2022
Mis dificultades con la ansiedad en la Iglesia
Octubre de 2022


“Mis dificultades con la ansiedad en la Iglesia”, Para la Fortaleza de la Juventud, octubre de 2022.

Firmes cimientos

Mis dificultades con la ansiedad en la Iglesia

Imagen
una joven en la Iglesia

Ilustración por Melissa Manwill

Siempre he tenido ansiedad. Cuando tenía diecisiete años, me percaté de que la mayoría de mis ataques de ansiedad ocurrían en la Iglesia.

Siempre me decían que si leía las Escrituras, hacía mis oraciones e iba a la Iglesia sería feliz. Bueno, ese no era mi caso. Disfrutaba de los primeros minutos en la Iglesia y luego comenzaba un ataque de pánico.

Mi obispo me ayudó a darme cuenta de que las expectativas espirituales que me había fijado podían ser la causa. Yo creía que debía tener las mismas experiencias espirituales milagrosas de las que había oído hablar. Para mí tenía sentido que esa presión pudiera causarme los repetidos ataques.

Un día, alguien me preguntó: “¿Por qué sigues yendo a la Iglesia?”. La pregunta me sorprendió. ¿Por qué seguía yendo a la Iglesia? No se me obligaba a ir; no recibí ninguna bendición milagrosa, pero me di cuenta de que seguía yendo porque sabía que la Iglesia era verdadera y que el Padre Celestial quería que estuviera allí. Mi amor por Él sobrepujaba mi deseo de librarme de la ansiedad.

A veces quería recibir bendiciones del Padre Celestial de inmediato. Creía que Él me bendeciría con menos ataques de pánico solo porque iba a la Iglesia, pero he aprendido que eso no funciona así. A menudo tengo que afrontar los ataques y asistir a la Iglesia antes de poder ver las bendiciones de él.

Me he dado cuenta de que también puedo pedir ayuda a mis padres y a profesionales médicos. Todavía tengo días malos, pero estos no me controlan; por el contrario, me ayudan a demostrarle a mi Padre Celestial que lo amo y que superaré este desafío con Su ayuda.

En el Jardín de Getsemaní, Jesucristo preguntó si se lo podía eximir de Su prueba, pero en perfecta obediencia a nuestro Padre Celestial, pasó por la prueba más grande de todas. Gracias a eso, sé que Él me dará fortaleza para que yo pueda sobrellevar mis pruebas también.

Heidi L., Hawái, EE. UU.