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Juan 4: Parte 2


Juan 4: Parte 2

El agua viva

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“He Comes Again to Rule and Reign” by Mary R. Sauer.

Jesus le enseñó a la mujer samaritana junto al pozo sobre el agua viva que Él ofrece. Esta lección tiene el objetivo de ayudarte a entender más acerca del agua viva que ofrece el Salvador: qué es, por qué la necesitas y cómo puedes recibirla.

El camino a la felicidad y a la realización

El élder Lawrence E. Corbridge, de los Setenta, enseñó:

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Official Portrait of Elder Lawrence E. Corbridge. Photographed March 2017.

Solo hay un Camino a la felicidad y a la realización. Él es el Camino. Cualquier otro camino, cualquiera que sea, es locura.

Él nos ofrece una fuente de aguas vivas: O bebemos y nunca volvemos a tener sed, o no lo hacemos e insensatamente permanecemos sedientos.

(Véase Lawrence E. Corbridge, “El camino”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 34)

  • ¿Hacia qué se dirigen las personas a veces en busca de felicidad y realización, que puede conducirlas a sentirse espiritualmente sedientas o insatisfechas?

  • ¿Por qué crees que las personas a veces se dirigen hacia cosas que no brindan una satisfacción duradera?

  • ¿Qué ofrece Jesucristo que aporta felicidad duradera y realización?

Piensa en cómo se relacionan estas preguntas con tu propia vida. ¿Hay cosas a las que te dirijas en busca de felicidad y realización que no satisfacen realmente esos deseos? ¿Qué experiencias has tenido en las que sentiste la paz y la felicidad duraderas que solo pueden provenir de Jesucristo?

El agua viva

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Jesus Christ depicted teaching a Samaritan woman at a well. Christ is portrayed sitting on the edge of the well. The woman is seated on the ground before Him.

De tu estudio de Juan 4 en la lección anterior, recuerda que Jesús le enseñó a una mujer samaritana sobre el agua viva, que es el “símbolo del Señor Jesucristo y Sus enseñanzas” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “ Agua viva ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).

Imagina que te pidieron que prepararas un discurso para la reunión sacramental sobre el agua viva que ofrece Jesucristo. Como parte de tu discurso, se te pide que definas (1) qué es el agua viva, (2) por qué la necesitamos y (3) cómo podemos recibirla del Salvador. Valiéndote de los siguientes pasajes de las Escrituras, declaraciones y preguntas, así como de toda ayuda adicional que puedas encontrar por tu cuenta, prepara tus ideas y organiza tu discurso.

El agua viva

Lee los siguientes pasajes de las Escrituras y citas en busca de ideas sobre el agua viva que ofrece Jesucristo.

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

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Elder David A. Bednar, Quorum of the Twelve Apostles official portrait. 2020.

El agua viva a la que se refiere en [ Juan 4:10 ] es una representación del Señor Jesucristo y Su evangelio. Y así como el agua es necesaria para sostener la vida física, también el Salvador, Su doctrina, sus principios y ordenanzas son esenciales para la vida eterna. Necesitamos diariamente su agua viva en grandes cantidades para sostener nuestro crecimiento y desarrollo espiritual.Las Escrituras contienen las palabras de Cristo y son una reserva de agua viva a la que tenemos fácil acceso y de la que podemos beber profundamente. Debemos acudir a Cristo y venir a Él, quien es “la fuente de aguas vivas” ( 1 Nefi 11:25 ; compárese con Éter 8:26 ; 12:28), al leer (véase Mosíah 1:5), estudiar [véase Doctrina y Convenios 26:1] , escudriñar (véanse Juan 5:39 ; Alma 17:2) y deleitarnos (véase 2 Nefi 32:3) en las palabras de Cristo contenidas en las Sagradas Escrituras. Al hacerlo, podemos recibir guía y protección espiritual durante nuestra jornada mortal.

(David A. Bednar, “Una reserva de agua viva”, charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos, 4 de febrero de 2007, pág. 1, broadcasts.ChurchofJesusChrist.org)

El élder Joseph B. Wirthlin (1917-2008), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

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Last official portrait of Elder Joseph B. Wirthlin of the Quorum of the Twelve Apostles, 2004. Died December 1, 2008.

