1 Nephi 21:16
Vivir el Evangelio

A veces, la vida puede ser difícil

03/08/24 | 1 min de lectura
Aquí tienes el mensaje semanal más reciente de los líderes de la Iglesia para ti.

¿Alguna vez has sentido que la vida te golpea con una cosa tras otra?

Así es como debió sentirse Nefi en un momento crítico durante el viaje de su familia por el desierto.

Todos vivimos épocas difíciles en el “desierto”. Algunos viajes son tan penosos que, a veces, hasta pueden resultarnos insoportables.

Contención y confusión por todas partes.

Los culpables consideran dura la verdad.

Enfermedades, tristeza,

angustia de mente, cuerpo y espíritu.

Seres queridos que fallecen a mitad del viaje.

Nos sentimos perdidos y olvidados.

Aflicción, hambre, sed y fatiga.

Expectativas imposibles. (¡Espera, ¿qué?! ¿Quieres que construya un barco?).

Esas son emociones muy reales que Nefi documenta; de modo que, en medio de este viaje, no es de extrañar que recurra a las palabras del Señor a Isaías:

“¡Yo nunca me olvidaré de ti […]! He aquí, te tengo grabada en las palmas de mis manos” (1 Nefi 21:15–16).

De esas terribles pruebas, Nefi relata que, en medio de los momentos más duros de nuestra vida, a menudo se nos dejará una “Liahona” en nuestra puerta proverbial que nos guiará a través del desierto, los océanos y las tormentas de la vida.

Nefi se replantea su dolor, sus dificultades y su experiencia:

“Grandes fueron las bendiciones del Señor sobre nosotros” (1 Nefi 17:2).

“Él [n]os alimenta y [n]os fortifica, y provee los medios” (1 Nefi 17:3).

Dios nos enseñará sobremanera durante nuestros días más duros en el “desierto”. Cuando más alejado de nosotros pensamos que está, es cuando más cerca está de nosotros.

¿Qué has aprendido durante los momentos más difíciles de tu vida?

—Greg
Amigo de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes

1 Nephi 21:16
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