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Éter 2: “La mano del Señor los guiaba continuamente”


“Éter 2: ‘La mano del Señor los guiaba continuamente’”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024

“Éter 2”, El Libro de Mormón, Manual del alumno

Éter 2

“La mano del Señor los guiaba continuamente”

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la mano guiadora del Salvador

¿Alguna vez has enfrentado una decisión o un problema difícil y se sentías confundido en cuanto a qué hacer? Cuando el hermano de Jared y su pueblo construían barcos para cruzar el mar, se encontraron con varios problemas importantes. El hermano de Jared actuó con fe en el Señor y buscó Su guía en cada desafío. Esta lección puede ayudarte a saber cómo puedes recurrir a la ayuda del Señor para resolver tus problemas.

Problemas y decisiones

Imagina que alguien en las redes sociales hizo una lista de lo que creía que eran los tres principales problemas y preocupaciones que afrontan los jóvenes en la actualidad. Esa persona mencionó lo siguiente:

  • Sentir presión por tener éxito en los estudios

  • Llevarse bien con los amigos

  • Planificar para el futuro

  • ¿Estás de acuerdo con las elecciones de esta persona? ¿Por qué sí o por qué no?

  • ¿Qué otros problemas o preocupaciones podrías incluir en la lista? ¿Por qué?

Tómate un momento para meditar sobre las preguntas siguientes:

  • ¿Cuáles son tus mayores preocupaciones y problemas?

  • ¿Buscas la ayuda del Señor al respecto? ¿Cómo?

  • ¿Cuán seguro estás de que con la ayuda del Señor podrás superar tus preocupaciones y problemas?

Escoge uno de los problemas o decisiones en los que pensaste que te gustaría recibir ayuda del Señor. A medida que estudies, busca verdades que puedan guiarte para recibir ayuda del Padre Celestial y de Jesucristo con el problema o la decisión que escogiste.

Prepararse para la ayuda del Señor

Los jareditas siguieron las instrucciones del Señor y construyeron barcos para “[atravesar] muchas aguas” (Éter 2:6) hasta llegar a las costas del “gran mar” (Éter 2:13). Luego, el Señor les ordenó que construyeran de nuevo barcos “a semejanza de los que hasta [entonces] hab[ían] hecho” (Éter 2:16) para cruzar el “gran mar” hasta la tierra prometida. El hermano de Jared se enfrentó a varios retos importantes cuando intentó seguir las instrucciones del Señor para un viaje tan largo.

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  1. Elabora un cuadro como el siguiente en tu diario de estudio. Lee Éter 2:16–25; 3:1, 4, 6, y completa las respuestas que encuentres. Fíjate en las diferentes maneras en que el Señor respondió al hermano de Jared.

¿Qué hicieron el hermano de Jared y su pueblo?

¿Qué preguntas o inquietudes tenía el hermano de Jared?

¿Cómo respondió el Señor a sus preguntas?

  • ¿Cómo podrían aplicarse estos versículos a nuestra vida?

Un principio que podemos aprender es el siguiente: Si suplicamos al Padre Celestial en oración y hacemos nuestra parte para resolver nuestros problemas, podremos recibir la ayuda del Señor.

  • ¿Cuáles son las diferentes maneras en que el Señor responde a las preguntas del hermano de Jared? (véase Éter 2:19–23).

Según el presidente Harold B. Lee (1899–1973), la pregunta del Señor que se encuentra en Éter 2:23, “¿Qué quieres que yo haga para que tengáis luz en vuestros barcos?”, era similar a decir lo siguiente:

“¿Qué sugieres que hagamos para tener luz?” […].

Era como si el Señor le estuviera diciendo: “Mira, te di una mente con la que pensar y te di el albedrío para usarlo. Ahora haz todo lo que puedas para ayudarte a ti mismo con este problema, y entonces, después de que hayas hecho todo lo que puedas, intervendré para ayudarte […].

Si desean una bendición, no solo deben arrodillarse y orar al respecto. Prepárense en todos los aspectos posibles con el fin de ser dignos de recibir la bendición que desean (Harold B. Lee, Stand Ye in Holy Places , 1974, págs. 243–244).

  • ¿Por qué en algunas situaciones el Señor podría dar una instrucción específica mientras que en otras ocasiones quiere que propongamos una solución y busquemos Su ayuda para resolver nuestros problemas?

  • ¿Por qué querría el Señor nuestros pensamientos y esfuerzos además de nuestras oraciones?

  • ¿Cómo puede ayudarnos a progresar el modo en que el Señor responde a nuestras preguntas y preocupaciones?

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  1. Completa lo siguiente:

    Para ayudarte a reflexionar sobre cómo puede aplicarse este principio a nosotros en nuestro día a día, realiza una de las actividades siguientes:

    1. Escribe sobre cómo el Señor te respondió a ti o a alguien que conoces con instrucciones específicas para resolver un problema o cómo Él quiso que propusieras una solución y buscaras Su bendición. Anota lo que hayas aprendido de la experiencia.

    2. Selecciona lo que crees que es uno de los problemas o preocupaciones más habituales para los jóvenes de hoy. Piensa en qué podría hacer alguien para superar ese problema y cómo podría buscar la ayuda del Señor.

Aplicación personal

Piensa en el problema o la decisión que elegiste al principio de la lección y agrega lo siguiente a tu cuadro:

¿Qué he hecho o podría hacer para resolver o superar mi problema?

¿Qué preguntas o inquietudes tengo que podría presentar al Señor?

¿De qué manera podría el Señor ayudarme o responderme?

Busca la ayuda del Padre Celestial por medio del Espíritu Santo para saber lo que debes hacer. Recuerda lo que sabes sobre el Padre Celestial y Jesucristo que te da confianza para buscar Su ayuda.