… Demasiadas personas se sientan a la mesa del banquete del evangelio de Jesucristo y no hacen más que mordisquear los manjares que se les ponen delante. Están físicamente presentes —asisten a las reuniones, echan una mirada a las Escrituras y repiten las oraciones conocidas—, pero su corazón está lejos de todo ello. Si hablaran con sinceridad, admitirían que están más interesadas en los últimos rumores del vecindario, en las fluctuaciones de la bolsa de valores y en el argumento de su espectáculo televisivo preferido que en los prodigios celestiales y las apacibles ministraciones del Espíritu Santo.¿Desean participar de esa agua viva y experimentar esa divina fuente de agua dentro de ustedes que salte para vida eterna?Entonces, no tengan temor y crean con todo el corazón. Cultiven la fe inquebrantable en el Hijo de Dios y hagan llegar el corazón a Dios en ferviente oración. Llénense la mente de conocimiento de Él. Abandonen sus debilidades. Vivan en santidad y en armonía con los mandamientos.

(Véase Joseph B. Wirthlin, “La vida abundante”, Liahona, mayo de 2006, pág. 100)

A partir de lo que aprendiste del estudio de estos recursos u otros, comienza a crear un esquema para tu discurso. Asegúrate de que el bosquejo conteste las siguientes preguntas. También piensa en cómo puedes comunicar en tu discurso tus sentimientos acerca de Jesucristo. Considera compartir experiencias personales que hayas tenido en relación con participar del agua viva del Salvador y la forma en que esas experiencias influyeron en ti.

  • ¿Cuál es el agua viva que ofrece Jesucristo?

  • ¿Por qué necesitamos el agua viva del Salvador?

  • ¿Qué podemos hacer para recibir agua viva del Salvador?

  • ¿De qué manera el saber que el Salvador quiere que todos participen de Su agua viva influye en cómo te sientes con respecto a Él?

1. Escribe el bosquejo para tu discurso en el diario de estudio. El bosquejo se enviará a tu maestro.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Cómo se relaciona el agua viva que Jesucristo ofrece con la Santa Cena?

Mientras servía como Segunda Consejera de la Presidencia General de la Primaria, la hermana Cheryl A. Esplin enseñó:

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Final official portrait of Cheryl A. Esplin, second counselor in the Primary general presidency, 2011. Released as second counselor and sustained as first counselor at the April 2015 general conference. Released at the April 2016 general conference.

Nuestra alma herida puede ser sanada y renovada no solo porque el pan y el agua nos recuerdan el sacrificio del Salvador, de Su carne y de Su sangre, sino porque los emblemas también nos recuerdan que Él siempre será nuestro “pan de vida”[ Juan 6:48 ] y “agua viva” [ Juan 4:10 ].

Tras administrar la Santa Cena a los nefitas, Jesús dijo:

“… El que come de este pan, come de mi cuerpo para su alma; y el que bebe de este vino, bebe de mi sangre para su alma; y su alma nunca tendrá hambre ni sed, sino que será llena.

“Y cuando toda la multitud hubo comido y bebido, he aquí, fueron llenos del Espíritu” [ 3 Nefi 20:8–9 ].

Con esas palabras, Cristo nos enseña que el Espíritu sana y renueva nuestra alma. La bendición prometida de la Santa Cena es que “siempre [podremos] tener su Espíritu [con nosotros]” [ Doctrina y Convenios 20:77 ].

(Véase Cheryl A. Esplin, “La Santa Cena: Una renovación para el alma”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 13)

¿Cómo puede el agua viva del Salvador ayudarme a superar las malas influencias del mundo?

El presidente James E. Faust (1920-2007), de la Primera Presidencia, enseñó:

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Last official portrait of President James E. Faust, Second Counselor in the First Presidency, 2001. Died 10 August 2007.

… Mucha de la contaminación espiritual que llega a nuestra vida nos llega por medio de internet, los juegos de computadora, los programas de televisión y las películas que son provocativas o que representan gráficamente los atributos más bajos del género humano. Debido a que vivimos en dicho ambiente, tenemos que aumentar nuestra fuerza espiritual.

Enós dice que su alma tuvo hambre y que clamó todo el día, aun cuando ya había anochecido, suplicando por su alma [véase Enós 1:4 ]. Ansiaba los nutrientes espirituales que sacian la sed de verdades espirituales y como el Salvador del mundo le dijo a la mujer junto al pozo en Samaria: “… [E]l que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que brote para vida eterna” [ Juan 4:14 ].

(Véase James E. Faust, “Nutrientes espirituales”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 55)