Antiguo Testamento 2022
4 – 10 julio. 2 Reyes 2–7: “Hay profeta en Israel”


“4 – 10 julio. 2 Reyes 2–7: ‘Hay profeta en Israel’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: Antiguo Testamento 2022 (2021)

“4 – 10 julio. 2 Reyes 2–7”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: 2022

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Eliseo muestra al siervo carros de fuego

Illustration of Elisha showing his servant the chariots of fire [Ilustración de Eliseo mostrando a su siervo los carros de fuego], © Review & Herald Publishing / bajo licencia de goodsalt.com.

4 – 10 julio

2 Reyes 2–7

“Hay profeta en Israel”

Conforme lea las Escrituras, el Espíritu podría dirigir su atención hacia ciertas frases o pasajes. Si lo desea, tome nota de por qué tales pasajes le resultan significativos.

Anote sus impresiones

La misión principal de los profetas es enseñar sobre el Salvador Jesucristo y testificar de Él. Sin embargo, los registros que tenemos del profeta Eliseo no contienen mucho acerca de sus enseñanzas ni de su testimonio. Lo que sí contienen son los milagros que efectuó Eliseo, entre ellos, levantar a un niño de entre los muertos (véase 2 Reyes 4:18–37), alimentar a una multitud con una pequeña cantidad de comida (véase 2 Reyes 4:42–44) y sanar a un leproso (véase 2 Reyes 5:1–14). De modo que, aunque no tengamos palabras de Eliseo que den testimonio de Cristo, sí tenemos, a lo largo del ministerio de Eliseo, elocuentes manifestaciones del poder del Señor de dar vida, de sustentar y de sanar. Dichas manifestaciones abundan en nuestra vida más de lo que a veces nos damos cuenta. Para verlas, debemos procurar el milagro que Eliseo procuró al orar por su joven y temeroso siervo: “Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea” (2 Reyes 6:17).

A fin de consultar una reseña del libro de 2 Reyes, véase “Reyes”, en la Guía para el Estudio de las Escrituras.

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Ideas para el estudio personal de las Escrituras

2 Reyes 2–6

Dios puede obrar milagros en mi vida.

Con frecuencia, los milagros nos ayudan a vencer las dificultades de la vida terrenal; en los tiempos de Eliseo, se trató de tierras estériles que necesitaban agua pura y de un hacha perdida que había que hallar (véanse 2 Reyes 2:19–22; 6:4–7). Pero los milagros también tornan nuestro corazón al Señor y nos enseñan lecciones espirituales. Al leer 2 Reyes 2–6, si lo desea, haga una lista de los milagros que encuentre y medite en las lecciones espirituales que aprenda de cada uno. ¿Qué le enseñan esos milagros acerca del Señor y de lo que Él puede hacer en su vida?

Véanse también 2 Nefi 26:12–13; 27:23; Mormón 9:7–21; Moroni 7:35–37; Donald L. Hallstrom, “¿Ha cesado el día de los milagros?”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 88–90.

2 Reyes 4:8–17; 7:1–16

Se cumplirán las palabras que el Señor pronuncie mediante Sus profetas.

Tal como se registra en 2 Reyes 4:8–17; 7:1–16, el Señor inspiró a Eliseo a que profetizara sobre cosas futuras; cosas que parecían, desde el punto de vista de otras personas, improbables que ocurrieran. Al leer esos versículos, piense en el modo en que usted responde a la palabra que el Señor revela mediante Sus profetas hoy en día. ¿Qué enseñanzas, profecías o promesas ha escuchado pronunciar a los profetas vivientes? ¿Qué hace usted para actuar con fe según esas promesas?

Véanse también 3 Nefi 29:6; Doctrina y Convenios 1:37–38.

2 Reyes 5

Si soy humilde y obediente, Jesucristo puede sanarme.

A veces, en las Escrituras, es más fácil hallar cosas significativas para nosotros en lo personal si comparamos los elementos físicos de los relatos con lo espiritual. Por ejemplo, mientras lea 2 Reyes 5, podría comparar la lepra de Naamán con algún desafío espiritual que esté afrontando. Al igual que Naamán, quizás usted haya esperado que el Señor hiciera “alguna gran cosa” (versículo 13) para ayudarle. ¿Qué le enseña la experiencia de Naamán? ¿Qué equivalente encuentra en su vida al sencillo consejo: “Lávate, y serás limpio”?

