Adoración en el día de reposo
El tomar la Santa Cena cada domingo brinda fortaleza espiritual.
El día de reposo es un día apartado para honrar al Señor. Su actitud y comportamiento en este día demuestra a Dios sus sentimientos hacia Él. Usted se deleitará en el Señor al hacer del día de reposo un día diferente a los otros días de la semana en su hogar. Participe en actividades que fortalezcan los lazos familiares, tales como la enseñanza del Evangelio el uno al otro y al encontrar más sobre sus antepasados. La revista de la Iglesia y los sitios web como LDS.org tienen muchos recursos que le ayudan a adorar al Señor en su hogar en Su día. Descanse de sus actividades regulares de la semana y busque brindar servicio a quienes no se sientan bien o a quienes estén solos o de alguna otra manera con necesidades. Una actitud de reverencia y adoración en su hogar el día de reposo demuestran amor y respeto por Dios.
Usted también honra el día de reposo al asistir a los servicios de la Iglesia cada domingo. La parte más importante de asistir a la capilla es la Santa Cena. Durante la reunión sacramental el pan y el agua se bendicen y se da a la congregación como un recordatorio de la expiación de Jesucristo. El pan representa Su cuerpo y el agua representa Su sangre. Durante esta ordenanza se le recuerda de los convenios que usted ha hecho con Dios y puede comprometerse nuevamente a guardarlos. Después del bautismo y la confirmación, la Santa Cena le proporciona la oportunidad de arrepentirse, llegar a ser limpios de pecado y mantener la compañía del Espíritu Santo. Cuando tome la Santa Cena con consideración cada semana y escuche atentamente las oraciones sacramentales entenderá mejor la expiación de Jesucristo y sus convenios.
Dios le hablará por medio del Espíritu Santo cuando asista a los servicios de la Iglesia. Una actitud de reverencia le prepara para reconocer ideas y sentimientos que vienen a usted del Espíritu Santo. Algunas formas en las que puede demostrar respeto por Dios incluyen llegar temprano al centro de reuniones, sentarse en silencio y prestar atención durante los servicios de la Iglesia. Al centrarse en escuchar los mensajes y testimonios de los demás y al Espíritu Santo, su conocimiento y testimonio crecerán. El Señor le ama y le bendecirá mientras continúe asistiendo a la capilla semanalmente, incluso cuando esté pasando por dificultades o sienta que ha cometido errores.
Una clase de Mujeres Jóvenes estudia el Evangelio.
Otros servicios de la Iglesia incluyen la Escuela Dominical para adultos y jóvenes, como así también otras clases en grupos más pequeños. En estas reuniones, los miembros de la Iglesia aprenden el Evangelio juntos, hacen preguntas y se apoyan el uno al otro. Puede encontrar respuestas a preguntas y soluciones a sus desafíos cuando participe cada semana en la capilla. También encontrará fortaleza cuando se relacione con los miembros de la Iglesia.