El Templo de Salt Lake es un punto de referencia y un símbolo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Para los miembros de la Iglesia, es considerado un lugar sagrado de adoración al Salvador Jesucristo. El propósito de este templo y de todos los templos de los Santos de los Últimos Días es ayudar a todos los hijos de Dios a acercarse a Jesucristo. El templo está situado en la calle Main, entre North y South Temple, en Salt Lake City, Utah, en la Manzana del Templo.
Cuando los Santos de los Últimos Días se establecieron en el valle del Lago Salado en 1847, el apóstol George A. Smith declaró que un templo en el valle cumpliría la profecía de Isaías de que “ser[ía] establecido el monte de la casa de Jehová” en los últimos días (Isaías 2:2–3). Poco tiempo después, Brigham Young, el Presidente de la Iglesia en ese entonces, vio en una visión el lugar en el que se debía construir el templo.
Bajo la dirección de Brigham Young, la construcción del templo de granito comenzó en 1853. La construcción duró cuarenta años, y gran parte se realizó a mano. Truman Angell, arquitecto de la Iglesia, diseñó un gran edificio inspirado en los antiguos estilos europeos para dar un sentido de permanencia a la zona. El Templo de Salt Lake fue dedicado, o consagrado, al Señor en 1893. El Templo de Salt Lake es la pieza central y la razón del nombre de la Manzana del Templo, que es un área de cinco manzanas alrededor del Templo de Salt Lake y de las Oficinas Generales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Este fue el sexto templo dedicado de la Iglesia. A pesar de que fue el primero en comenzar a construirse en la región de Utah, fue el cuarto en ser dedicado en ese estado.
El Templo de Salt Lake tiene alrededor de sesenta y ocho metros de altura y está coronado por una estatua de Moroni, un profeta del Libro de Mormón. Las piedras talladas en el exterior del templo —que incluyen estrellas, fases de la luna, el sol y otros símbolos— recuerdan la importancia de las promesas hechas en el templo de Dios que guían a Sus hijos de vuelta a Él. El edificio y los inmuebles anexos incluyen más de 23 000 metros cuadrados (250 000 pies cuadrados) de espacio interior.
Actualmente, el Templo de Salt Lake está en proceso de renovación antisísmica y otras mejoras. Las obras de renovación comenzaron en 2020 y se prevé que duren cuatro años. Los visitantes pueden ver la construcción desde la azotea del Centro de Conferencias y a través de las ventanas de observación que hay junto a la obra.
Cuando se completen las mejoras, el Templo de Salt Lake abrirá sus puertas al público antes de su rededicación.
Una vez que el templo sea rededicado, se reabrirá para la adoración de los Santos de los Últimos Días. Debido a la naturaleza sagrada de los servicios del templo, desde ese momento el Templo de Salt Lake ya no estará abierto para visitas o recorridos públicos.
Para ayudar a los visitantes de la Manzana del Templo a entender el propósito de los templos y la manera en que los Santos de los Últimos Días adoran a Jesucristo a través del servicio en el templo, hay exhibiciones sobre el Templo de Salt Lake en el Centro de Conferencias. En el Centro de Conferencias también se expone una maqueta a escala real del interior del Templo de Salt Lake antes de su renovación. La maqueta del Templo de Salt Lake va acompañada de breves descripciones y presentaciones de video interactivas sobre la finalidad del templo y las ordenanzas del mismo.