Evalúa tu aprendizaje 4

Enós–Mosíah 17

Unos jóvenes estudian juntos las Escrituras y hablan al respecto

El objetivo de esta lección es ayudarte a evaluar las metas que te has fijado y el progreso que has experimentado hasta ahora en tu estudio del Libro de Mormón.

“Evaluemos […] y sigamos intentándolo”

Es importante dedicar tiempo de forma periódica a reflexionar y evaluar cómo estamos haciendo las cosas. El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:

Élder Dale G. Renlund

Mi invitación a todos nosotros es que evaluemos nuestra vida, nos arrepintamos y sigamos intentándolo […]. Conforme cambiemos, descubriremos que en verdad a Dios le importa más quiénes somos y en quiénes nos estamos convirtiendo, que quiénes fuimos alguna vez (véase Dale G. Renlund, “Los Santos de los Últimos Días siguen intentándolo”, Liahona, mayo de 2015, pág. 58).

Tal vez desees plantearte preguntas como las siguientes durante esta lección:

• ¿De qué maneras crees que estás creciendo o cambiando debido a lo que estás aprendiendo del Libro de Mormón?

• ¿Cómo has progresado de acuerdo con las metas que te fijaste?

• ¿En qué te gustaría seguir esforzándote? ¿O sería beneficioso elegir otro ámbito en el cual puedas enfocarte?

Las actividades siguientes pueden ayudarte a medir tu comprensión, tu conocimiento y el progreso que estás tratando de lograr. Invita al Espíritu Santo a que te ayude a reconocer tus esfuerzos y a sentir el amor del Padre Celestial.

Explicar la función de los profetas

Cuando estudiaste acerca del profeta Abinadí en Mosíah 11–17, tal vez reconocieras que Alma creyó que Abinadí era un profeta y siguió sus enseñanzas, mientras que el rey Noé y los otros sacerdotes lo rechazaron abiertamente. Quizás notes en nuestros días que algunas personas aceptan a los profetas, mientras que otras los rechazan.

Utiliza los recursos que se encuentran a continuación u otros que encuentres para preparar una respuesta breve a fin de ayudar a alguien a entender qué es un profeta y por qué los profetas son necesarios en la actualidad. Incluye uno o más pasajes de las Escrituras para respaldar tu respuesta.

En lugar de limitarte a escribir tu respuesta, podrías crear una publicación en las redes sociales, preparar un video corto o pensar en otra manera de compartir lo que sabes.

Recursos de las Escrituras que podrían ser útiles:

• Mosíah 8:13, 16–18

• Mosíah 11:20–21; 13:33; 15:11

• Buscar “Profetas” en Temas del Evangelio, en topics.ChurchofJesusChrist.org.

Preguntas que podrías plantearte mientras preparas tu respuesta:

• ¿Qué es un profeta y qué hacen los profetas?

• ¿Qué preguntas o malentendidos podrían tener las personas en cuanto a los profetas?

• ¿Qué más podrías compartir para ayudar a otras personas a entender por qué Dios llama a profetas hoy en día?

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1. Anota tu respuesta o una descripción de lo que preparaste.

Ayudar a recoger a Israel y servir a otras personas

Una de las verdades que Dios ha revelado por medio de Sus profetas es que Su obra y Su gloria es ayudar a Sus hijos a alcanzar la vida eterna (véase Moisés 1:39). En el Libro de Mormón, el rey Benjamín señaló que una de las maneras en que podemos ayudar a cumplir la obra de Dios es sirviendo a otras personas (véase Mosíah 2:17). Más recientemente, la presidenta Bonnie H. Cordon, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, enseñó:

Hermana Bonnie H. Cordon

Nuestro propósito eterno es venir a Cristo y unirnos activamente a Él en Su gran obra. Esto es tan sencillo como hacer lo que nos enseñó el presidente Nelson: “Cada vez que hacemos algo que ayude a alguien […] a hacer y guardar sus convenios con Dios, estamos ayudando a recoger a Israel”. Y cuando hacemos Su obra junto con Él, llegamos a conocerlo y a amarlo más (Bonnie H. Cordon, “Venir a Cristo y no venir solos”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 11).

Piensa en las metas que te hayas fijado o en los planes que hayas elaborado en lecciones anteriores y que te estén ayudando a participar en la obra de Dios de las maneras siguientes:

• Ayudar al Señor en Su obra de recoger a Israel (véase Jacob 5:71–72, 75).

• Servir a otras personas de maneras semejantes a las de Cristo (véase Mosíah 2:17).

• Trabajar en una meta diferente relacionada con el Evangelio en la que ya estés trabajando o quieras comenzar a trabajar.

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2. Responde las preguntas siguientes:

   • ¿Cómo progresaste en este ámbito (o por qué deseas hacerlo)? ¿Qué hiciste (o podrías hacer) para lograr ese progreso?

   • ¿Cuáles son algunos de los obstáculos o dificultades que tuviste (o esperas tener)? ¿Cómo trataste de superarlos (o cómo podrías superarlos)?

   • ¿Cómo has sentido el amor del Padre Celestial al trabajar en esa meta? ¿Por qué crees que Él estaría complacido con tus esfuerzos?

Sentir felicidad y gozo por medio de Jesucristo

Al estudiar el Libro de Mormón, has leído relatos de muchas personas que hallaron gozo y felicidad por medio de Jesucristo y Su evangelio. Dedica tiempo a repasar algunos de estos ejemplos, que incluyen los relatos siguientes:

• Lehi y quienes llegaron al árbol de la vida (véase 1 Nefi 8:10–12, 30).

• Enós (véase Enós 1:1–8).

• Las personas del pueblo del rey Benjamín, que se regocijaron por lo que aprendieron acerca de Jesucristo y Su evangelio (véanse Mosíah 2:41; 4:3; 5:1–5).

Piensa en cómo podrías describir o ilustrar la felicidad que sientes por medio del evangelio de Jesucristo.

En el centro de una página en blanco de tu diario de estudio, o en una hoja de papel separada, escribe las palabras Gozo y felicidad por medio de Jesucristo y rodea esas palabras con un círculo. A continuación, comienza a agregar ideas que relaciones con esas palabras. Para comenzar, podrías pensar en cómo responderías las preguntas siguientes.

• ¿Sientes que el evangelio de Jesucristo contribuye al gozo que sientes en tu vida? ¿Por qué sí o por qué no?

• ¿Qué has aprendido en el Libro de Mormón que te haya ayudado a sentirte más feliz?

• ¿Crees que tu relación con el Padre Celestial y Jesucristo es mejor debido a tu estudio de las Escrituras? ¿Por qué sí o por qué no?

Mientras piensas en ideas, anótalas en el papel y rodéalas con un círculo. Conéctalas entre sí o con la frase que se encuentra en el centro de la hoja. A medida que vayas añadiendo más pensamientos e ideas, tu mapa mental podría comenzar a verse de la siguiente manera:

Mapa mental en blanco

Cuando termines tu mapa mental, podrías ponerlo en un lugar donde puedas verlo durante la próxima semana. Si lo deseas, puedes orar al Padre Celestial para pedirle ayuda a fin de que puedas hallar y reconocer más gozo y felicidad en Jesucristo y Su evangelio.