2011
Élder LeGrand R. Curtis Jr.
Mayo de 2011


Élder LeGrand R. Curtis Jr.

De los Setenta

Imagen
Elder LeGrand R. Curtis Jr.

El élder LeGrand Raine Curtis Jr. sabe que “el Señor requiere el corazón y una mente bien dispuesta” (D. y C. 64: 34).

“Le encanta prestar servicio en la Iglesia y lo hace con ahínco y buena disposición”, dice su esposa Jane Cowan Curtis, con quien se casó en el Templo de Salt Lake el 4 de enero de 1974. “El servicio es su mayor anhelo y deseo”.

El élder Curtis nació en agosto de 1952 en Ogden, Utah, EE. UU.; sus padres son LeGrand R. y Patricia Glade Curtis. Su padre llegó a ser un miembro del Segundo Quórum de los Setenta (1990–1995).

Antes de ser llamado al Primer Quórum de los Setenta el élder Curtis Jr. prestó servicio en la Misión Italia Norte y fue obispo, miembro del sumo consejo, presidente de estaca, presidente de la Misión Italia Padova y Setenta de Área. Cuando fue llamado al Primer Quórum prestaba servicio como miembro del Quinto Quórum de Setentas en el Área Utah Salt Lake City.

El élder Curtis se graduó de la Universidad Brigham Young con un diploma en economía y obtuvo su doctorado en leyes de la Universidad de Michigan. Cuando recibió su llamamiento trabajaba como abogado y socio en un estudio jurídico. Además de haber estudiado y trabajado, el élder Curtis y su esposa han criado cinco hijos.

Después de prestar servicio como Setenta de Área desde 2004 hasta 2011, el élder Curtis dice que está agradecido por la oportunidad de trabajar con las Autoridades Generales. “He tenido la bendición de trabajar con algunos líderes de la Iglesia excepcionales”, manifestó. “El observarlos y aprender de ellos ha sido un gran privilegio”.

La hermana Curtis dice que el élder Curtis siempre ha tenido un corazón y manos dispuestos. “Su actitud siempre fue: ‘Lo haré’ ”, dijo ella.

Doctrina y Convenios 64:34 finaliza con estas palabras: “…los de buena voluntad y los obedientes comerán de la abundancia de la tierra de Sión en estos postreros días”. El hermano y la hermana Curtis dicen que ellos, sus hijos y sus nietos han sido bendecidos de manera excepcional por haber servido al Señor.