Ayudas adicionales para el desarrollo del maestro
Habilidad: Pensar con anticipación: Responder con las enseñanzas proféticas a las inquietudes de los alumnos


“Habilidad: Pensar con anticipación: Responder con las enseñanzas proféticas a las inquietudes de los alumnos”, Recursos de apoyo y capacitación para maestros, 2024

Centrarse en las enseñanzas proféticas

Habilidad: Pensar con anticipación: Responder con las enseñanzas proféticas a las inquietudes de los alumnos.

Jóvenes mirando una presentación

Introducción

El presidente Henry B. Eyring enseñó: “Parece que no hubiera límites en el deseo del Salvador de guiarnos hacia un lugar seguro, y existe una constante en la forma en que nos enseña el camino. Él llama utilizando varios medios para que su mensaje llegue a aquellos que tengan la voluntad de aceptarlo; esos medios siempre incluyen el enviar el mensaje por boca de Sus profetas, siempre que la gente haya cumplido con lo que se requiera para tener entre ellos a los profetas de Dios. A esos siervos autorizados siempre se les manda que aconsejen a la gente y les indiquen el camino a la seguridad” (véase Henry B. Eyring, “Busquemos seguridad en el consejo”, Liahona, julio de 1997, pág. 27).

El élder D. Todd Christofferson agregó: “En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ‘creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios’ (Artículos de Fe 1:9). Esto quiere decir que aunque todavía hay mucho que no sabemos, las verdades y la doctrina que hemos recibido han venido y seguirán viniendo por medio de la revelación divina […]. Valoramos la erudición que realza el entendimiento, pero en la Iglesia hoy día, tal como en la antigüedad, el establecer la doctrina de Cristo o el corregir las desviaciones en cuanto a la doctrina es un asunto de revelación divina a aquellos que el Señor inviste con autoridad apostólica” (D. Todd Christofferson, “La doctrina de Cristo”, mayo de 2012).

Para cumplir con el objetivo de Seminario e Instituto, los maestros deben dedicar tiempo a familiarizarse con las palabras de los profetas vivientes de tal manera que estas fluyan naturalmente de los maestros a los alumnos.

Las palabras de los profetas son las palabras de Jesucristo, y las palabras de Jesucristo son las palabras de los profetas, videntes y reveladores (Doctrina y Convenios 1:38).

Estas son algunas preguntas que un maestro puede hacerse a lo largo del año escolar:

  1. ¿Qué hago para estudiar con regularidad las palabras de los profetas vivientes?

  2. ¿Cuánto tiempo dedico cada semana a estudiar sus palabras?

  3. ¿Con qué frecuencia cito sus palabras o las utilizo en casa, en el trabajo, en la escuela o durante las actividades de ocio?

  4. ¿Cuán familiarizado estoy con lo que el presidente Russell M. Nelson está diciendo esta semana?

  5. ¿Qué puedo hacer para conocer las palabras de los profetas y sus prioridades?

Este es uno de los cuatro cursos de microcapacitación diseñados para ayudar a los maestros y a los alumnos a aprender y utilizar las palabras de los profetas. Este es un proceso que tomará tiempo desarrollar. A medida que los maestros y los alumnos continúen estudiando el contenido y el contexto de las enseñanzas proféticas, las palabras de los profetas les resultarán más familiares. También llegarán a ser expertos en localizar esas enseñanzas en la Biblioteca del Evangelio y otros recursos. Con el tiempo, podrán obtener la promesa de Deuteronomio 6:6: “Y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón”.

¿Cuál es mi comprensión o capacidad inicial? (Evaluación)

¿Qué hace usted para reconocer las inquietudes de los alumnos y prepararse con antelación para abordarlas?

¿Qué es eso y por qué es importante? (Definir):

El pensar con anticipación con el deseo de responder a las inquietudes de los alumnos con las enseñanzas proféticas puede llevarse a cabo durante los recesos semestrales o los fines de semana. Un maestro podría pensar en posibles preocupaciones que él o ella anticipa que los alumnos podrían tener al estudiar las próximas lecciones y bloques de Escrituras. Esas inquietudes podrían conocerse ya o bien preverse. Con una lista de posibles inquietudes en la mano, un maestro puede tratar de encontrar las enseñanzas proféticas que ayudarían a resolver esas inquietudes. Para ello, el maestro puede hacer dos preguntas sencillas:

  1. ¿Qué posibles inquietudes o preguntas podrían tener mis alumnos a medida que estudiamos este capítulo, bloque o libro?

Tomando una inquietud o pregunta a la vez, el maestro puede entonces preguntar:

  1. ¿Qué enseñanzas proféticas abordan esa inquietud?

A medida que los maestros hagan esto, se convertirán en un eco y un amplificador de las palabras de los profetas, y el salón de clase se convertirá en un lugar de respuestas para los alumnos.

¿Quién o qué sería un buen ejemplo de esto? (Ejemplificar):

Al prepararse para el próximo año del Libro de Mormón, un maestro repasa las reseñas semanales del curso de estudio y se pregunta: “¿Qué posibles inquietudes o preguntas tendrán mis alumnos este año a medida que estudiemos el Libro de Mormón?”.

Define seis posibles preguntas, una de las cuales es: “¿Resulta fácil el arrepentimiento? Tanto Enós como Alma parecieron haberse arrepentido en cuestión de días”.

Luego, el maestro pregunta: “¿Qué enseñanzas proféticas podrían abordar esta posible inquietud?”.

El maestro repasa la enseñanza del presidente Nelson sobre el “arrepentimiento diario” que se encuentra en su discurso de la Conferencia General de abril de 2022, “El poder del ímpetu espiritual”.

¿Cómo puedo practicar el uso de esta habilidad o la puesta en práctica de este principio? (Practicar):

Reflexione sobre una o dos inquietudes que sabe que tienen sus alumnos o que anticipa que tendrán, preguntándose: “¿Qué posibles inquietudes o preguntas tendrán mis alumnos esta semana mientras estudiamos ?”.

Cuando haya definido una o dos inquietudes, entonces pregunte: “¿Qué enseñanzas proféticas podrían abordar esta inquietud?”.

Reflexionar o analizar:

¿Por qué cree que esta habilidad es importante? Piense en su propia experiencia al hacerlo. ¿Qué beneficios recibirá? Piense en la experiencia de los alumnos. ¿Qué beneficios recibirán? ¿Qué diferencia cree que podría suponer esto en su enseñanza?

Incorporar:

En el futuro, procure anticipar las preguntas o inquietudes que tendrán sus alumnos. Cada vez que escuche a los profetas hablar de un tema que pueda ser útil, anótelo y organícelo de una manera que permita tener un fácil acceso a él en el futuro. Con el tiempo, tendrá una reserva de verdades que podrá utilizar.

¿Desea saber más?

Alma 31:5: “Y como la predicación de la palabra tenía gran propensión a impulsar a la gente a hacer lo que era justo —sí, había surtido un efecto más potente en la mente del pueblo que la espada […]— consideró prudente que pusieran a prueba la virtud de la palabra de Dios”.

Un ejemplo de cómo la respuesta de un profeta puede resolver una inquietud:

Russell M. Nelson, “Decisiones para la eternidad”, devocional mundial para jóvenes adultos, 15 de mayo de 2022, Biblioteca del Evangelio.