ordenanzas vicarias a favor de los muertos, Participación en la obra del templo y de historia familiar

Sección 1

Hay vida después de la muerte

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Jovencita colocando flores en una tumba

La muerte de un amigo o un ser querido conlleva dolor y tristeza. Si bien el duelo por la pérdida de otros es parte de nuestra experiencia terrenal, las Escrituras anuncian que Jesucristo quitó “el aguijón de la muerte” por medio de Su Resurrección de entre los muertos (Mosíah 16:8; Alma 22:14; Mormón 7:5). Gracias a que Jesucristo rompió las ligaduras de la muerte, todos volveremos a vivir (véase Alma 11:42–43). Cuando morimos, nuestro cuerpo físico y nuestro cuerpo espiritual se separan. A nuestro cuerpo espiritual luego “se le asigna un lugar, según [nuestras] obras, con los justos o con los injustos, para allí esperar la resurrección”1. (Véase Alma 40:11–13).

Algo en qué pensar

  • El élder Weatherford T. Clayton señaló: “El mundo considera el nacimiento y la muerte como el principio y el fin. Sin embargo, nosotros sabemos, gracias al santo plan de Dios, que el nacimiento y la muerte realmente constituyen momentos significativos en nuestro viaje hacia la vida eterna con nuestro Padre Celestial”2. ¿Cómo puede esa perspectiva prepararlo para el momento en que muera un ser querido?

  • Lea 1 Corintios 15:51–55, 57. Piense en un momento en el que murió un ser querido. ¿Cómo el conocimiento de que Jesucristo venció la muerte lo ayudó a usted? ¿Cómo podría usar ese conocimiento para fortalecer a otras personas que tengan preguntas sobre la pérdida y la muerte?

Actividad para aprender con otras personas

  • Para ayudar a aquellos que no estén familiarizados con el concepto de cuerpo espiritual, podría usar un guante para representar el cuerpo físico y la mano para representar el espíritu. Coloque la mano en el guante y señale que el guante solo está “vivo” cuando la mano está dentro. Luego, saque la mano y explique que la mano sigue viva independientemente de lo que le suceda al guante. A continuación, podría volver a ponerse el guante y explicar que, después de resucitar, nuestro espíritu y nuestro cuerpo nunca más se separarán. (Véase Alma 11:45).

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Sección 2

¿Qué sabemos acerca del mundo de los espíritus?

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Sepulcro vacío

Después de la muerte, nuestro cuerpo espiritual va al mundo de los espíritus. Allí, los espíritus de los justos “serán recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena” (Alma 40:12). “Los que […] muer[en] en sus pecados, sin el conocimiento de la verdad, o en transgresión por haber rechazado a los profetas” son espíritus encarcelados (Doctrina y Convenios 138:32; véase también 1 Pedro 3:18–20).

Algo en qué pensar

  • Los espíritus encarcelados pueden recibir las enseñanzas del Evangelio de Jesucristo. Sin embargo, en las Escrituras se hace referencia a la condición de algunos espíritus encarcelados como “infierno”, o el lugar temporal donde los infieles y los que no recibirán el Evangelio sufren hasta su resurrección (véase Doctrina y Convenios 76:81–85). Las personas que decidan no arrepentirse de sus pecados ni aceptar el Evangelio de Jesucristo sufrirán por sus propios pecados antes de ser salvos en un reino de gloria en la eternidad (véase Doctrina y Convenios 19:16–18). ¿Cómo puede este pasaje ayudarlo a comprender mejor la experiencia de los que están en la prisión espiritual?

  • Los espíritus que están en el paraíso son los espíritus de los justos que “serán recibidos en un estado de felicidad […]: un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena” (Alma 40:12). ¿Cómo aumenta esa verdad su deseo de guardar los mandamientos de Dios y vivir en rectitud?

Actividad para aprender con otras personas

  • Para aprender lo que las Escrituras enseñan acerca del mundo de los espíritus, creen dos columnas en un papel y, en un lado, escriban “Justos” y, en el otro, “Inicuos”. Luego, estudien Alma 40:6–14 y Doctrina y Convenios 138:12–14, 20–22. Analicen lo que descubrieron en esos pasajes de las Escrituras.

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Sección 3

Se predica el Evangelio en el mundo de los espíritus

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mujer joven

¿Ha considerado lo que les sucede a las personas que mueren sin escuchar el Evangelio de Jesucristo o sin tener la oportunidad de recibir las ordenanzas de salvación y exaltación? Un Padre Celestial sabio y amoroso ha preparado un camino para que todos Sus hijos regresen y vivan con Él si así lo desean. El profeta José Smith declaró a los miembros de la Iglesia: “¡Alcen los muertos himnos de alabanza eterna al Rey Emanuel que, antes de existir el mundo, decretó lo que nos habilitaría para redimirlos de su prisión; porque los presos quedarán libres!” (Doctrina y Convenios 128:22).

En 1918, el presidente Joseph F. Smith tuvo una visión celestial del mundo de los espíritus. Los detalles de esa visión, que se encuentran en Doctrina y Convenios 138, aclaran nuestra comprensión de cómo Jesucristo hizo posible que quienes se hallan en la esclavitud de la prisión espiritual aprendan el Evangelio, se arrepientan y reciban las ordenanzas esenciales del sacerdocio.

Algo en qué pensar

  • Lea Doctrina y Convenios 138:16–19, 50–52. Según estos versículos, ¿en qué sentido todo el mundo de los espíritus es como una prisión, incluso para los espíritus justos? (véase también 1 Pedro 3:18–20; 4:6). ¿Qué sintieron esas personas en el paraíso ante la muerte de Jesucristo y Su aparición en el mundo de los espíritus?

  • Lea Doctrina y Convenios 138:29–37, 57–59 y busque cómo las bendiciones del Evangelio se ponen a disposición de las personas que murieron sin recibir el Evangelio en esta vida. ¿Qué significa para usted que sus antepasados puedan ser salvos gracias a lo que hizo Jesucristo?

Actividad para aprender con otras personas

  • El presidente Russell M. Nelson declaró: “Cada vez que hacen algo que ayuda a cualquiera, a ambos lados del velo, a dar un paso hacia hacer convenios con Dios y recibir sus ordenanzas esenciales del bautismo y del templo, están ayudando a recoger a Israel”3. Analicen maneras en que pueden ayudar a quienes han muerto a ser redimidos y recibir las ordenanzas esenciales. Invite a los miembros del grupo que hayan participado en esa obra a relatar sus propias experiencias.

Más información

Notas

  1. Joseph Fielding Smith, Answers to Gospel Questions, 1958, tomo II, pág. 85.

  2. Weatherford T. Clayton, “El glorioso plan de nuestro Padre”, Liahona, mayo de 2017, págs. 26–27.

  3. Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, Biblioteca del Evangelio.