“Alma 8: Escuchar y obedecer al Padre Celestial”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024
“Alma 8”, El Libro de Mormón, Manual del alumno
Alma 8
Escuchar y obedecer al Padre Celestial
Obedecer al Padre Celestial puede ser difícil, pero conduce a la máxima felicidad. A medida que Alma y Amulek ejercieron la fe y siguieron las instrucciones de Dios, Él los bendijo a ellos y las personas que los rodeaban. Esta lección puede ayudarte a escuchar y obedecer al Padre Celestial en tu vida.
Seguir al Padre Celestial
Piensa en cómo te sentirías si el Padre Celestial te pidiera que hicieras lo siguiente y por qué te sentirías así:
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Compartir el Evangelio con alguien que ha rechazado tus invitaciones en el pasado.
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Entablar amistad con alguien de tu escuela que no cae bien o es rechazado, y ayudar a esa persona.
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¿Cuáles son otros mandamientos o impresiones que el Padre Celestial puede darnos que podrían ser difíciles de aceptar y obedecer? ¿Por qué podrían ser tan difíciles esas situaciones?
En el capítulo que estudiarás hoy, Dios le pidió a Alma que afrontara una situación similar a la primera de las situaciones hipotéticas anteriores, y Amulek afrontó una situación similar a la segunda. Dedica un momento a meditar si hay mandamientos o impresiones que vienen de Dios que te resulten difíciles de obedecer. Al estudiar, busca cómo superaron Alma y Amulek sus desafíos y siguieron los mandamientos de Dios. Busca la ayuda del Padre Celestial para saber cómo puedes escucharlo y seguirlo mejor.
La experiencia de Alma
Lee Alma 8:8–18 para saber lo que Dios le pidió a Alma que hiciera y por qué pudo haberle resultado difícil. Trata de visualizar los acontecimientos a medida que los leas. Si lo deseas, mira el video “Alma y Amulek son librados por el poder de Dios”, desde 0:36 hasta 2:22, que se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org, y sigue la lectura en tu ejemplar de las Escrituras.
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¿Qué frases del versículo 14 indican cómo se sentía Alma cuando recibió este mandamiento?
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¿Qué frase del versículo 18 describe cuánto tiempo tardó Alma en obedecer?
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¿Por qué crees que Alma obedeció tan rápidamente, aunque estaba sintiendo tanto pesar?
La experiencia de Amulek
Lee Alma 8:19–21; 10:4–11 para ver lo que sucedió luego. (Podría resultar útil saber que Amulek relató su experiencia en Alma 10:4–11). Trata de visualizar los acontecimientos a medida que los leas. Si lo deseas, continúa mirando el video “Alma y Amulek son librados por el poder de Dios”, desde 2:22 hasta 4:03, que se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org.
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¿Qué aprendemos en Alma 10:4–6 acerca de Amulek? ¿Por qué estos factores podrían haberle dificultado obedecer a Dios?
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¿Por qué crees que el Padre Celestial le siguió extendiendo la mano a Amulek a pesar de que no había obedecido en el pasado?
Lee Alma 8:26–32 para ver cómo fueron bendecidos Amulek y Alma por sus acciones.
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¿Qué principios aprendiste del relato de Alma y Amulek?
Uno de los principios que tal vez hayas encontrado es el siguiente: Cuando escuchamos y obedecemos al Padre Celestial, Él nos bendice a nosotros y a los demás. Podemos escuchar la palabra de Dios de diversas maneras. Por ejemplo, tanto Alma como Amulek escucharon la palabra de Dios por medio de un ángel.
Escucharlo a Él
Amulek dijo: “… [F]ui llamado muchas veces, y no quise oír” (Alma 10:6). Anteriormente en su vida, Alma tampoco escuchó a Dios durante un tiempo (véase Mosíah 27:8).
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Escribe tu respuesta a la actividad siguiente.
Imagínate que alguien que conoces está teniendo dificultades para escuchar y obedecer a Dios. Dedica unos minutos a pensar en qué podría motivar a esa persona a confiar en el Señor. Podrías incluir lo siguiente:
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El ejemplo de obediencia de Alma y Amulek.
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Ejemplos de la obediencia del Salvador al Padre.
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Otros relatos de las Escrituras en los cuales alguien escuchó y obedeció a Dios.
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Bendiciones que has recibido al tratar de obedecer a Dios.
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Podrías mirar el video “La fe no es una casualidad, sino una elección”, desde 1:40 hasta 4:25, que se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org. En el video, el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, describe a un joven que sigue de manera fiel y obediente una impresión en un momento de incertidumbre.
Dedica un tiempo a anotar las impresiones que hayas recibido del Padre Celestial. Piensa en lo que puedes hacer para actuar de acuerdo con esas impresiones. Esto podría incluir el comprometerte a obedecer mandamientos o impresiones específicos y dar los pasos que debas. Si obedecer esos mandamientos te resulta difícil, podrías orar para que el Padre Celestial te ayude.