Escuela Dominical
Responsabilidades


Un hombre enseñando una clase

Mi llamamiento como maestro de la Escuela Dominical

Responsabilidades

El Señor está agradecido por su disposición a prestar servicio en Su Iglesia. A continuación encontrará un resumen de las responsabilidades de su llamamiento.

El propósito de la Escuela Dominical

La Escuela Dominical ayuda a llevar a cabo la obra de Dios de salvación y exaltación, y lo hace al ayudar a los hijos de Dios a aprender y vivir el Evangelio de Jesucristo (véase Manual General13.1).

Los maestros de la Escuela Dominical

Los maestros de la Escuela Dominical llegan a conocer a los integrantes de las clases, incluso aquellos que no asisten, y apoyan a los miembros en sus esfuerzos por aprender y vivir el Evangelio de Jesucristo (véase 13.2.3). Los maestros reciben guía de la presidencia de la Escuela Dominical de barrio y asisten a las reuniones trimestrales de consejo de maestros (véase 17.4).

Las clases de la Escuela Dominical

Las clases de la Escuela Dominical se llevan a cabo el primer y el tercer domingo de cada mes, y duran 50 minutos. El tamaño de la clase varía según las necesidades de cada barrio. A fin de prepararse para enseñar, los maestros de la Escuela Dominical utilizan las Escrituras y las lecciones programadas en Ven, sígueme (véase 13.3).

Los principios de la enseñanza a la manera de Cristo

Enseñar a la manera del Salvador es un deber y una responsabilidad sagrados. Al enseñar el Evangelio, siga el ejemplo del Salvador, quien es el Maestro de maestros. Los maestros de la Escuela Dominical siguen los principios que se describen en Enseñar a la manera del Salvador y en el capítulo 17 del Manual General (véase 17.1).

El aprendizaje del Evangelio centrado en el hogar

Para llegar a estar convertido al Señor Jesucristo, cada miembro de la Iglesia es responsable de aprender el Evangelio por sí mismo. Los líderes y los maestros son responsables de alentar a los miembros a procurar inspiración personal sobre la forma de estudiar y enseñar el Evangelio (véase 17.2).