Alma 5:1–32

Las preguntas de Alma para autoevaluarnos

Un cambio de corazón

Los momentos de autoevaluación pueden ayudarnos a ver más claramente la fortaleza de nuestra relación con Jesucristo. Alma, consciente de que el orgullo y la contención se habían convertido en parte de la Iglesia, hizo a los miembros de la Iglesia en Zarahemla una serie de preguntas que los instaron a reflexionar sobre el enfoque de su corazón y su condición ante Dios. El objetivo de esta lección es ayudarte a evaluar tu progreso espiritual y fortalecer tu conversión a Jesucristo.

Autoevaluación

Piensa en las oportunidades que has tenido de ser entrevistado por otra persona, incluidas las entrevistas de la recomendación para el templo, entrevistas anuales con tu obispo o presidente de rama y entrevistas de trabajo.

• ¿Cuál es el propósito de las entrevistas?

• ¿Cómo podrías llevar a cabo una entrevista contigo mismo?

El presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió algunos de los beneficios de dedicar tiempo con regularidad a evaluar nuestro progreso espiritual. Si lo deseas, mira el video “Volver y recibir”, disponible en ChurchofJesusChrist.org, desde 8:14 hasta 8:58, o lee el texto que se encuentra a continuación.

Presidente M. Russell Ballard

Me he dado cuenta de que para mantenerme centrado en volver [a la presencia de Dios] y recibir las bendiciones prometidas, necesito preguntarme con regularidad: “¿Cómo va mi progreso?”.

Es como tener una entrevista personal y privada con uno mismo. Y si eso suena raro, piensen en esto: ¿quién en este mundo los conoce mejor de lo que se conocen a ustedes mismos? Ustedes conocen sus pensamientos, sus acciones privadas, sus deseos y sus sueños, metas y planes; y saben mejor que nadie cómo va su progreso (véase M. Russell Ballard, “Volver y recibir”, Liahona, mayo de 2017, pág. 64).

¿Con cuánta frecuencia dedicas tiempo a evaluar tu progreso espiritual?

• ¿Qué tipo de beneficios se pueden recibir al hacerlo con regularidad?

Una técnica que puedes utilizar al estudiar las Escrituras es dedicar tiempo a hacer una pausa y evaluar cuán bien estás viviendo las enseñanzas o los principios que estás estudiando. Hoy tendrás la oportunidad de practicar esa técnica al estudiar Alma 5. Este capítulo contiene muchas preguntas que Alma hizo a su pueblo. Tú también puedes hacerte esas preguntas para evaluar tu progreso espiritual. A medida que estudies, busca la guía del Padre Celestial para que te ayude a saber lo que estás haciendo bien y en qué aspectos Él desearía que mejores.

Alma predica al pueblo de Zarahemla

Recuerda que, después de ver el orgullo y la codicia entre su pueblo, Alma renunció a ser el juez superior de los nefitas para dedicarse más plenamente a enseñar la palabra de Dios (véase Alma 4:19).

Alma comenzó a predicar en la tierra de Zarahemla y les recordó a esas personas el cautiverio espiritual y físico que los nefitas habían experimentado en la época del rey Noé (véase Alma 5:3–5).

Lee Alma 5:6–13 y busca lo que Alma deseaba que su pueblo recordara acerca de la generación anterior de nefitas.

• ¿Por qué crees que Alma quería que su pueblo recordara estas cosas?

• ¿Qué quería Alma que su pueblo supiera acerca de Jesucristo en el versículo 7?

Lee Alma 5:14, 26 y busca las preguntas que Alma hizo a su pueblo después de recordarles su legado espiritual.

• ¿Qué crees que Alma deseaba que su pueblo comprendiera mediante estas preguntas?

• ¿De qué manera crees que el hacerte preguntas como las de los versículos 14 y 26 podría influir en tu vida?

Utilizar las enseñanzas de Alma para llevar a cabo una autoevaluación

Dedica tiempo a estudiar las palabras de Alma al pueblo de Zarahemla que se encuentran en Alma 5:14–30 y reflexiona sobre si has experimentado o estás experimentando el cambio que describió Alma. A medida que estudies, lleva a cabo tu propia autoevaluación con algunas o todas las preguntas que Alma hizo en estos versículos. A continuación, se indican algunas maneras en que puedes hacer esto.

