2 Samuel 11–12; 1 Reyes 3; 6–9; 11: Lección 80

Evalúa tu aprendizaje 5

Rut–1 Reyes 11

Reflexionar sobre nuestro aprendizaje espiritual y evaluarlo puede ayudarnos a acercarnos más al Padre Celestial y a Jesucristo. La finalidad de esta lección es ayudar a los alumnos a reflexionar sobre las metas que se han fijado y el progreso que han logrado durante su estudio reciente del Antiguo Testamento.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a pensar en su crecimiento espiritual durante Seminario este año. Aliéntelos a evaluar sus esfuerzos repasando las entradas de su diario, los pasajes de las Escrituras que han marcado y las notas que han tomado.

Posibles actividades de aprendizaje

Es posible que el estudio del Antiguo Testamento por parte de los alumnos se haya centrado en resultados diferentes de los que se evalúan en esta lección. Si es así, adapte las actividades para evaluar el progreso de los alumnos según los resultados que eligió para su clase.

En esta lección, los alumnos tendrán la oportunidad de evaluar su aprendizaje de acuerdo con los siguientes resultados de aprendizaje:

1. Explicar los títulos y las funciones de Jesucristo que los alumnos estudiaron este año. (Nota: Esta actividad permite a los alumnos utilizar lo que han aprendido acerca de los títulos y las funciones de Jesucristo, tales como Pan de Vida, Rey de Sion, Creador, Libertador y Redentor).

2. Sentir un mayor deseo de adorar al Padre Celestial y a Jesucristo en el templo. (Nota: Las actividades de aprendizaje de la Lección 52: “Éxodo 25, 35–40” y de la Lección 79: “1 Reyes 6–9” preparan a los alumnos para esta actividad de evaluación).

3. Aumentar su capacidad para recibir y reconocer la revelación personal. (Nota: Esta actividad ayuda a los alumnos a reflexionar sobre una meta que se fijaron en la Lección 70: “1 Samuel 3” y los anima a recordar las oportunidades que tuvieron en clase para invitar al Espíritu Santo a desempeñar Su función en el proceso de aprendizaje).

Evaluar nuestro crecimiento y progreso espiritual

Durante la lección, considere poner a la vista la imagen de arriba, o algo similar, que muestre el crecimiento de una semilla hasta convertirse en una planta o un árbol. En cada actividad, los alumnos harán referencia a esta imagen durante la reflexión o para responder preguntas como las que se encuentran a continuación.

• ¿Por qué es útil dedicar tiempo a revisar regularmente el crecimiento de una planta?

• ¿De qué manera podría ser diferente el cuidado de la planta en cada etapa? ¿Qué podría ser similar?

  Los alumnos podrían mencionar regar, quitar las malas hierbas, usar fertilizante o asegurarse de que la planta tenga la cantidad adecuada de sol o sombra, dependiendo de la etapa de crecimiento. Podría señalar que una semilla diminuta puede necesitar cuidados, exposición al sol y una cantidad de agua diferentes a los de un árbol adulto.

• ¿En qué se parece el crecimiento de una planta a nuestro crecimiento espiritual?

Comente a los alumnos que el objetivo de las lecciones de Evalúa tu aprendizaje es hacer una pausa e invitar al Espíritu Santo a ayudarlos a reconocer sus esfuerzos y su progreso para llegar a ser cada vez más semejantes al Salvador. Los alumnos podrían reflexionar sobre los ajustes que tienen que hacer a medida que avanzan por la senda de los convenios hacia el Padre Celestial y Jesucristo. Puede compartir su testimonio de que nuestro progreso espiritual fortalece nuestra relación con Ellos y nos ayuda a llegar a ser más semejantes a Ellos.

Medita sobre dónde sentías que estabas espiritualmente cuando comenzaste tu estudio del Antiguo Testamento y dónde te encuentras hoy. Relaciona tu crecimiento espiritual con la imagen de la semilla que crece. Completa el ejercicio siguiente en tu diario de estudio.

