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“Has hecho maravillas”
Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras:
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Isaías 22:22. El Salvador abre la puerta a la presencia del Padre Celestial.
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Isaías 24:21–22. El Salvador demuestra misericordia por quienes se encuentran en la prisión espiritual.
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Isaías 25:1–4; 32:1–2. El Salvador es una fortaleza y un refugio.
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Isaías 25:6–9. El Salvador preparará un banquete y destruirá el “velo”.
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Isaías 25:8. El Salvador enjugará nuestras lágrimas.
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Isaías 26:19. El Salvador traerá la Resurrección.
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Isaías 28:16. El Salvador es nuestro cimiento estable.
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Isaías 29:4, 9–14, 18, 24. El Salvador restaurará el Evangelio sobre la tierra.
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Isaías 30:19–21. El Salvador conoce nuestras pruebas y dirige nuestro camino.
• ¿Cómo “enjugará… [nuestras] lágrima[s]” el Salvador? (Isaías 25:8).
• Isaías profetizó que cuando el Mesías viniera, moriría y resucitaría (Isaías 25:8). ¿Quiénes resucitarán también? (Véase Isaías 26:19; 1 Corintios 15:20–22; Alma 11:43–44.) ¿Qué sugiere lo que dice en Isaías 26:19 sobre la forma en que nos sentiremos cuando seamos resucitados? (Véase también D. y C. 138:12–16, 50.)
Compare los siguientes versículos de Isaías 29 con los correspondientes pasajes para darse cuenta de la forma en que se han cumplido algunas de las profecías de Isaías:
• Isaías habló sobre la gente que se acerca al Señor con la boca mientras que su corazón está lejos de Él (Isaías 29:13). ¿De qué manera podemos asegurarnos de estar cerca del Señor en pensamiento y en hecho, al igual que de palabra?