1. Haz una pausa cada dos o tres versículos para reflexionar y evaluar la relación que las preguntas de Alma que se encuentran en esos versículos tienen con tu vida.

2. Selecciona algunas de las preguntas de Alma que creas que son más significativas y relevantes para ti. Escribe esas preguntas en tu diario de estudio y anota tus respuestas a cada pregunta, así como otras ideas o impresiones que tengas.

3. Después de encontrar las preguntas que hizo Alma en estos versículos, redacta dos o tres preguntas que podrías utilizar para evaluar tu propio progreso espiritual. Anota tus respuestas en tu diario de estudio.

ícono, anotar

1. Responde al menos dos de las preguntas siguientes:

   • ¿Cuáles de las preguntas de Alma te parecieron más significativas para ti? ¿Por qué?

   • ¿Qué palabras o frases que encontraste en estos versículos podrían darte el deseo y el valor de arrepentirte?

   • A partir de lo que has estudiado, ¿qué aprendiste sobre Dios y lo que Él desea para ti?

Piensa en lo que has aprendido o sentido hoy al utilizar las palabras de Alma para evaluar tu progreso espiritual. Determina una o dos cosas en las que te gustaría trabajar debido a lo que has estudiado. Piensa en lo que comenzarás a hacer hoy, qué obstáculos podrías afrontar y cómo puedes buscar la ayuda de Dios para vencer tus obstáculos. Anota tus pensamientos e impresiones en tu diario de estudio.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

Alma 5:9, 26. ¿Qué puede impedirnos que mantengamos un cambio en el corazón?

El élder Wilford W. Andersen, de los Setenta, enseñó lo siguiente:

Élder Wilford W. Andersen

Cuando recibimos el don del Espíritu Santo después del bautismo, somos llenos de la música celestial que acompaña a la conversión. Nuestro corazón cambia y “ya no tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente” (Mosíah 5:2). Pero el Espíritu no tolera la falta de bondad, el orgullo ni la envidia. Si perdemos esa delicada influencia en nuestra vida, las ricas armonías del Evangelio no tardarán en tornarse desafinadas y, en última instancia, quedarán silenciadas. Alma formuló la pregunta conmovedora: “… si habéis sentido el deseo de cantar la canción del amor que redime, quisiera preguntaros: ¿Podéis sentir esto ahora?” (Alma 5:26) (Wilford W. Andersen, “La música del Evangelio”, Liahona, mayo de 2015, pág. 55).

Alma 5:14. ¿Qué significa nacer de Dios?

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo siguiente:

Élder David A. Bednar

Los siervos autorizados del Señor enseñan reiteradamente que uno de los propósitos principales de nuestra existencia terrenal es que se produzca un cambio espiritual y una transformación por medio de la expiación de Jesucristo […].

Se nos ha instruido que debemos: “veni[r] a Cristo, y perfecciona[rn]os en él, y abstene[rn]os de toda impiedad” (Moroni 10:32), convertirnos en “nueva[s] criatura[s]” en Cristo (véase 2 Corintios 5:17), despojarnos del “hombre natural” (Mosíah 3:19) y experimentar “un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones, por lo que ya no tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente” (Mosíah 5:2). Tengan a bien notar que la conversión que se describe en esos versículos es potente, no pequeña; es un renacimiento espiritual y un cambio fundamental en lo que sentimos y en lo que deseamos, en lo que pensamos, en lo que hacemos y en lo que somos. En efecto, la esencia del evangelio de Jesucristo supone un cambio fundamental y permanente en nuestra naturaleza, lo cual es posible a través de nuestra dependencia de “los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías” (2 Nefi 2:8). Al escoger seguir al Maestro, escogemos cambiar, para nacer de nuevo espiritualmente (véase David A. Bednar, “Os es necesario nacer de nuevo”, Liahona, mayo de 2007, págs. 19–20).