• En la página izquierda de tu diario de estudio, dibuja la planta (A, B, C, D o E) que mejor represente dónde sientes que estabas espiritualmente al comienzo del año.

• En la página derecha de tu diario de estudio, dibuja la planta (A, B, C, D o E) que mejor represente dónde sientes que estás espiritualmente hoy.

Escribe un párrafo breve que describa tu esfuerzo por progresar hacia Jesucristo en tu crecimiento espiritual en Seminario este año. Luego, invita al Espíritu Santo a que te ayude a reconocer uno o dos ajustes que podrías hacer para acercarte más al Salvador y anótalos en tu diario de estudio.

Puede invitar a los alumnos a compartir lo que escribieron, si no es muy personal. Considere animar a los alumnos que no sientan que han progresado espiritualmente haciéndoles saber que, al igual que cultivar una semilla, el crecimiento espiritual requiere tiempo y esfuerzo. Asegure a los alumnos que el Señor los ama y los invita a ser pacientes y a seguir intentándolo.

Explicar los títulos y las funciones de Jesucristo

Invite a los alumnos a buscar en sus ejemplares de las Escrituras y en sus diarios de estudio algunos de los títulos de Jesucristo que han estudiado en el Antiguo Testamento.

A fin de ayudar a los alumnos a demostrar su comprensión, puede escribir en la pizarra algunos de los títulos o funciones de Jesucristo que estudiaron este año. Puede resultar útil dar a los alumnos la referencia correspondiente del Antiguo Testamento. Podría compartirles los siguientes títulos y funciones, entre otros:

• Redentor (Rut)

• Libertador (Jueces 2–4)

• Creador (Génesis 1:1–23)

• Legislador (Éxodo 20)

• Rey de Sion (Moisés 7)

Imagina que te han pedido que presentes una breve reflexión el domingo sobre cómo el Salvador desempeña esa función o título. Escribe un breve bosquejo que responda las preguntas siguientes:

1. ¿Qué nos enseña el título o función sobre Jesucristo?

2. ¿Cómo demuestra Jesucristo ese título o función en el Antiguo Testamento? (Incluye un versículo o un relato para ilustrar Su función).

3. ¿Cómo podrían los adolescentes ser bendecidos por el Salvador cuando cumple esa función en sus vidas?

Puede dar a los alumnos la oportunidad de compartir su bosquejo. Podría ser apropiado invitar a algunos alumnos que así lo deseen a compartir sus ideas con la clase.

Sentir un mayor deseo de adorar al Padre Celestial y a Jesucristo en el templo

A fin de ayudar a los alumnos a prepararse para esta actividad de evaluación, considere mostrar una imagen de un templo. Puede ser el Templo de Salomón, el Templo de Kirtland o un templo cercano.

Busca en tu diario de estudio las notas que tomaste o los pasajes de las Escrituras que marcaste que te hayan ayudado a comprender mejor que el templo es la Casa del Señor o a que tu deseo de adorarlo allí aumentara.

Estos son algunos pasajes de las Escrituras sobre el templo que los alumnos podrían haber estudiado recientemente:

• Éxodo 25; 35–40

• 2 Samuel 7; Doctrina y Convenios 88:119–120

• 1 Reyes 5–9; Doctrina y Convenios 109:10–18

• 1 Crónicas 22; Doctrina y Convenios 97:10–16

• 2 Crónicas 7; Doctrina y Convenios 110:2–10

Después de que los alumnos hayan revisado sus notas y sus ejemplares de las Escrituras, podría invitar a algunos de ellos a compartir algo que los haya impresionado. Podría poner a la vista preguntas como estas.

• ¿Qué cambios has notado en tus sentimientos hacia la Casa del Señor este año?

• Si has notado cambios, ¿qué crees que te llevó a experimentarlos?

Podría brindar una oportunidad para que los alumnos que así lo deseen den su testimonio de la Casa del Señor.

