¿Cómo serás recordado en tu funeral?
De un artículo del élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles
David Brooks, en un editorial titulado “The Moral Bucket List”, desarrolló el concepto de que hay “dos tipos de virtudes: las que se ponen en el curriculum vitae y las que se enumeran en los epitafios. Las virtudes del curriculum vitae son las habilidades que uno ofrece en el mercado laboral; mientras que las del epitafio son aquellas de las que habla la gente en nuestro funeral”.
Brooks concluyó correctamente que las virtudes del epitafio son mucho más importantes. Eso me pareció significativo porque cuando tenía veintitantos años tuve una experiencia que me impactó profundamente. Tuvo que ver con los funerales de dos hombres buenos, los cuales ocurrieron con unos días de diferencia…
He decidido llamar a uno de ellos Rico y al otro Fiel…
Rico
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Rico tenía el don de gentes y se preocupaba mucho por las personas.
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Tenía ingresos considerables y vivía en una casa grande y hermosa ubicada en amplios terrenos.
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Sus decisiones familiares y la influencia sobre sus hijos se centraron casi exclusivamente en la educación y el trabajo.
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Rico y su esposa se volvieron menos activos.
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Se ocupaban principalmente en actividades sociales y comunitarias de alto perfil.
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Rico fue un ejemplo de honradez, integridad y benevolencia en todos los puestos que desempeñó.
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Su funeral… fue, en general, un funeral sombrío. La vida de Rico se basaba casi exclusivamente en las virtudes del curriculum vitae.
Fiel
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Fiel se casó con una mujer completamente activa en la Iglesia.
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Su pequeño negocio independiente… se quemó y lo perdió todo.
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Posteriormente, creó un pequeño negocio, pero apenas podía hacer los pagos necesarios.
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Tenía una casa pequeña, pero adecuada.
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Él servía cuando lo llamaban, a menudo como maestro, asistía al templo con frecuencia y era un fiel poseedor del sacerdocio.
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Sus relaciones eran maravillosas, especialmente con su gran familia y sus muchos nietos.
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Cuando se jubiló, él y su esposa sirvieron en una misión.
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El funeral de Fiel… fue grande y alegre. Los discursos fueron acerca de su carácter, bondad, preocupación por los demás y fe en el Señor Jesucristo y su amor por Él.
Lo que fue más importante para mí con respecto a las vidas que acabo de describir es que me di cuenta de que las decisiones más importantes las puede tomar cualquier persona… El poner al Salvador, mi familia y la Iglesia primero era esencial. El hacerlo, resultaría en una vida buena.