1Si solo estoy en la quietud
de la oscura noche,
estrellas brillan con fulgor
y sé que solo no estoy.
Me arrodillo a orar
y la respuesta siento en mí,
lo que hace que mi corazón
se regocije ante Él.
2Si al inclinarme a orar
le pido ayuda a Él,
milagro tangible no hay
tan solo paz en mi interior.
Y cuando en fuerte tempestad
no siento yo Su brazo en mí,
mas la tormenta pasa ya
cuando yo confío en Él.
3No importa lo que pase ya,
ni si tribulación habrá,
mi fortaleza es el Señor
y mi refugio Él será.
Venid a Él sin vacilar.
Si tu alma siente gran pesar,
reposo quieres encontrar,
¡venid a Él!, ¡venid a Él!
Letra de Theodore E. Curtis
Música de Hugh W. Dougall
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