2022
Elige dejar que Dios prevalezca
Agosto de 2022


“Elige dejar que Dios prevalezca”, Para la Fortaleza de la Juventud, agosto de 2022.

Elige dejar que Dios prevalezca

Tres decisiones que puedes tomar que invitarán más al poder de Dios a tu vida.

Imagen
un joven

Ilustraciones por Adam Howling

En nuestro trayecto terrenal, el Señor nos invita a valernos de Él como nuestro Guía. Él nos ama más y nos conoce mejor de lo que nosotros nos amamos y nos conocemos a nosotros mismos. Él nos da las Escrituras, los profetas, la oración, el don del Espíritu Santo y otras maneras de recibir Su guía.

Confía en Él, deja que Él dirija tus sendas (véase Proverbios 3:5–6). Al hacerlo, permites que Dios prevalezca en tu vida. Esto es lo que el presidente Russell M. Nelson nos insta a hacer (véase “Que Dios prevalezca”, Conferencia General de octubre de 2020 [Liahona, noviembre de 2020, págs. 92–95]).

Presento a continuación tres decisiones que pueden ayudarte a dejar que Dios prevalezca en tu vida.

1. Elige creer

Creer es una decisión. La fe incluye tu deseo y tu disposición a actuar. Cuando eliges la fe, ves y vives de una manera diferente: a la manera de Dios.

Siente que tu felicidad y gozo crecen y se profundizan al elegir creer y vivir con fe en la senda de los convenios de Dios.

Cuando estudias y oras para tomar tus mejores decisiones, a menudo recibirás guía, protección o un curso a seguir que no hubieras pensado ni esperado.

El Señor te dará maravillosas oportunidades. La revelación del Espíritu Santo se siente en la mente y en el corazón. A menudo se describe como sentimientos cálidos y acogedores. Te inspiran a hacer solo lo que es bueno y correcto.

No pienses que otras personas tienen experiencias espirituales y tú no. Sé paciente con Dios y contigo mismo. Las experiencias espirituales vienen línea por línea, experiencia por experiencia.

Cada semana, al hacer y renovar convenios mediante la ordenanza de la Santa Cena, reflexiona y recuerda a Jesucristo. Recuerda con gratitud tus esfuerzos por servir a Dios y a quienes te rodean. Al ejercer fe y al esforzarte, te aseguro que tu deseo y decisión de creer te bendecirá toda tu vida a ti y a quienes amas.

Al elegir creer, das un paso importante para dejar que Dios prevalezca en tu vida.

2. Elige ser bueno

Imagen
unos jóvenes con una escalera

Nos sentimos contentos cuando tomamos buenas decisiones.

A veces, necesitas valor para apoyar a tus amigos. Otras veces tal vez necesites valor para hacerte un poco a un lado, no para juzgarlos o sentirte superior, sino para escoger lo correcto y hacer algo diferente.

Recuerda: los verdaderos amigos no nos piden que veamos cosas; hagamos cosas; ni comamos, bebamos o usemos cosas que nos hagan daño a nosotros o a los demás. Los mejores amigos se ayudan mutuamente para llegar a ser lo mejor que pueden ser.

Sé un amigo de verdad y encontrarás o desarrollarás amistades reales. Sé un amigo verdadero y digno de confianza que ayude a quienes le rodean a amar al Señor y a vivir Su evangelio restaurado. Tus verdaderos amigos pueden ser pocos o muchos, pero en años futuros ellos y tú se alegrarán de estar firmes y juntos en el Evangelio.

¿Puedo compartir algo que aprendí sobre cómo elegir a los amigos? Fíjate en lo que les hace reír. Lo que nos hace reír dice mucho de nosotros.

Encuentra a quienes se ríen con los demás; no que se ríen de los demás; que incluyen a otras personas y hacen el círculo más grande, no más pequeño; que son amables y no acosan ni se burlan de los demás en persona o en línea, especialmente de personas con problemas físicos o mentales, o de personas que son nuevas o de otros países u orígenes.

Sé jovial, no frívolo. Jovial significa tener humor bueno y sano, en gran cantidad. Por el contrario, la frivolidad puede incluir el burlarse de cosas sagradas, usar malas palabras o hacer cosas provocativas que atraen al mundo.

Como enseña Doctrina y Convenios 88:40, las cosas parecidas se atraen. Sé el amigo que deseas que los demás sean para ti. Busca amigos que te ayuden a llegar a ser lo que realmente deseas ser.

La decisión de ser bueno y dejar que Dios prevalezca en tu vida abarca el cambiar y acercarse más a Dios, incluso cuando cometamos errores, lo cual todos hacemos. Si tienes sentimientos de culpa o indignidad, permite que te ayuden tu obispo, los líderes y otras personas que te aman. Permite que Dios y nuestra comunidad de santos te apoyen y te animen si afrontas desafíos o incertidumbres. Siempre, siempre Dios está a tu lado, está contigo. Incluso si andas errante, Él llama, listo para recibirte de nuevo. Con Dios, no existe el punto sin retorno.

Dejamos que Dios prevalezca cuando elegimos ser buenos.

3. Elige “Queda[rte] tranquilo”

Imagen
una mujer joven con un pájaro

El Padre Celestial promete con amor: “Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios” (Salmo 46:10).

Se requiere un esfuerzo consciente para calmarse y “queda[rse] tranquilo”. Se requiere receptividad espiritual y humildad para “sabe[r] que [Dios es] Dios”. En ocasiones, el no ocuparnos tanto de las cosas que importan menos nos ayuda a encontrar las que más importan.

Aprende a ver la mano de Dios en Sus creaciones.

Busca bondad y significado en las relaciones divinas: amabilidad, servicio, deleite, diversión sana.

En ocasiones, desacelera y desconéctate para conectarte espiritualmente con el cielo y las personas que te rodean.

Por favor, “ quéda[te] tranquilo, y sabe que [Él es] Dios”. Deja que Dios prevalezca en tu vida.

Él desea bendecirnos

El Señor es bondadoso y misericordioso. Si hacemos nuestro mejor esfuerzo, Él nos habilitará para hacer más de lo que podríamos hacer de otro modo.

El Señor multiplicó los panes y los peces (véanse Mateo 614). Del mismo modo, Él magnifica lo que ofrecemos y lo convierte en más de lo que podemos imaginar.

El Padre Celestial te ama y solo desea lo que es mejor para ti. Deja que Él sea tu guía en tu camino por la vida. Cuando permites que Dios prevalezca en tu vida, permites que Él multiplique las bendiciones que Él desea darte. Esto produce gozo duradero en Él y en ti.