Helamán 3; 6

“Así vemos”

Mormón meditando mientras escribe

Imagínate que escribes una carta para ayudar a las personas que vivirán dentro de cientos de años. El profeta Mormón hizo eso básicamente. Mientras compendiaba la historia nefita y la grababa en las planchas de oro, en ocasiones señalaba verdades importantes utilizando declaraciones como “así vemos”. Las enseñanzas que Mormón resaltó nos pueden ayudar con los desafíos que enfrentamos en la actualidad. Esta lección puede ayudarte a reconocer verdades de las Escrituras y a analizar la influencia que esas verdades pueden tener en tu vida.

Una guía de supervivencia

• Si te pidieran que escribieras una guía de supervivencia escolar para niños de doce y trece años, ¿qué incluirías?

Lee lo que el presidente Russell M. Nelson dijo acerca de una guía de supervivencia para tu vida:

Presidente Russell M. Nelson

[Los profetas del Libro de Mormón], inspirados por el Señor, vieron nuestra época y seleccionaron la doctrina y las verdades que más nos ayudarían. El Libro de Mormón es nuestro manual de supervivencia en los últimos días (Russell M. Nelson, “Acoger el futuro con fe”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 75).

• ¿De qué manera la doctrina y las verdades que encuentras en las Escrituras te ayudan a sobrevivir espiritualmente? ¿Se te ocurre algún ejemplo reciente?

A medida que estudies Helamán 3 y Helamán 6, tendrás la oportunidad de practicar cómo reconocer la doctrina y los principios en las Escrituras. Esto puede ayudarte a estudiar las Escrituras de forma más significativa, y puede llevarte a ti y llevar a tu familia más cerca de Cristo.

“Así vemos…”

En medio de toda la contención registrada en Helamán 1–6, hubo épocas temporales de paz. En Helamán 3, miles de personas fueron bautizadas en la Iglesia y esta prosperó. En Helamán 6, tras la conversión de muchos lamanitas, los nefitas y los lamanitas vivieron en unidad cuando ambos grupos se volvieron al Señor. En estos dos capítulos, Mormón hizo una pausa en su narración de la historia de los nefitas para resaltar doctrinas y principios de verdad importantes; para ello, utilizó la expresión “así vemos”.

Lee Helamán 3:27–30; 6:34–36, para reconocer las declaraciones de verdad que comienzan con la expresión “así vemos”. Considera marcar esas verdades en tu ejemplar de las Escrituras y anotarlas con tus propias palabras en tu diario de estudio.

A continuación, escoge una de las verdades que hayas encontrado y anota algunos de los peligros espirituales, desafíos o ataques a la fe que esta verdad pueda ayudarte a sobrevivir. Por ejemplo, si utilizaste esta verdad: Si, con buena disposición, escogemos creer en las palabras del Señor, Él derramará Su Espíritu sobre nosotros (véase Helamán 6:36), podrías anotar peligros como, por ejemplo, necesitar pruebas científicas antes de creer en las Escrituras, creer más en los expertos del mundo que en los profetas o confiar más en la lógica que en las impresiones espirituales.

Recuerda la declaración del presidente Nelson que se encuentra al comienzo de esta lección, la cual indica que el Libro de Mormón es nuestra guía de supervivencia en los últimos días.

ícono, anotar

1. Completa lo siguiente:

   En una hoja de papel, escribe “Cómo sobrevivir a…” y completa el enunciado con uno de los peligros, desafíos o ataques que anotaste. Por ejemplo, si usaste la verdad que reconociste anteriormente, podrías escribir lo siguiente: “Cómo sobrevivir a un ataque a una impresión espiritual”. Utiliza la verdad que escogiste para crear una guía de supervivencia de una página. Explica con dibujos o palabras la forma en que esta verdad puede ayudar a un adolescente a sobrevivir espiritualmente. Incorpora al menos dos de las ideas siguientes a tu guía de supervivencia:

   • El motivo por el cual esta verdad puede ayudar a alguien a sobrevivir espiritualmente a la dificultad que anotaste.

   • Otros pasajes de las Escrituras relacionados con esta verdad o que ayuden con la dificultad que anotaste.

   • La forma en que esta verdad te lleva a ti o lleva a otras personas a Jesucristo o los ayuda a recibir Su fortaleza.

   • Lo que les podría suceder a las personas si no conocen o no siguen esta verdad.

   • La forma en que cambiaría el mundo si todos eligieran vivir de acuerdo con esta verdad.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

Helamán 3:27–28. Tengo muchas dificultades. ¿De verdad se me abrirá la puerta del cielo?

El élder J. Devn Cornish, de los Setenta, enseñó lo siguiente:

Élder J. Devn Cornish:

[A] menudo nuestros miembros preguntan: “¿Soy lo suficientemente bueno como persona?” o “¿En realidad lograré llegar al Reino Celestial?”. Desde luego, no hay tal cosa como “ser suficientemente bueno”. Ninguno de nosotros podría jamás “ganar” o “merecer” nuestra salvación, pero es normal preguntarnos si somos aceptables ante el Señor, que es como yo entiendo esas preguntas […].

El Dios del cielo no es un árbitro desalmado que busca cualquier excusa para expulsarnos del partido. Él es nuestro Padre perfectamente amoroso, quien desea más que nada que todos Sus hijos vuelvan a casa y vivan con Él en familia para siempre. ¡En verdad dio a Su Hijo Unigénito, para que no nos perdamos, mas tengamos vida eterna! [véase Juan 3:16]. Por favor, crean, y encuentren esperanza y consuelo, en esta verdad eterna. El propósito de nuestro Padre Celestial es que lo logremos. Esa es Su obra y Su gloria [véase Moisés 1:39] […].

Ninguno de nosotros llegaremos a ser lo “suficientemente buenos”, excepto por el mérito y la misericordia de Jesucristo [véase 2 Nefi 2:6–8], pero ya que Dios respeta nuestro albedrío, tampoco podemos ser salvos sin intentarlo (véase J. Devn Cornish, “¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Lo lograré?”, Liahona, noviembre de 2016, págs. 32–33, 34).

Helamán 6:35–36. ¿Qué significa que el Espíritu del Señor empezó a retirarse?

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que nuestras decisiones y acciones pueden alejarnos del Espíritu Santo:

Élder David A. Bednar

Precisamente porque la bendición que se nos promete [en el bautismo y la Santa Cena] es que siempre podemos tener Su Espíritu con nosotros, debemos estar atentos y aprender de las decisiones y de las influencias que nos separan del Espíritu Santo.

La norma es clara: si algo que pensemos, veamos, escuchemos o hagamos nos separa del Espíritu Santo, entonces debemos dejar de pensar, ver, escuchar o hacer eso. Por ejemplo, si algo que supuestamente es para nuestra diversión nos aleja del Espíritu Santo, entonces esa clase de diversión no es para nosotros, puesto que el Espíritu no puede tolerar lo que es vulgar, grosero o inmodesto y, por lo tanto, será obvio que esas cosas no son para nosotros. Ya que alejamos al Espíritu del Señor al participar en actividades que sabemos que debemos rechazar, entonces definitivamente sabremos que ese tipo de cosas no son para nosotros (David A. Bednar, “Para que siempre podamos tener Su Espíritu con nosotros”, Liahona, mayo de 2006, pág. 30).