Música
El uso del himnario


El uso del himnario

Esta sección contiene información que le ayudará a valerse mejor del himnario. En ella encontrará explicaciones sobre el contenido de este libro; sugerencias para que una congregación, un coro o un grupo especial cante los himnos; y explicaciones para los directores de música, pianistas y organistas con poca experiencia.

Los componentes del himnario

Índice general

En el índice general los himnos están agrupados en diez categorías. Por lo común, los que tienen un tema similar se encuentran en la misma sección; sin embargo, el que estén clasificados de una forma u otra no debe limitar el uso que pueda dárseles. Por ejemplo, algunos de los himnos sacramentales, como “Jesús, en la corte celestial” y “Asombro me da”, pueden cantarse también en otras ocasiones. También pueden cantarse en la época de Pascua de Resurrección estrofas seleccionadas de muchos de los himnos de esta misma sección. El índice de temas, al final del himnario, es una guía para encontrar himnos de un tema en particular.

Indicaciones del movimiento

En la parte superior izquierda de todos los himnos se encuentran las indicaciones musicales, como por ejemplo: con devoción, con resolución. Estas indicaciones sugieren el sentimiento general con el que se debe cantar el himno, aunque las indicaciones de algunos himnos pueden cambiar de acuerdo con la ocasión o preferencia del lugar donde se cante. A la par de las indicaciones musicales se encuentra una nota acompañada de números, lo que indica cuántas de esas notas se deben tocar por minuto. Para saber con exactitud a qué ritmo se sugiere tocar un himno, se puede usar un instrumento especial llamado metrónomo. Estas indicaciones deben tomarse como sugerencias y no quieren decir que un himno sólo pueda interpretarse de cierta manera. La interpretación de un himno puede variar dependiendo de la ocasión, del propósito con que se cante o toque, y también de la preferencia de los miembros.

Marcas para los pianistas y organistas

Las marcas

sugieren los compases que pueden tocarse como introducción del himno. Por lo general, dicha introducción consta de dos partes, una cerca del principio del himno y otra al final. Se sugiere que se tracen las marcas con otro color para hacerlas resaltar, sobre todo si no se encuentran en el lugar usual.

Cuando la congregación no conozca un himno, en lugar de tocar la introducción sugerida, quizás sea mejor tocar todo el himno como introducción para que se vaya acostumbrando el oído. Por el contrario, si todos están muy familiarizados con un himno, puede ser suficiente tocar sólo los últimos compases o la última parte que esté marcada. Cuando la introducción sea corta, es una buena idea aminorar el ritmo en el último compás (ritardando) para hacer notar que se trata del fin de la introducción.

Referencias de las Escrituras

En los siglos pasados, la mayoría de los himnos cristianos no eran nada más que poesías basadas en pasajes de las Escrituras a las que se les puso música. La mayoría de nuestros himnos tratan un tema relacionado con muchos pasajes de las Escrituras, y al final de cada uno se dan algunas de estas referencias. En los índices de las Escrituras se pueden buscar muchos pasajes más que enriquezcan el mensaje de nuestros himnos.

Índices

Al final del himnario se encuentran tres índices, cada uno con su respectiva explicación introductoria: un índice de referencias de las Escrituras, un índice de temas y un índice de títulos y primeras frases.

Himnos para congregaciones

Canto al unísono y en armonía

Aunque los himnos pueden cantarse a varias voces (soprano o melodía, contralto, tenor y bajo), el objetivo del canto de la congregación es que todos participen, sin importar su habilidad para el canto. Por lo tanto, los himnos están escritos en tonos que permitan que casi todas las personas canten la melodía. Algunos himnos y partes de otros se han arreglado especialmente para que se canten al unísono.

La selección del himno apropiado

Los himnos que se elijan para cantar en las reuniones deben concordar con el propósito de éstas para que establezcan así el espíritu adecuado.

El primer himno o himno de apertura puede expresar loor y agradecimiento o puede ser una súplica. Por medio de este himno la congregación puede expresar gratitud por el Evangelio, agradecimiento por estar todos reunidos, entusiasmo por la obra, etc.

El himno sacramental debe tener como tema la Santa Cena o bien el sacrificio expiatorio de nuestro Salvador.

Se podría escoger asimismo un himno intermedio, el que haría participar a la congregación, y podría relacionarse con el tema de los discursos. Si se considera apropiado, la congregación podría ponerse de pie para cantarlo. El último himno o himno de clausura da la oportunidad a la congregación de responder a lo que haya transcurrido en la reunión y de expresar la espiritualidad que hayan sentido.

No todos los himnos son apropiados para cantar en cualquier reunión de la Iglesia. Por ejemplo, algunos himnos se prestan más para cantarse durante una reunión de jóvenes que durante una reunión sacramental.

La selección de determinadas estrofas

No es necesario cantar todas las estrofas de un himno a menos que el mensaje quedara incompleto si se eliminara alguna. Tampoco es recomendable cantar siempre sólo la primera estrofa o las primeras dos. Se aconseja cantar, siempre que resulte apropiado, las estrofas extras que aparecen debajo de la música.

