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Moroni 4–5: La Santa Cena


“Moroni 4–5: La Santa Cena”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024

“Moroni 4–5”, El Libro de Mormón, Manual del alumno

Moroni 4–5

La Santa Cena

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El pan y el agua de la Santa Cena

Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se nos invita a participar en ordenanzas sagradas y a hacer convenios con nuestro Padre Celestial. Cuando nos esforzamos por guardar nuestros convenios, el Padre Celestial nos bendice. La ordenanza en la que participamos con más frecuencia es la Santa Cena. Esta lección puede ayudarte a guardar el convenio que haces cuando participas de la Santa Cena, para que puedas tener el Espíritu del Señor contigo.

¿Por qué vas a la iglesia?

La hermana Cheryl A. Esplin, quien fue consejera de la Presidencia General de la Primaria, relató una pregunta que un hijo le hizo a su padre de noventa y seis años: “Papá, ¿por qué vas a la iglesia? No puedes ver ni escuchar, y te es difícil trasladarte de un lugar a otro. ¿Por qué vas a la iglesia?” (véase “La Santa Cena: Una renovación para el alma”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 14).

  • ¿Cómo crees que el padre pudo haber respondido esa pregunta?

“El padre contestó: ‘Por la Santa Cena. Voy a participar de la Santa Cena’” (Cheryl A. Esplin, “La Santa Cena”, pág. 14).

  • ¿Qué sabes acerca de la Santa Cena que podría haber causado que el padre respondiera así?

  • ¿Cuán importante es la Santa Cena para ti? ¿Por qué?

  • ¿Qué esfuerzos haces por tener una experiencia significativa durante la Santa Cena?

Como parte de su registro, Moroni incluyó las oraciones que Jesucristo había transmitido previamente a los nefitas para la administración de la Santa Cena (véase Moroni 4:1–2). Cuando estudies esas oraciones en Moroni 4–5, presta atención a las impresiones que recibas para saber lo que puedes hacer a fin de guardar los convenios que haces al participar de la Santa Cena.

La Santa Cena

Cuando participamos de la Santa Cena, hacemos un convenio con el Padre Celestial y renovamos los convenios que hicimos al ser bautizados (véanse Mosíah 18:8–10; Doctrina y Convenios 20:37). “Un convenio es un acuerdo sagrado entre Dios y una persona o un grupo de personas. Dios fija condiciones específicas y promete bendecirnos si obedecemos esas condiciones” (Temas del Evangelio, “Convenio”, LaIglesiadeJesucristo.org).

Copia el cuadro siguiente en tu diario de estudio. Completa la primera columna con la ayuda de Moroni 4:3.

El convenio de la Santa Cena

Lo que prometo hacer

Maneras de cumplir mis promesas

  • ¿Cómo resumirías lo que prometemos cuando participamos del pan?

Una manera de resumir nuestra parte del convenio de la Santa Cena es la siguiente: Cuando participamos de la Santa Cena, prometemos estar dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre del Salvador, recordarlo siempre y guardar Sus mandamientos.

  • ¿Qué crees que signifique estar dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre del Salvador?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, explicó lo siguiente:

Prometemos tomar sobre nosotros Su nombre. Eso significa que tenemos que considerarnos Suyos. Lo colocamos en el primer lugar de nuestra vida. Deseamos lo que Él desea y no lo que nosotros queremos o lo que el mundo nos enseña que debemos ambicionar (véase Henry B. Eyring, “Para que seamos uno”, Liahona, julio de 1998, pág. 73).

  • ¿Cómo podrías tomar mejor sobre ti el nombre del Salvador?

  • ¿De qué maneras el tomar sobre nosotros el nombre del Salvador nos ayuda a llegar a ser semejantes a Él?

Llena la segunda columna del cuadro con ideas acerca de cómo podemos esforzarnos por cumplir con cada una de nuestras promesas.

Tener Su Espíritu siempre con nosotros

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una joven tomando la Santa Cena

Lee Moroni 4:3 y 5:2 y busca similitudes y diferencias entre la oración del pan y la oración del vino (agua).

  • ¿Qué similitudes encontraste?

  • ¿Qué hará el Padre Celestial si guardamos el convenio que hacemos durante la Santa Cena?

Un principio que aprendemos es el siguiente: Al guardar el convenio que hacemos durante la Santa Cena, siempre podemos tener el Espíritu del Señor con nosotros.

  • Piensa en qué manera tu disposición a cumplir las promesas siguientes te ayuda a ser merecedor de tener siempre el Espíritu del Señor contigo:

    • Tomar sobre ti el nombre del Salvador.

    • Recordarlo siempre.

    • Guardar Sus mandamientos.

  • ¿Cómo te beneficiarías de tener siempre el Espíritu Santo contigo?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó cómo debemos enfocar la Santa Cena y cómo podemos ser bendecidos al guardar sus convenios. Lee la declaración siguiente o mira el video “El Sacerdocio Aarónico y la Santa Cena”, desde 6:48 hasta 7:22, en LaIglesiadeJesucristo.org.

Se nos ha mandado arrepentirnos de nuestros pecados y venir al Señor con el corazón quebrantado y el espíritu contrito y participar de la Santa Cena en cumplimiento de sus convenios. Al renovar nuestro convenio bautismal de esta forma, el Señor renueva el efecto limpiador de nuestro bautismo. De esta manera, quedamos limpios y podemos siempre tener Su Espíritu con nosotros. La importancia de esto es evidente en el mandamiento que da el Señor de que participemos de la Santa Cena todas las semanas (véase Doctrina y Convenios 59:8–9) (Dallin H. Oaks, “El Sacerdocio Aarónico y la Santa Cena”, Liahona, enero de 1999, pág. 44).

Guardar el convenio de la Santa Cena

Reflexiona sobre tus esfuerzos por guardar las promesas que haces cuando participas de la Santa Cena. ¿En qué te está yendo bien? ¿Qué podrías mejorar?

Selecciona una o más promesas en las que quieras enfocarte. Anota algo específico que puedas hacer. Si lo deseas, reflexiona sobre esto la próxima vez que participes de la Santa Cena.

Presta atención a la forma en la que guardar tus convenios te ayuda a tener el Espíritu Santo contigo y a la diferencia que notas en tu vida.

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ícono, anotar
  1. Como ayuda para resumir lo que hayas aprendido, escribe un párrafo breve en el que describas el convenio que haces cuando participas de la Santa Cena y las maneras en las que puedes guardarlo. Incluye de qué manera el tener siempre el Espíritu Santo contigo sería una bendición en tu vida.