2013
Relatos de la conferencia
Agosto 2013


Relatos de la conferencia

Enseñar a los de corazón sincero

De “Somos uno”, Liahona, mayo de 2013, págs. 62–63.

En 1955 me nombraron oficial de la Fuerza Aérea estadounidense. El obispo de mi barrio me dio una bendición antes de salir hacia mi primera base en Albuquerque, Nuevo México.

En su bendición dijo que mi tiempo en la fuerza aérea sería de servicio misional. Mi primer domingo, llegué a la capilla de la Rama Albuquerque Uno. Un hombre se me acercó y se presentó como el presidente de distrito, y me dijo que me llamaría para prestar servicio como misionero de distrito.

Le dije que estaría allí para recibir entrenamiento por sólo unas pocas semanas y luego sería asignado a alguna otra parte del mundo. Él respondió: “No lo sé, pero nuestro deber es llamarlo a prestar servicio”. En la mitad de mi entrenamiento militar, por lo que parecía ser una casualidad, me eligieron de entre cientos de oficiales a los que se entrenaba para tomar un cargo en la base central de un oficial que había fallecido repentinamente.

Así que, durante los dos años que estuve allí, trabajé en mi llamamiento. La mayoría de las noches y cada fin de semana, enseñaba el evangelio de Jesucristo a personas que los miembros nos habían dado como referencia.

Mis compañeros y yo prestábamos un promedio de más de 40 horas al mes de servicio misional sin tener que salir a tocar puertas ni una sola vez a fin de encontrar a alguien a quien enseñar. Los miembros nos mantenían tan ocupados que a menudo les enseñábamos a dos familias en una noche. Vi por mí mismo el poder y la bendición del repetido llamado de los profetas para que cada miembro sea un misionero.

El último domingo antes de partir de Albuquerque, se organizó la primera estaca de la ciudad. Ahora hay un templo sagrado allí, una casa del Señor, en una ciudad donde nos reuníamos en la única capilla con santos que llevaban a sus amigos para que se les enseñara y sintieran el Espíritu. Esos amigos se sentían como en casa en la verdadera Iglesia del Señor.