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José Smith


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José Smith reunido con algunas personas

Estudio doctrinal

José Smith

Reseña

En 1820, siendo un jovencito, José Smith tenía el deseo de saber qué iglesia era la verdadera. Mientras buscaba ayuda en la Biblia, leyó que debía preguntar a Dios. Siguiendo ese consejo, José se dirigió a una arboleda cercana a su casa y oró. De pronto, una luz comenzó a brillar encima de su cabeza y se le aparecieron el Padre Celestial y Jesucristo. Al preguntar José a qué iglesia debía unirse, el Salvador le dijo que no se uniera a ninguna de las iglesias existentes en aquel entonces porque la doctrina que enseñaban era incorrecta. Mediante esa experiencia, y muchas otras posteriores, el Señor escogió a José para que fuera Su profeta y para que restaurara el evangelio de Jesucristo y Su Iglesia en la tierra.

Cuando José Smith demostró que era digno, se le encomendó una misión divina como profeta de Dios. Por conducto de él, el Señor llevó a cabo una obra grande y maravillosa que incluyó la salida a la luz del Libro de Mormón, la restauración del sacerdocio, la revelación de preciosas verdades del Evangelio, la organización de la verdadera Iglesia de Jesucristo y el establecimiento de la obra del templo. El 27 de junio de 1844, José y su hermano Hyrum fueron asesinados en un ataque de una chusma armada. Sellaron así sus testimonios con su sangre.

Para que el testimonio del Evangelio restaurado sea completo, debe incluir el testimonio de la misión divina de José Smith. La veracidad de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se basa en la veracidad de la Primera Visión y de las demás revelaciones que el Señor dio al profeta José. En Doctrina y Convenios se nos dice que José Smith, el Profeta y Vidente del Señor, ha hecho más por la salvación del hombre en este mundo, que cualquier otro que haya vivido en él, exceptuando solo a Jesús (Doctrina y Convenios 135:3).

Para conocer la veracidad del testimonio de José Smith se requiere que cada persona que busca sinceramente la verdad estudie el registro y luego ejerza suficiente fe en Jesucristo para preguntar a Dios en oración sincera y humilde si el registro es verdadero. Si la persona que busca pide con la verdadera intención de actuar de acuerdo con la respuesta revelada por el Espíritu Santo, se le manifestará la veracidad de la visión de José Smith. De esa manera, todas las personas pueden saber que José Smith fue sincero al afirmar: “… había visto una visión; yo lo sabía, y sabía que Dios lo sabía; y no podía negarlo” (José Smith—Historia 1:25).

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“José Smith entre los profetas”, Liahona, junio de 1994

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“José Smith”, Sala de prensa

“José Smith y la Restauración”, Sala de prensa

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