Trabajamos juntos como seguidores de Jesucristo
Adoramos juntos
En más de 30 000 congregaciones locales alrededor del mundo, las personas se conectan con otras personas de su comunidad para adorar, orar, cantar himnos y estudiar el Evangelio de Jesucristo.
Aprendemos juntos
Durante la semana, personas de todas las edades se reúnen en clases, tales como Seminario para los jóvenes o Instituto para los jóvenes adultos, para estudiar juntos las enseñanzas de Jesús.
Prestamos servicio a los demás
Los proyectos de servicio son un componente regular de la actividad de la Iglesia y una forma esencial de obedecer el mandamiento de Dios de amar a nuestro prójimo.
Fortalecemos las relaciones
Nuestras congregaciones forman parte de los vecindarios donde vivimos y trabajamos arduamente para ser buenos vecinos y amigos. Las actividades sociales son una parte divertida e importante de edificar una comunidad de la Iglesia.
Fortalecemos a las familias
Las relaciones familiares fuertes llenan la vida de alegría y nos ayudan a edificar el tipo de entorno que deseamos. Nuestra experiencia en la Iglesia y nuestros servicios apoyan las relaciones familiares más profundas y amorosas.
Nos superamos
Llegar a ser el tipo de persona que esperamos ser es una parte importante de nuestra vida en la Iglesia. Los programas de la Iglesia ayudan a las personas a aprender y progresar tanto espiritualmente como en forma práctica por medio del Evangelio de Jesucristo.