Antiguo Testamento 2022
15 – 21 agosto. Salmos 49–51; 61–66; 69–72; 77–78; 85–86: “Contaré lo que ha hecho por mi alma”


“15 – 21 agosto. Salmos 49–51; 61–66; 69–72; 77–78; 85–86: ‘Contaré lo que ha hecho por mi alma’”, Ven, sígueme — Para la Primaria: Antiguo Testamento 2022 (2021)

“15 – 21 agosto. Salmos 49–51; 61–66; 69–72; 77–78; 85–86”, Ven, sígueme — Para la Primaria: 2022

Imagen
Jesús sostiene una linterna

Salvar al que estaba perdido, por Michael T. Malm.

15 – 21 agosto

Salmos 49–51; 61–66; 69–72; 77–78; 85–86

“Contaré lo que ha hecho por mi alma”

Su ejemplo como estudiante del Evangelio puede tener una poderosa influencia en los niños. Comparta con ellos las experiencias espirituales que ha tenido al aprender el Evangelio.

Anote sus impresiones

Imagen
ícono de compartir

Invitar a compartir

Comparta con los niños un versículo de un salmo, o una estrofa de un himno o una canción para los niños que le ayude a sentir el amor del Salvador. Ofrezca a cada niño la oportunidad de hacer lo mismo.

Imagen
ícono de enseñar

Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Salmo 51:10

Cuando tomo una mala decisión, Jesucristo puede ayudarme a cambiar.

Ayude a los niños a entender que los errores son parte de la vida terrenal y que podemos recibir ayuda de Jesucristo para superarlos.

Posibles actividades

  • Cuente una historia sencilla, de su propia vida o de las revistas Amigos o Liahona, sobre un niño que haya tomado una mala decisión y que haya recibido ayuda del Salvador para ser mejor (por ejemplo, véase el video “La bicicleta brillante” en ChurchofJesusChrist.org). Lea Salmo 51:10 y exprese el gozo que siente cuando el Salvador le ayuda a tener “un corazón limpio” y “un espíritu recto”.

  • Muestre a los niños la hoja de actividades de esta semana; señale cada ilustración y pida a los niños que describan lo que ven. Lea las leyendas para ayudar a los niños a aprender sobre el arrepentimiento y el perdón.

Salmo 71:8

Puedo hablarle a los demás sobre Jesucristo.

Las palabras llenas de fe de un niño tienen un poder singular para conmover los corazones. Dé a los niños confianza en que su testimonio de Jesucristo puede ayudar a los demás.

Imagen
Dos niños sentados en una silla

Podemos hablar a los demás sobre lo que Jesús ha hecho por nosotros.

Posibles actividades

  • Lea a los niños Salmo 71:8 y haga un dibujo de una boca grande en la pizarra. Pídales que le ayuden a “llenar” la boca con cosas que podemos decir a los demás sobre Jesucristo.

  • Pase entre los niños una imagen de Jesucristo y pídales que se turnen para sostener la imagen y decir una cosa que sepan sobre Él. ¿Qué ha hecho Él por nosotros? (Las imágenes del Libro de obras de arte del Evangelio podrían darles ideas).

Salmo 86:7

El Padre Celestial escucha y contesta mis oraciones.

Muchos de los salmos son como oraciones a Dios en las que se pide ayuda, guía o protección. Considere cómo puede ayudar a los niños a edificar su fe en que el Padre Celestial los escucha y les contesta cuando oran.

Posibles actividades

  • Pregunte a los niños cómo hablan con personas que viven lejos. Muéstreles cosas que podemos utilizar para comunicarnos, tales como un teléfono o una carta. Léales Salmo 86:7. ¿Cómo “invoca[mos]” al Padre Celestial? ¿Cómo nos responde Él?

  • Invite a los niños a dramatizar lo que hacen todos los días, tal como despertarse, comer el desayuno, irse a la escuela o acostarse a dormir. Ayúdelos a encontrar momentos durante el día en los que puedan orar al Padre Celestial. Testifique que podemos orarle en cualquier momento y que Él siempre nos escuchará.

  • Entonen juntos una canción que hable de la oración, tal como “Oración de un niño” (Canciones para los niños, págs. 6–7). Hable sobre alguna ocasión en la que Dios le contestó sus oraciones.

Salmo 77:11

“Me acordaré de las obras de Jah”.

Las Escrituras pueden edificar nuestra fe en Jesucristo al ayudarnos a recordar Sus “maravillas antiguas”.

