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¿Cómo me ayuda el Espíritu Santo a aprender?


¿Cómo me ayuda el Espíritu Santo a aprender?

El Salvador prometió que el Espíritu Santo nos enseñaría y nos recordaría todas las cosas (véase Juan 14:26). Parte de nuestra responsabilidad como alumnos del Evangelio es procurar la compañía del Espíritu Santo para que nos inspire al estudiar el Evangelio, ya sea en la clase, en nuestro estudio personal o en otros entornos de enseñanza. Aprender por medio del Espíritu implica orar por Su influencia y dar oído a Sus susurros para iluminar nuestro entendimiento (véase Alma 32:28).

Prepararse espiritualmente

¿Cómo le ha ayudado el Espíritu Santo a aprender el Evangelio? ¿Qué experiencias podría compartir con los jóvenes?

¿Los jóvenes van a clase preparados espiritualmente para aprender? ¿Cómo mejoraría el aprendizaje el procurar la guía del Espíritu?

Estudie con espíritu de oración los siguientes recursos y pasajes de las Escrituras. ¿Qué piensa que podría inspirar a los jóvenes a procurar aprender por medio del Espíritu?

Juan 16:13 (El Espíritu Santo nos guiará a la verdad)

1 Corintios 2:9–14 (Las cosas de Dios sólo se comprenden por medio del Espíritu Santo)

1 Nefi 10:19 (Si buscamos diligentemente, el Espíritu Santo nos revelará los misterios de Dios)

Alma 5:45–46; Moroni 10:3–5 (Podemos obtener un testimonio de la verdad por medio del Espíritu Santo)

D. y C. 11:12–14 (El Espíritu ilumina nuestra mente)

Donald L. Hallstrom, “Convertidos a Su Evangelio por medio de la Iglesia”, Liahona, mayo de 2012, págs. 13–15.

A. Roger Merrill, “El ser receptivos al Espíritu”, Liahona, noviembre de 2006, págs. 92–94.

El aprendizaje por medio del Espíritu Santo”, Predicad Mi Evangelio, 2004, pág. 18.

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador confiaba en Sus discípulos y les dio responsabilidades de enseñar, bendecir y servir a los demás. ¿Qué oportunidades puede darle a los jóvenes de compartir con otras personas lo que están aprendiendo?

Relacionar conceptos

Dedique los primeros minutos de cada clase a ayudar a los jóvenes a relacionar lo que están aprendiendo en otros lugares (tales como el estudio personal, seminario, otras clases de la Iglesia o experiencias con los amigos). ¿Cómo puede ayudarles a ver la relevancia del Evangelio en la vida cotidiana? Las siguientes ideas pueden ayudarle:

  • Invite a los jóvenes a compartir una experiencia que hayan tenido con su familia y que les haya enseñado algo acerca de Dios.

  • Invite a los jóvenes a leer la respuesta del presidente Spencer W. Kimball a la pregunta “¿Qué hace usted cuando se encuentra en una reunión sacramental aburrida?” (en el discurso del élder Donald L. Hallstrom “Convertidos a Su Evangelio por medio de Su Iglesia”). ¿Por qué dijo el presidente Kimball que nunca había estado en una reunión sacramental aburrida? Pida a los jóvenes que compartan experiencias en las que hayan sentido el Espíritu durante la reunión sacramental o en una clase de la Iglesia. ¿Qué hicieron a fin de prepararse espiritualmente para tener esas experiencias? Invítelos a hacer una lista con las respuestas en la pizarra.

Aprender juntos

Cada una de las actividades siguientes permitirá a los jóvenes comprender lo que significa aprender por medio del Espíritu. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más actividades que mejor se adapten a su clase:

  • Pida a cada miembro de la clase que lea uno de los pasajes de las Escrituras que se sugiere en esta reseña y que busque las funciones del Espíritu Santo para ayudarnos a aprender el Evangelio. ¿Cuáles son algunas de las posibles consecuencias de tratar de estudiar el Evangelio sin la influencia del Espíritu? Considere compartir una experiencia personal de cuando usted haya sentido la influencia del Espíritu Santo al estudiar el Evangelio e invite a los jóvenes a compartir experiencias similares.

  • Invite a los jóvenes a leer la lista de tres cosas que A. Roger Merrill propone que hagamos para poder recibir el Espíritu (en su discurso “El ser receptivos al Espíritu”). Pida a cada miembro de la clase que elija una de esas tres cosas y comparta un pasaje de las Escrituras o una experiencia personal que se relacione con ella. Invite a los jóvenes a compartir sus ideas sobre cómo pueden aplicar el consejo del hermano Merrill en su estudio personal, en la Escuela Dominical y en otros momentos de aprendizaje del Evangelio.

  • Invite a los jóvenes a leer “El aprendizaje por medio del Espíritu Santo” en Predicad Mi Evangelio y a identificar las bendiciones que se reciben cuando aprendemos por medio del Espíritu. Con la autorización del obispo, invite a los misioneros de tiempo completo (o a un ex misionero) a compartir con la clase cómo han visto el cumplimiento de esas bendiciones al procurar aprender por medio del Espíritu. Pida a los jóvenes que compartan maneras específicas de cómo el aprender por el Espíritu puede bendecir sus vidas en estos momentos. ¿Qué harán para invitar al Espíritu cuando estudien el Evangelio?

Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido. ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Comprenden lo que significa aprender por medio del Espíritu? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a este tema?

Sugerencia para la enseñanza

“El Espíritu debe estar siempre presente para que un mensaje del Evangelio llegue al corazón de aquellos a quienes enseña (véase 2 Nefi 33:1; D. y C. 42:14). Por lo tanto, debe utilizar métodos que establezcan un tono adecuado para la lección e inviten la presencia del Espíritu” (La enseñanza: El llamamiento más importante, 2000, pág. 101).

Invitar a los jóvenes a actuar

Pregunte a los jóvenes qué se sienten inspirados a hacer a raíz de lo que aprendieron hoy y aliéntelos a actuar de acuerdo con esos sentimientos. Busque la guía del Espíritu al considerar con Espíritu de oración las maneras de hacer un seguimiento.