Ser valientes, mas no prepotentes

Definir

Señale a los alumnos que el apóstol Pablo enseñó con audacia, convicción y valentía, declarando: “No me avergüenzo del evangelio de Cristo” (Romanos 1:16). Dicho esto, Alma aconsejó a su hijo Shiblón que usara “valentía, mas no prepotencia” (Alma 38:12). Seguir el ejemplo de Jesucristo y las impresiones del Espíritu Santo puede ayudarnos a ser valientes de un modo adecuado sin ser prepotentes.

Muestre y lea en voz alta las siguientes advertencias:

• Exageramos cuando afirmamos poseer conocimiento más allá de lo que el Señor ha revelado por medio de los profetas antiguos y modernos. Del mismo modo, no debemos expresar nuestra opinión como si fueran hechos o doctrina. Minimizamos cuando presentamos las verdades básicas del Evangelio con vacilación o incertidumbre, o de un modo poco claro. Debemos estar dispuestos a defender lo que sabemos que es verdad.

• Somos dogmáticos cuando expresamos nuestras opiniones como si fueran hechos incontrovertibles y cuando somos intolerantes con la ambigüedad cuando no hay respuestas claras. Somos tímidos cuando no defendemos lo que sabemos que es verdad.

• Si no sabemos la respuesta a una pregunta, la mejor respuesta es simplemente: “No lo sé” o “Buena pregunta; aprendamos más al respecto juntos”.

Ejemplificar

Para ejemplificar esta técnica, considere utilizar uno de los siguientes ejemplos o uno propio. Repase con los alumnos las primeras dos columnas de la siguiente tabla para ayudarlos a ver los problemas de exagerar o minimizar. A continuación, utilice la columna “Reformular” para ilustrar cómo podríamos modificar la declaración problemática para que resulte valiente, pero sin prepotencia.

Enseñanza de las Escrituras	Declaración problemática	Reformular
Enseñanza de las Escrituras Los profetas hablan y enseñan las palabras que el Señor les da (véanse Jeremías 1:7–9; Doctrina y Convenios 21:4–5).	Declaración problemática “Los líderes de la Iglesia tienen autoridad divina y cualquier cosa que hayan dicho es doctrina oficial para la Iglesia”. (La última parte de este enunciado es un ejemplo de ser dogmático y de exagerar. Cuando exageramos, podemos crear expectativas poco realistas para nosotros mismos y para los demás).	Reformular Los líderes de la Iglesia tienen autoridad divina y cuando hablan en el oficio de su llamamiento bajo la influencia del Espíritu Santo podemos conocer la intención y la voluntad del Señor (véanse Doctrina y Convenios 68:3–4; 2 Pedro 1:21). Sin embargo, no todo lo que hayan dicho los líderes de la Iglesia, anteriores o actuales, se considera “doctrina oficial” para la Iglesia. Nuestra doctrina no se encuentra en declaraciones desconocidas o aisladas; más bien, la doctrina de la Iglesia se enseña a menudo y la enseñan todos los miembros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles (véase “How Can I Know If Something I Hear Is ‘Official Doctrine’?”, New Era, febrero de 2017, pág. 41).
Enseñanza de las Escrituras Quienes estudien el Libro de Mormón y oren pueden recibir un testimonio del Espíritu Santo de que es verdadero (véase Moroni 10:3–5).	Declaración problemática “Creo que el Libro de Mormón es verdadero. Tiene algunas buenas enseñanzas, pero todos tenemos nuestras propias verdades. Así que no diría que es más valioso que cualquier otro libro que puedas leer”. (Esta declaración minimiza la importancia y el poder del Libro de Mormón. Además, presenta el Libro de Mormón de manera tímida).	Reformular El Libro de Mormón es la palabra de Dios. Junto con la Biblia, es un poderoso testimonio de Jesucristo y enseña verdades eternas que pueden cambiar vidas. Cualquier persona puede llegar a saber estas cosas por sí mismo por medio del Espíritu Santo al estudiar el libro y preguntar a Dios si es verdadero.

Practicar

Seleccione un pasaje para practicar de la lectura de las Escrituras de esta semana, o elija uno de los pasajes que aparecen a continuación. Invite a los alumnos a estudiar el pasaje y a pensar en cómo podrían utilizarlo para enseñar a alguien de una manera cristiana y valiente, pero no prepotente. Los alumnos podrían compartir ideas de cómo enseñar las verdades que se encuentran en esos pasajes con valentía, pero sin prepotencia.

Pasajes adicionales para practicar:

• Isaías 5:20. Invite a los alumnos a practicar cómo usar este versículo para responder a alguien que argumenta que ver pornografía es normal y natural.

• 1 Corintios 11:11. Invite a los alumnos a practicar cómo usar este versículo para enseñar que el matrimonio entre un hombre y una mujer es un mandamiento de Dios.

• 1 Nefi 13:26–29. Invite a los alumnos a practicar cómo usar estos versículos para enseñar que se quitaron verdades claras y preciosas de la Biblia durante la Gran Apostasía.

• Doctrina y Convenios 1:30. Invite a los alumnos a practicar cómo enseñar que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es “la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra”.

Invitar y hacer seguimiento

Anime a los alumnos a ser valientes, pero no prepotentes, en la manera en que comparten las verdades del Evangelio. Recuerde darles seguimiento en clases futuras; para ello, invítelos a relatar experiencias que hayan tenido al enseñar las verdades del Evangelio con valentía, pero sin ser prepotentes. Si lo desea, invite también a los alumnos a narrar cualquier desafío que hayan experimentado. Busque maneras de continuar practicando esta técnica en la clase.