2022
Edificar nuestro fundamento por medio de cosas pequeñas y sencillas
Diciembre de 2022


Jóvenes adultos

Edificar nuestro fundamento por medio de cosas pequeñas y sencillas

“[P]or medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas” (Alma 37:6).

Imagen
mano sosteniendo un adorno de estrella

Tengo una estrella de plástico que decora mi habitación, la traje de mi misión. Me encanta cómo queda cuando se ilumina. Esta pequeña estrella está colgada en la pared para que pueda verla todas las noches al irme a dormir y al despertarme.

Hace poco me di cuenta de que mi estrella no estaba pegada a la pared con tanta firmeza como normalmente, pero no le di mucha importancia. Estaba segura de que la cinta adhesiva que la sujetaba a la pared se mantendría.

Una mañana, la estrella no estaba allí; se había caído. Decidí volver a asegurar la estrella con más cinta adhesiva. Esta vez utilicé cinco tiras, una por cada punta de la estrella, para asegurarme de que no volviera a caerse.

Fue entonces cuando me di cuenta de que mi pequeña estrella resplandeciente es como cada uno de nosotros, y la cinta adhesiva que la sostiene podría representar nuestros hábitos espirituales. La luz que tenemos en nuestro interior depende totalmente de las cosas que hagamos para fortalecer o asegurar nuestro testimonio. Cada tira de cinta adhesiva que puse sobre la estrella me recordó a Alma 37:6: “[P]or medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas”.

También pensé en cómo había notado durante varios días, que la estrella estaba a punto de caerse, pero no había hecho nada para evitarlo, hasta que se cayó. Lo mismo ocurre con nuestro testimonio: si nos volvemos autocomplacientes y olvidamos hacer las pequeñas prácticas espirituales que pueden ayudar a mantener firme nuestra fe, nuestro testimonio puede debilitarse.

Ahora, la estrella me recuerda cada noche que me haga algunas preguntas: ¿Cuánta “cinta espiritual” he puesto hoy? ¿Está mi fe lo suficientemente segura como para estar espiritualmente a salvo de caer? ¿Pueden otras personas ver la luz de Cristo en mí?

Al meditar en estas preguntas, me doy cuenta de cómo puedo fortalecer más mi testimonio de Jesucristo. Me siento inspirada a considerar si podría estudiar las Escrituras más profundamente, orar más constantemente, ir al templo más frecuentemente o servir en mi llamamiento más eficazmente. Reflexiono sobre las preguntas que podría hacer al Señor y cómo puedo encontrar la verdad. Y soy guiada a hacer pequeños cambios para invitar al Espíritu más abundantemente a mi vida.

El adversario siempre tratará de distraernos de hacer esas cosas pequeñas y espirituales o tratará de convencernos de que haciendo lo mínimo será suficiente para aferrarnos a nuestro testimonio. Pero el presidente Russell M. Nelson nos ha recordado que debemos asegurar activamente nuestra fe: “… ¡les ruego que dediquen tiempo al Señor! Hagan que su propio fundamento espiritual sea firme y capaz de resistir la prueba del tiempo haciendo aquello que permita que el Espíritu Santo esté con ustedes siempre1.

Así como los trozos extra de cinta adhesiva ayudaron a evitar que mi pequeña estrella se cayera, el ponerse trozos de “cinta espiritual” y escuchar los susurros del Espíritu nos ayudará a permanecer cerca del Salvador, el fundamento de nuestra fe, y a resistir la atracción del enemigo. El presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia, hizo hincapié en la importancia de las cosas pequeñas: “… la sencillez de la manera, o lo fácil que es la tarea que se nos manda, no significa que no sea importante”2.

Como leemos en Alma 37:6, Dios puede ayudarnos a lograr grandes propósitos por medio de nuestros pequeños esfuerzos para acercarnos a Cristo. Él puede magnificar nuestros hábitos sencillos como la oración, el estudio de las Escrituras y la asistencia al templo para darnos la fortaleza que necesitamos para vencer al adversario y otros obstáculos en nuestra vida. Si hacemos estas cosas pequeñas y sencillas, podemos permanecer firmes en nuestra fe. Al igual que mi estrellita, nuestro fundamento en Cristo puede permanecer seguro a medida que sigamos adelante en la senda de los convenios.

La autora vive en Pescara, Italia.