Durante su primer invierno nevoso después de mudarse de su amado (y cálido) país de Brasil a Utah, EE. UU., el élder Ulisses Soares y su familia experimentaron un desafío tras otro.
Él se había roto la muñeca recientemente, por lo que tuvo que someterse a una operación y tenía que llevar un gran yeso en el brazo. Su esposa contrajo una doble infección de oído por el frío y estuvo casi sorda durante varios meses. Su hijo se lesionó la espalda y estaba postrado en cama. ¿Cómo podrían obtener ayuda?
Tal como lo explicó el élder Soares: “Con frecuencia, el Salvador dirigirá a otras personas a nuestra vida para brindarnos la paz y el consuelo que necesitamos en épocas de pruebas. Esas benditas personas nos parecen ángeles enviados del cielo, porque ciertamente lo son”.
A veces nos toca aceptar la ayuda de los demás. En otras ocasiones, ¡nosotros somos los que ayudamos! Estas son algunas bendiciones que provienen del servicio:
- Un amor por los demás más semejante al amor de Cristo
- Esperanza en que todo saldrá bien
- Una perspectiva más eterna
- Sentimientos de paz, luz y fortaleza renovada
- Una relación más estrecha con Jesucristo
Puedes leer el resto del relato sobre el élder Soares y su familia aquí.
Notas
Adaptado de “Jesucristo nos ofrece esperanza”, de la revista Para la Fortaleza de la Juventud de septiembre de 2022.