2010
Cómo nos beneficia el asistir al templo
Oct. 2010


Cómo nos beneficia el asistir al templo

Todo padre y toda madre sabe que la crianza de los hijos conlleva bendiciones y problemas inesperados. Mi marido y yo hemos descubierto que cuando reflexionamos en la perspectiva eterna de la responsabilidad que recae sobre los padres, sentimos un peso enorme, así como también una gran esperanza.

Desde luego, el Señor nos ha dado recompensas espirituales para aliviar nuestras cargas. Para nuestra familia, la mayor de esas recompensas espirituales ha sido el asistir a la Casa del Señor para recibir Su ayuda a medida que nuestros hijos han ido creciendo y la vida se ha ido tornando más complicada. Hemos descubierto que podemos presentar al Señor problemas muy específicos en Su templo.

Cuando nuestros hijos llegaron a la adolescencia, nos dimos cuenta de que tenían todo el potencial para cometer errores graves. Creo que lo que más nos atemorizó fue el reconocer que aunque básicamente habíamos hecho todo lo que sabíamos que era necesario hacer, aún se cernían sobre nosotros señales de peligro.

Entonces descubrimos que la adoración en el templo podría ser un elemento importante en nuestros esfuerzos por ayudar a nuestros hijos a seguir el buen camino. Hemos encontrado gran fortaleza y grandes bendiciones al asistir al templo en espíritu de ayuno y oración en beneficio de nuestros hijos. Oramos para sentir la certeza de estar preparados personalmente, así como para tener la actitud y los pensamientos apropiados antes de entrar en el templo. En los momentos apropiados, y cuando estamos dentro del templo, nuestros pensamientos se concentran en nuestra labor de padres y en las necesidades de ese hijo en particular.

Algunas veces las respuestas han venido rápida y claramente. La primera vez que ocurrió, tal vez lo consideramos una coincidencia; pero no tardó en hacerse evidente el hecho de que en efecto estábamos participando en un proceso que nos traía las bendiciones del cielo.

A veces las respuestas vinieron en la forma de personas que influyeron en nuestros hijos, como la ocasión en que un obispo bondadoso ayudó a nuestra hija, que asistía a la universidad, mientras pasaba por una difícil crisis. Otros de nuestros hijos han sido bendecidos de igual manera. Cada uno tiene su albedrío y su manera de responder tal vez no sea lo que deseamos, pero consideramos que por medio de nuestro servicio en el templo nuestros hijos han recibido la ayuda del cielo.

Los beneficios de la adoración en el templo han ido más allá del bendecir a nuestros hijos. En una ocasión, mi esposo estaba pasando por un problema bastante crítico en su trabajo, por lo que decidió consultar el asunto con el Señor en el templo. Ese día el Señor lo bendijo con la impresión de que encontraría la respuesta en un pasaje particular de las Escrituras.

Al llegar a casa, abrió ansiosamente las Escrituras y se llenó de regocijo al encontrar la solución a su problema. Esa experiencia nos hizo apreciar el significado del aplicar las Escrituras a nuestra vida. El Señor puede comunicarse con Sus hijos al hacerles recordar pasajes de las Escrituras que contengan la solución para las dificultades que enfrenten. Estamos agradecidos por este principio que aprendimos en el templo.

En un mundo donde abunda la iniquidad y donde Satanás ha dado rienda suelta a sus poderes para destruir los hogares, es reconfortante saber que podemos ir a la Casa del Señor y buscar orientación. Pese a los problemas a los que tengamos que hacer frente al cuidar a nuestra familia, encontramos gozo al buscar el refugio y el solaz del templo.