Posibles actividades

  • Lea a los niños Salmo 77:11 y dígales de qué manera usted trata de “acordar[se] de las obras de Jah” [Jehová], incluso Sus obras en la vida de usted. Invite a los niños a hacer dibujos que les ayuden a recordar las grandes cosas que Él ha hecho.

  • Muestre imágenes de este libro o de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar para recordar a los niños las historias que han aprendido en el Antiguo Testamento sobre las grandes cosas que Jehová ha hecho por Su pueblo. Pregúnteles cuál de esas historias les gusta más y por qué.

Imagen
ícono de enseñar

Enseñar la doctrina: Niños mayores

Salmo 51

El arrepentimiento es un cambio de corazón.

El Salmo 51 contiene varias verdades sobre el arrepentimiento. ¿Cómo ayudará a los niños a descubrir esas verdades?

Posibles actividades

  • Asigne a cada uno de los niños que lean una de las referencias de las Escrituras que se encuentran en la hoja de actividades de esta semana y pídales que encuentren palabras que les enseñen algo sobre el arrepentimiento. Permita que escriban las palabras en la pizarra. Después de que todos hayan compartido algo, pregúnteles cómo le responderían a un amigo que les pregunte: “¿Qué significa arrepentirse?”.

  • Dibuje un corazón en la pizarra. Pida a los niños que nombren algunos pecados que Satanás nos tienta a cometer y escríbalos dentro del corazón. Pida a los niños que encuentren la palabra corazón en Salmo 51:10, 17. ¿Qué nos enseñan esos versículos en cuanto al arrepentimiento? (véase también el versículo 6). Ayude a los niños a entender que, aunque dejemos de cometer el pecado, nuestro corazón necesita cambiar a fin de que nos arrepintamos. Pida a los niños que borren los pecados del corazón y que escriban nuevas palabras que describan el cambio en nuestro corazón cuando nos arrepentimos. Comparta su testimonio de que Dios puede “[c]rea[r] en [nosotros] […] un corazón limpio” cuando nos arrepentimos (versículo 10).

Salmos 66:16; 77:11; 78:7

“Me acordaré de las obras de Jah”.

Los israelitas enseñaron a sus hijos en cuanto a los milagros que Dios había hecho por ellos para que los hijos “p[usier]an en Dios su confianza” (Salmo 78:7).

Posibles actividades

  • Pida a los niños que compartan con usted algunas de sus historias favoritas de las Escrituras (las imágenes del Libro de obras de arte del Evangelio podrían ayudarles a pensar en las historias). ¿Por qué les gustan esas historias? ¿Qué nos enseñan sobre el Señor? Lean juntos Salmos 77:11; 78:7. ¿Por qué es importante “acordar[se] de las obras de Jah” [Jehová]?

  • Pida a los niños que lean Salmo 66:16 y que piensen o anoten respuestas a la pregunta “¿Qué ha hecho Jehová por mi alma?”. Luego permita que compartan sus respuestas, si así lo desean. ¿Qué podemos hacer para “recorda[r] siempre” (Moroni 4:3; 5:2) lo que el Señor ha hecho por nosotros?

Salmo 86:5, 13, 15

El Señor desea perdonar.

Cuando pecamos, Satanás quiere que pensemos que el Señor nunca nos perdonará. Ayude a que los niños edifiquen su fe en que el Señor es “perdonador, y abund[a] en misericordia” (Salmo 86:5).

Posibles actividades

  • Muestre una imagen del Salvador (por ejemplo, una de las que figuran en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar) y pregunte a los niños qué palabras utilizarían para describirlo a Él. Invítelos a encontrar palabras que lo describan en Salmo 86:5, 13, 15. Si es necesario, ayúdeles a definir las palabras. ¿Qué podríamos decirle a un amigo que piensa que Dios está enojado con él cuando peca?

  • Entone con los niños una canción que usted considere que les ayudará a entender la disposición a perdonar que tiene el Salvador, tal como “Asombro me da” (Himnos, nro. 118). Exprese su testimonio de que Jesucristo desea perdonarnos.

Imagen
ícono de aprender

Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a cada niño a mencionar una razón por la que aman al Padre Celestial y a Jesucristo. Aliéntelos a compartir dicha razón con alguien en casa. Testifique que sus palabras bendecirán a esa persona.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Exprese confianza. Si los [niños] perciben que usted confía en ellos, su confianza en su propio potencial divino aumentará […]. Dígales, con amor, que usted sabe que ellos pueden ser responsables de su propio aprendizaje” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 28).