Observe el efecto que la experiencia de Naamán tuvo en su fe en el Dios de Israel (véase el versículo 15). ¿Qué experiencias han fortalecido su fe en el Señor?

Véanse también Lucas 4:27; 1 Pedro 5:5–7; Alma 37:3–7; Éter 12:27; L. Whitney Clayton, “Haced todo lo que Él os diga”, Liahona, mayo de 2017, págs. 97–99; “Naamán y Eliseo” (video), LaIglesiadeJesucristo.org.

2 Reyes 6:8–23

“No tengas miedo, porque son más los que están con nosotros que los que están con ellos”.

¿Alguna vez se ha sentido sobrepasado por los problemas y ha tenido temor, preguntándose, como lo hizo el joven criado de Eliseo: “¿Qué haremos?”? (Véase 2 Reyes 6:8–23). ¿De qué modo le inspira la respuesta de Eliseo? ¿De qué manera cambia este relato la forma en que usted piensa y se siente en cuanto a sus pruebas, sus responsabilidades o su esfuerzo por vivir el Evangelio?

Al meditar al respecto, considere las palabras del presidente Henry B. Eyring: “Al igual que ese criado de Eliseo, hay más con ustedes que los que ven que se les oponen. Algunos que están con ustedes serán invisibles a sus ojos mortales. El Señor los sostendrá y en ocasiones lo hará llamando a otros para que estén a su lado” (“Oh vosotros que os embarcáis”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 58).

Véanse también Salmo 121; Doctrina y Convenios 84:88.

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Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la noche de hogar

2 Reyes 2:1–14.Piense en las personas que vieron que Eliseo “tomó” el manto de Elías el Profeta (el manto o capa era un símbolo de su llamamiento profético). ¿Cómo habrá influido aquello en la forma en que respondieron al ministerio de Eliseo? (Véase también 1 Reyes 19:19). Tal vez los miembros de la familia podrían turnarse para colocarse un “manto” y testificar de las maneras en que han visto cómo el Señor apoya y fortalece a quienes son llamados a servir en Su Iglesia.

2 Reyes 4.Si lo desea, invite a los integrantes de la familia a leer sobre uno de los milagros que se hallan en 2 Reyes 4 (véanse los versículos 1–7, 14–17, 32–35, 38–41, 42–44) y a escribir alguna pista para ayudar a los demás a adivinar de qué milagro se trata. ¿Qué aprendemos en ese capítulo sobre el Salvador y Sus milagros? ¿Qué milagros, ya fueren grandes o pequeños, hemos visto en nuestra vida?

2 Reyes 5:1–15.Al leer estos versículos y meditar en aquel acto sencillo que se le pedía hacer a Naamán, considere las cosas sencillas que nuestro profeta nos ha pedido que hagamos. ¿Cómo puede nuestra familia seguir mejor su consejo?

Si lo desean, la familia también podría ver el video “Naamán y Eliseo” (LaIglesiadeJesucristo.org) o leer “El profeta Eliseo: Tres milagros”, “El Tercer Milagro” (en Relatos del Antiguo Testamento).

2 Reyes 5:20–27.¿De qué modo podría haber ayudado a Giezi leer “La honradez y la integridad” en Para la Fortaleza de la Juventud? (Pág. 19). ¿De qué manera nos perjudica la falta de honradez? ¿En qué forma se nos bendice al ser honrados?

2 Reyes 6:13–17.Tal vez los miembros de la familia disfruten al dibujar la experiencia de Eliseo y su criado, que se describe en esos versículos. ¿De qué modo pueden ayudarnos esos versículos al sentirnos solos o agobiados?

Para consultar más ideas sobre cómo enseñar a los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.

Canción que se sugiere: “Caros niños, Dios os ama”, Himnos, nro. 47.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Aliéntelos a hacer preguntas. Las preguntas que realizan los niños son indicios de que están listos para aprender. Cuando no conozca la respuesta a lo que pregunten, búsquenla juntos (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 25–26).

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Naamán se lava en el río

Ilustración de Naamán al ser sanado de la lepra, por Paul Mann.