15 Salmos para alegrarse

Por David Dickson

Revistas de la Iglesia

Aquí tienes algunos salmos para tener a mano cuando la vida se ponga difícil.

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15 ilustraciones que representan 15 salmos

Ilustraciones por Mitch Miller.

Las Escrituras están llenas de consuelo y evidencias del amor de Dios. Hay tantos pasajes edificantes de los cuales escoger, incluso solo del libro de Salmos (que puedes estudiar este mes como parte de Ven, sígueme), aquí tienes unos pocos en los que podrás apoyarte cuando necesites motivación.

Energizante de las Escrituras

¿Estás pasando por un período de tristeza o aflicción?
“Por la noche durará el llanto, y a la mañana vendrá la alegría” (Salmo 30:5).
¿Da miedo el mundo a veces?
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmo 23:4).
Para aquellos días en que lleves cargas pesadas:
“Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará” (Salmo 55:22).
¿Te preocupan alguna vez las acciones de otras personas?
“Jehová está conmigo; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmo 118:6).
¿No sabes qué paso dar para avanzar en tu vida?
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino” (Salmo 119:105).
Cuando no alcanzas a cumplir tus metas:
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmo 51:10).
¿Sientes alguna vez que no tienes adónde acudir en busca de ayuda?
“Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra” (Salmo 121:2).
Cuando las tormentas de la vida te agobien:
“Diré yo de Jehová: Refugio mío y fortaleza mía; mi Dios, en quien confiaré” (Salmo 91:2).
¿Necesitas ayuda para vencer el temor?
“Busqué a Jehová, y él me respondió y me libró de todos mis temores” (Salmo 34:4).
Cuando te sientes quebrantado en cuerpo o en espíritu:
“Oh Jehová, Dios mío, a ti clamé, y me sanaste” (Salmo 30:2).
¿Sientes que se te agotan las fuerzas?
“Se deshace mi alma de pesar; susténtame según tu palabra” (Salmo 119:28).
¿Se burlan otras personas de ti?
“Clamé a ti, oh Jehová; dije: Tú eres mi refugio […]; líbrame de los que me persiguen” (Salmo 142:5–6).
Cuando necesitas un recordatorio de la misericordia de Dios:
“Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia” (Salmo 103:8).
Cuando te preocupa que no seas lo suficientemente inteligente o sabio:
“El principio de la sabiduría es el temor [o reverencia] a Jehová” (Salmo 111:10).
Guía útil para saber a quiénes no pedir consejo:
“Bienaventurado el hombre que no anda en consejo de malos, ni anda en camino de pecadores, ni se sienta en silla de escarnecedores” (Salmo 1:1).

¿Cuál de estos salmos te inspira? Podrías hacer un póster o imprimirlo y colgarlo donde lo veas a menudo.