Recibir y reconocer la revelación personal

Considere mostrar una imagen del joven profeta Samuel escuchando la voz del Señor. Durante su estudio de 1 Samuel 3, se invitó a los alumnos a practicar a diario escuchar la voz del Señor en su vida. Podría invitar a los alumnos a compartir lo que recuerden de este relato o a repasar 1 Samuel 3:1–16.

Dar a los alumnos la oportunidad de repasar una meta que se hayan fijado previamente puede invitar al Espíritu Santo a alentarlos a continuar con sus esfuerzos o a ayudarlos a hacer los ajustes necesarios a esa meta. Una manera de hacerlo es darles la oportunidad de repasar la meta que se fijaron durante la Lección 70: “1 Samuel 3”. (Para obtener capacitación adicional sobre cómo hacer un seguimiento de las invitaciones hechas en clase, véase “Invite a los alumnos a vivir lo que están aprendiendo” en Habilidades para el desarrollo del maestro).

En tu estudio de 1 Samuel 3, es posible que te hayas fijado una meta a fin de mejorar tu capacidad para reconocer y recibir revelación personal del Padre Celestial y de Jesucristo. Repasa tu meta y responde al menos dos de las siguientes preguntas en tu diario de estudio.

• ¿Qué experiencias has tenido recientemente con la revelación personal?

• ¿Qué te ayudó a reconocer que la revelación provenía del Padre Celestial?

• ¿Qué influyó en tu capacidad para reconocer y recibir revelación?

• Si una persona siente que no ha recibido revelación personal, ¿qué has aprendido o sentido que podría ayudarla?

Puede invitar a los alumnos a volver a comprometerse con su meta. A fin de ayudarlos a recordarla, podría resultar útil pedirles que la escriban en algo que se puedan llevar a casa, como una nota adhesiva o una hoja de papel pequeña. También podrían enviarse un mensaje de texto a sí mismos con la meta. Puede tranquilizar a los alumnos diciéndoles que se requiere tiempo y práctica para reconocer la revelación personal del Padre Celestial. Elógielos por sus esfuerzos y su disposición de seguir acercándose al Padre Celestial y a Jesucristo.

Actividades de aprendizaje complementarias

Seguir al profeta

Podría ser conveniente evaluar la comprensión de los alumnos de lo que han aprendido sobre la función del profeta a medida que han estudiado el Antiguo Testamento. Una manera de hacerlo consiste en invitar a los alumnos a revisar sus ejemplares de las Escrituras y su diario de estudio en busca de lo que han aprendido acerca de los profetas durante su estudio del Antiguo Testamento. Luego, invítelos a realizar una de las actividades siguientes para demostrar su comprensión de la función de los profetas.

1. Elige a un profeta que hayas estudiado en el Antiguo Testamento. Escribe un breve bosquejo que se podría utilizar para enseñar a alguien acerca de ese profeta. Incluye cómo fue llamado por el Señor, las preocupaciones que tenía en cuanto a lo que el Señor le pidió que hiciera y lo que enseñó.

2. Estudia una de las referencias siguientes que destaque un aspecto del ministerio de un profeta del Antiguo Testamento. Comparte con un compañero lo que ese relato nos enseña sobre la función de un profeta en la actualidad.

   • Moisés (Éxodo 3:1–14)

   • La serpiente de bronce (Números 21:4–9)

   • Josué (Josué 3:9–17)

3. Elige una lámina o una imagen digital de uno de los profetas que has estudiado en el Antiguo Testamento y una imagen del profeta actual. Crea un meme que pueda enseñarle a alguien cómo el Señor llamó a los profetas en el Antiguo Testamento y cómo lo hace en la actualidad. Incluye algunas de las enseñanzas del profeta del Antiguo Testamento que elegiste y algunas del profeta viviente. Publica tu meme en las redes sociales e invita a tus amigos a que te pregunten más al respecto.

4. Con un compañero, practica cómo responder las preguntas siguientes: “¿Por qué había profetas en el Antiguo Testamento?” y “¿por qué necesitamos profetas vivientes en la actualidad?”.