La variación en la selección de los himnos

Además de cantar los himnos que los miembros conozcan y disfruten más, se sugiere que se familiaricen con los himnos nuevos y con los que no se canten mucho. Es conveniente que en una misma reunión haya variación en este sentido.

Los himnos para las conferencias de estaca

Para las conferencias de estaca lo mejor es escoger himnos conocidos por todos, especialmente si no se tienen himnarios disponibles para la congregación. A continuación sugerimos algunos de los más conocidos: “Bandera de Sión” (núm. 4); “Con valor marchemos” (núm. 159); “Cuando hay amor” (núm. 194); “Cuenta tus bendiciones” (núm. 157); “El Espíritu de Dios” (núm. 2); “En el pueblo de Sión” (núm. 202); “Haz tú lo justo” (núm. 154); “Jehová, sé nuestro guía” (núm. 39); “La oración del Profeta” (núm. 14); “¡Oh, está todo bien!” (núm. 17); “Para siempre Dios esté con vos” (núm. 89); “Pon tu hombro a la lid”( núm. 164); “Qué firmes cimientos” (núm. 40); “Secreta oración” (núm. 80); “Si hay gozo en tu corazón” (núm. 148); “Somos los soldados” (núm. 162); “Soy un hijo de Dios” (núm. 196); “Te damos, Señor, nuestras gracias” (núm. 10); “Trabajemos hoy en la obra” (núm. 158); “Yo sé que vive mi Señor” (núm. 73).

Se podría copiar en el programa la letra de los himnos que se vayan a cantar a menos que los derechos de autor de alguno de ellos no lo permitan.

Himnos para coros o grupos especiales

Los himnos para coros

Los coros deben basar su repertorio en el himnario y pueden usar cualquiera de los himnos. También pueden cantar otras canciones con temas religiosos que no se encuentren en el himnario y arreglos especiales de los himnos.

Algunos de los himnos se han transpuesto, o sea, se han vuelto a escribir en un tono más bajo para que la congregación cante la melodía con más facilidad. A veces, a los coros les conviene más la versión en un tono más alto, por ejemplo si tienen buenas sopranos y pocos bajos, o también para variar el tono de una interpretación, es decir, pasar de un tono al otro como parte de un arreglo. Por consiguiente, los coros podrían guardar algunos himnarios viejos para tener las dos versiones de algunos de los himnos en dos tonos distintos. Sin embargo, dado que en ciertos casos se han hecho cambios necesarios en la letra de los himnos, ésta se debe cantar tal como aparece en este himnario.

Variaciones de los himnos

Siempre resulta apropiado que el coro cante los himnos tal como aparecen en el himnario, pero para hacer más interesante la presentación, de vez en cuando se podrían entonar con las siguientes variaciones:

  1. Los hombres, las mujeres o todos cantan una estrofa al unísono.

  2. Se hace participar a la congregación en la estrofa final o en el estribillo (versos que se repiten al fin de cada estrofa). Esta es una buena forma de familiarizar a la congregación con los himnos nuevos.

  3. Las mujeres cantan una de las estrofas como se sugiere más adelante bajo el encabezamiento “Las voces de mujeres”.

  4. Los hombres cantan una de las estrofas como se sugiere más adelante bajo el encabezamiento “Las voces de hombres”.

  5. Las sopranos y los tenores cantan a dos voces una de las estrofas.

  6. Los tenores y los bajos cantan la melodía mientras las sopranos y las contraltos cantan juntas la voz de las contraltos.

  7. Una de las secciones del coro canta la melodía mientras que las demás entonan, a boca cerrada, las demás voces.

Las voces de mujeres

Además del himno escrito especialmente para mujeres, las hermanas pueden cantar los demás himnos a dos voces (soprano y contralto) o a tres voces (soprano, contralto y tenor, cuando esta tercera voz no sea demasiado baja).

Las voces de hombres

Este himnario contiene una sección con cuatro himnos arreglados para las congregaciones de hombres. Aquellos y los demás himnos pueden adaptarse, como se sugiere a continuación, para que los canten coros y cuartetos de hombres:

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Hymn showing what men sing

Barítono:
Canta la melodía una octava más abajo.

Primer tenor:
Canta la voz de la contralto en un tono más alto que la melodía.

Segundo tenor:
Canta la voz del tenor.

Bajo:
Canta la voz del bajo.

El problema más grande que se presenta cuando se quiere adaptar himnos para un coro de hombres es encontrar tenores que lleguen a las notas altas de la voz de la contralto. A veces es necesario modificar la música para bajar esas notas. También se puede transponer el himno a un tono más bajo y adaptar la voz del bajo.

Otra posibilidad sería cantar la voz de la contralto en un tono más bajo que la melodía, en cuyo caso se podría eliminar la voz del bajo.

Para directores de música con poca experiencia

Indicaciones generales

La música se divide con líneas divisorias verticales en partes de igual duración llamadas compases:

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Example of a musical measure

En el himnario, cuando un compás no termina al final de un pentagrama, éste se deja abierto para indicar que el compás continúa en el siguiente:

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measure on two lines

Al principio de todo himno se encuentran dos números, uno arriba del otro: el de arriba indica cuántos tiempos tiene cada compás, y el de abajo, qué nota equivale a un tiempo. Por ejemplo, un compás de tres por cuatro ( 3/4 ) quiere decir que cada compás del himno tiene tres tiempos y que la negra (

), representada por el número 4, vale un tiempo.

