2023
La obra de historia familiar: Una fuente de poder
Mayo de 2023


La obra de historia familiar: Una fuente de poder

Podemos recibir mucho poder al aprender acerca de nuestros antepasados.

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Personas de pie, alrededor de un árbol

Detalle de Turning the Hearts [Volver el corazón], por Annie Henrie Nader

Mi abuela materna vivió en la habitación de huéspedes de mi casa los últimos meses de su vida. Aún hoy, dieciocho años después de su fallecimiento, llamamos al cuarto de huéspedes “la habitación de la abuela”.

Hace más o menos un año, tuve un sueño particularmente vívido en el que pasaba por la habitación de la abuela y ella estaba allí, y salía a darme un gran abrazo y, con lágrimas en los ojos y una sonrisa en el rostro, me decía: “Gracias por amar a tus antepasados. No tengo palabras para explicarte cuánto significa eso para nosotros”.

Aquel sueño me ha cambiado para siempre.

¿Por qué debemos conocer la historia de nuestros antepasados?

En el devocional mundial del presidente Russell M. Nelson dirigido a los jóvenes adultos en mayo de 2022, él dijo:

“Cada decisión justa que tomen aquí generará enormes dividendos ahora, pero las decisiones justas de la vida terrenal reportarán unos dividendos inimaginables en la eternidad. Si eligen hacer convenios con Dios y son fieles a esos convenios, tienen la promesa de ‘gloria [aumentada] sobre su cabeza para siempre jamás’ [Abraham 3:26].

“Estas verdades deberían despertar su más fuerte sentimiento de FOMO, un acrónimo en inglés que hace referencia al miedo de perderse algo importante. Tienen el potencial de alcanzar el Reino Celestial. El FOMO más grande sería perderse el Reino Celestial, contentarse con un reino menor porque aquí, en la tierra, decidieron vivir las leyes de un reino menor”1.

Imagina lo que deben sentir tus antepasados al ser recordados en la Casa del Señor cuando los de su posteridad actúan como representantes para ofrecerles humildemente la promesa de gloria y libertad del miedo “FOMO” que describió el presidente Nelson. Al efectuar ordenanzas vicarias por nuestros antepasados fallecidos (véase Abdías 1:21; véase tambiénDoctrina y Convenios 103:9), llegamos a ser salvadores en el monte Sion.

Me gustaría señalar que, de manera diferente, nuestros antepasados ayudan a salvarnos a nosotros; ellos, junto con Dios, han ayudado a darnos la vida que vivimos hoy en día.

¿Conoces los sacrificios que hicieron tus antepasados que hayan influido en tus circunstancias actuales? ¿Has dedicado tiempo a conocer a tus antepasados? ¿Sabes qué características o experiencias tienes en común con ellos? ¿De qué modo el saber esas cosas puede bendecir tu vida?

Según mi experiencia, aprender acerca de mi tercera bisabuela, Mary Jane Cutcliff, me mostró cuánta influencia tienen los antepasados en nuestra vida. Mary Jane fue una de mis primeras antepasadas que se bautizaron en la Iglesia en 1857 en Liverpool, Inglaterra. Se unió a la Iglesia después de tener una potente experiencia espiritual. Aprender sobre su gran fe me ha inspirado a actuar con fe y a confiar en las verdades que el Espíritu me ha revelado.

Otro ejemplo de elocuentes relatos sobre los antepasados es el capitán Moroni, quien se rasgó la túnica y utilizó un pedazo de esta como el estandarte de la libertad (véase Alma 46:11–25). Aquel trozo de túnica era un símbolo de su antepasado en común, José, “cuya túnica sus hermanos hicieron pedazos” (Alma 46:23), y quien fue vendido a Egipto y superó una serie de enormes desafíos.

El capitán Moroni no solo conocía la elocuente historia de su antepasado, sino que pudo aplicarla a su vida e inspirar a otras personas a recordar la historia de José, y a tener fe y esperanza para superar sus propios desafíos. El conocer la historia de nuestros antepasados puede beneficiarnos del mismo modo.

El poder de la historia familiar

El élder Rafael E. Pino, de los Setenta, dijo recientemente que “[p]articipar frecuentemente en la obra del templo y de historia familiar […] es el medio para unir y sellar familias por la eternidad (véase Doctrina y Convenios 128:15)”2. Los antepasados pueden darnos ejemplos a seguir y aumentar nuestro deseo de estar unidos para siempre con nuestra familia.

Dije que, desde que tuve aquel sueño sobre mi abuela, he cambiado para siempre; y es cierto. Desde que me sumergí en la obra de historia familiar, se ha producido un cambio en mi mente. Me he vuelto más diligente en esforzarme por conocer a los miembros de mi familia de ambos lados del velo.

El presidente Nelson mencionó que el FOMO o miedo más grande sería el perderse el Reino Celestial. Mi amor por Dios siempre ha sido mi motivación para regresar a vivir con Él en el Reino Celestial, y al fortalecer mi amor por mis antepasados, la motivación ha aumentado. Sé que Dios ama a cada uno de Sus hijos y no quiere que ninguno de nosotros se pierda la oportunidad de tener una familia eterna, ni el gozo de la gloria celestial. Estoy agradecida por Su plan, que me permite regresar a Él y a mi familia.

En este momento, no puedo comprender todo lo que mi amor ni mi labor de historia familiar significa para mis antepasados (como mi abuela mencionó en el sueño), pero sí sé que nuestras relaciones familiares son eternas y que tenemos un amor mutuo los unos por los otros. El velo se torna cada vez más delgado y un día ya no nos separará de nuestros seres queridos. Espero con ansias volver a verlos aquel día.