¿Qué es un templo?
Los templos son lugares santos y sagrados. Consideramos que los templos son las Casas del Señor Jesucristo. Son diferentes de los centros de reuniones locales de la Iglesia donde realizamos los servicios de adoración dominicales y otras actividades. Los templos se dedican a la obra más sagrada de Dios.
Los templos están llenos de simbolismo. Por ejemplo, quienes asisten al templo visten ropa blanca sencilla para simbolizar la pureza y la igualdad ante Dios. Los templos son refugios santos y llenos de paz donde los seguidores de Jesucristo pueden conectarse más profundamente con Él.
Lo más importante es que los templos son lugares donde podemos hacer convenios sagrados con Dios.
¿Qué es un convenio?
Podemos fortalecer nuestra relación con Dios y recibir bendiciones especiales de Él por medio de los convenios. Un convenio es una promesa sagrada entre Dios y Sus hijos. Dios establece las condiciones del convenio y luego nos da la opción de aceptarlas.
Usemos el bautismo como ejemplo.
Cuando somos bautizados, prometemos a Dios que lo serviremos, guardaremos Sus mandamientos y tomaremos sobre nosotros el nombre de Jesucristo. Si hacemos estas cosas, Dios promete perdonar nuestros pecados, bendecirnos con Su Santo Espíritu y brindarnos la vida eterna en Su presencia.
Cada domingo, en la iglesia, renovamos los convenios que hacemos al bautizarnos cuando tomamos la Santa Cena, también llamada comunión. Este sacramento sigue el modelo del sacramento de la Última Cena que Jesús presentó a Sus apóstoles antes de Su muerte.
Después del bautismo, los miembros adultos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pueden hacer convenios adicionales con Dios en el templo. Esos convenios y promesas fortalecen su relación con Él y les brindan bendiciones aún mayores.
En el templo hacemos convenios
Investidura
La palabra investidura significa “don”. En la investidura del templo, los miembros adultos de la Iglesia hacen convenios solemnes, entre los que se encuentran las promesas de obedecer los mandamientos de Dios y de dedicar su tiempo y talentos a la obra del Señor. A cambio, reciben bendiciones, tales como un mayor conocimiento del plan de Dios, más fortaleza para seguir el ejemplo de Cristo y la oportunidad de vivir para siempre con Dios.
Sellamiento
Uno de los grandes gozos del Evangelio de Jesucristo es la promesa de que los lazos familiares pueden continuar más allá de nuestra vida terrenal. En el templo, las familias se conectan o son “selladas” por la eternidad.
Durante la ceremonia de sellamiento de un matrimonio, el esposo y la esposa se arrodillan ante un altar para hacer convenios entre ellos y con Dios. Prometen honrarse y amarse completamente y se comprometen a seguir las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo. A cambio, se les promete que su matrimonio y su familia perdurarán para siempre.
La obra a favor de los antepasados fallecidos
Creemos en un Dios justo y misericordioso que no le negaría a ninguno de Sus hijos las bendiciones de la eternidad por circunstancias que no puede controlar.
En el templo efectuamos bautismos, investiduras y sellamientos a favor de antepasados que no tuvieron la oportunidad de recibir esas ordenanzas antes de morir. En esta obra, alguien que está vivo actúa como sustituto o representante a favor de alguien que ha fallecido.
Estas sagradas ceremonias se llevan a cabo únicamente en los templos. Creemos que nuestros antepasados pueden elegir aceptar o rechazar esta ofrenda hecha con amor para ellos.