Al dirigir la música (véanse las ilustraciones), el primer tiempo del compás, que siempre se marca hacia abajo, es el más fuerte. Muchos himnos empiezan en la última nota del compás y en esos casos esta nota se marca hacia arriba para luego comenzar a marcar el compás entero que le sigue.

Formas de marcar el compás

El objetivo de la persona que dirige la música es mantener el canto de la congregación a un ritmo determinado e indicar la expresión que se le debe dar al himno. La forma de dirigir un himno debe ser lo menos complicada posible; la manera de hacerlo depende no sólo del compás sino de la expresión que se le quiera dar a la canción. Los pequeños círculos en las ilustraciones indican el pulso rítmico del himno (momento en que se cumple cada tiempo).

Los compases binario y de dos por cuatro ( 2/2 y 2/4):

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two-beat pattern

Los compases de tres por cuatro y de tres por dos ( 3/4 y 3/2):

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three-beat pattern

El compás de compasillo ( 4 4 ):

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four-beat pattern

Los compases de seis por ocho y de seis por cuatro ( 6/8 y 6/4 ):

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six-beat pattern

Cuando el compás de un himno es de 6/8 o de 6/4 pero se trata de un himno lento, como “Noche de luz” (núm. 127), se puede dirigir en seis tiempos, como acabamos de mostrar, o en tres tiempos repetidos, el primero con movimientos grandes y el segundo con movimientos más pequeños:

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alternative six=beat pattern

Cuando se trata de un himno de 6/8 o 6/4 que sea de ritmo moderado, como “Ama el Pastor las ovejas” (núm. 139), puede dirigirse sin marcar el segundo y el quinto tiempos pero haciendo una pequeña pausa en ellos:

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another alternative six-beat pattern

Si el himno es de un ritmo rápido en compás de 6/8 o 6/4, como “Paz, cálmense” (núm. 54), puede dirigirse en dos tiempos. Se marcan los tres primeros tiempos hacia abajo y los siguientes tres hacia arriba:

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another alternative six-beat pattern

Cuando se dirijan himnos siguiendo las dos últimas ilustraciones, es necesario asegurarse de mantener el ritmo constante.

Algunos himnos que son fáciles de dirigir:

A dos tiempos: “Dios da valor” (núm. 55); “Oh vos que sois llamados” (núm. 207); y “Ven, oh día prometido” (núm. 29).

A tres tiempos: “Dios, escúchanos orar” (núm. 101); “Glorias cantad a Dios” (núm. 37); “Haz tú lo justo” (núm. 154); “Hazme andar en la luz” (núm. 198); “Venid a mí” (núm. 61).

A cuatro tiempos: “Acompáñame” (núm. 99); “Al leer las Escrituras” (núm. 180); “Hijos del Señor, venid” (núm. 26); “Juventud de Israel” (núm. 168); “La luz de la verdad” (núm. 171); “¿Pensaste orar?” (núm. 81); “Por la belleza terrenal” (núm. 43).

Para pianistas y organistas principiantes

Para adaptar el acompañamiento de los himnos

Algunos himnos tienen notas o pasajes difíciles de tocar. Una forma de simplificarlos es dejar sin tocar las notas menos importantes de los acordes. Puede marcar los cambios en su propio himnario.

Cuando el espacio sea muy grande entre la nota del tenor y la del bajo, conviene tocar la voz del tenor con la mano derecha. Puede marcar esas notas en su propio himnario de la forma siguiente:

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tenor note marking

Algunas de las canciones para niños fueron arregladas especialmente para tocarse en el piano. Si se les toca en el órgano, generalmente conviene usar sólo los teclados manuales y no los pedales.

Notas pequeñas

Cuando en la música aparece una nota más pequeña que las demás, quiere decir que es optativa. Se dan algunos ejemplos a continuación:

  1. Puede indicar que esas notas no se cantan en todas las estrofas, según la letra:

    Imagen
    cue note
  2. Puede indicar que la música se considera completa aunque no se toque esa nota del acorde:

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    cue note left out
  3. A veces indican una parte que el pianista debe tocar pero que no se canta:

    Imagen
    cue notes played by organist

Algunos himnos que son fáciles de tocar:

“Asombro me da” (núm. 118); “Cuán dulce la ley de Dios” (núm. 66) “Deja que el Espíritu te enseñe” (núm. 77); “Dulce tu obra es, Señor” (núm. 84); “Haz tú lo justo” (núm. 154); “Hazme andar en la luz” (núm. 198); “Oh Dios de Israel” (núm. 5); “Oh dulce, grata oración” (núm. 78); “Para siempre Dios esté con vos” (núm. 89); “Siempre obedece los mandamientos” (núm. 197); “Te damos, Señor, nuestras gracias” (núm. 10); “Venid a mí” (núm. 61); “Ya regocijemos” (núm. 3).