Introducción
En la Sala de los Profetas, ubicada en el Centro deConferencias en Salt Lake City, Utah, las representaciones esculpidas de losprofetas de esta dispensación son un recordatorio imponente de que se reciberevelación continua.
El presidente James E. Faust (1920–2007), de la Primera Presidencia, explicó la función de los profetas y la necesidad de la revelación que ellos reciben:
“Los profetas, videntes y reveladores han tenido y todavía tienen la responsabilidad y el privilegio de recibir y declarar la palabra de Dios al mundo…
“Ellos son los oráculos proféticos, quienes, a través de los siglos, se han mantenido en sintonía con ‘la transmisión celestial’ y tenido la responsabilidad de transmitir las palabra del Señor a los demás…
“Esta Iglesia constantemente necesita la guía de quien la dirige: el Señor y Salvador, Jesucristo. Este principio lo enseñó muy bien el presidente George Q. Cannon, [mientras prestaba servicio en] la Primera Presidencia: ‘Tenemos la Biblia, el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios, pero todos esos libros, sin los profetas vivientes y una corriente constante de revelación del Señor, no guiarían a nadie hacia el Reino Celestial de Dios’ [Gospel Truth: Discourses and Writings of President George Q. Cannon, 2 tomos, sel. Jerreld L. Newquist, 1974, tomo I, pág. 323]…
“Para establecer la Iglesia, hacía falta la revelación, la cual ha existido en la Iglesia desde sus humildes comienzos hasta la actualidad y ha sido como una fuente de agua viva. La revelación continua la guiará hacia su destino final. Pero, tal como el presidente [J. Reuben] Clark dijo, no necesitamos más profetas; necesitamos gente que ‘tenga oídos para oír’ (véase de James E. Faust, “La revelación continua”, Liahona, agosto de 1996, págs. 3–8).
Hoy, como en el meridiano de los tiempos, el fundamento de la Iglesia son los apóstoles y los profetas (véase Efesios 2:20) y la revelación que ellos reciben (véanse Amós 3:7; Mateo 16:16–18). El Señor revela Su voluntad mediante Sus siervos los profetas, y ha declarado: “… mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo” (D. y C. 1:38).
El propósito de este manual
Tu testimonio se fortalecerá a medida que estudies las palabras de los profetas vivientes.
El Manual del alumno para el curso Enseñanzas de los profetas vivientes tiene como fin ayudarte a fortalecer tu testimonio de los profetas vivientes y de sus enseñanzas. Analiza la necesidad que tenemos de profetas vivientes, la función del Presidente de la Iglesia, el orden divino de sucesión de la Presidencia, el Cuórum de la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles y la importancia de las conferencias generales.
El presidente Harold B. Lee (1899–1973) enseñó lo siguiente:
“No es suficiente que los Santos de los Últimos Días sigamos a nuestros líderes y aceptemos su consejo; tenemos la responsabilidad mayor de obtener por nosotros mismos el testimonio inquebrantable de la divina designación de esos hombres y el testimonio de que lo que nos han dicho es la voluntad de nuestro Padre Celestial” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, pág. 49).
A cada uno de nosotros se nos promete un testimonio del nombramiento divino de los profetas vivientes si estudiamos el consejo de las Autoridades Generales y decidimos sostenerlos mediante nuestra obediencia. Este manual te será de ayuda en tu estudio de los profetas vivientes.
Cómo está organizado el manual
Cada capítulo del manual del alumno consta de cuatro partes: “Introducción”, “Comentarios”, “Puntos para meditar”, y “Asignaciones sugeridas”.
Introducción
Cada capítulo comienza con una breve introducción. Eso te ayudará a concentrarte en el tema principal del capítulo.
Comentarios
Las Escrituras y las palabras de los profetas, apóstoles y otras Autoridades Generales de la sección “Comentarios” explican y aclaran las doctrinas y los principios relacionados con el tema principal del capítulo. La lectura minuciosa de los comentarios te ayudará a entender la necesidad y la función de los profetas vivientes en un mundo cambiante.
Puntos para meditar
La sección “Puntos para meditar” te ayudará a reflexionar en lo que hayas aprendido.
El presidente Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, afirmó que la meditación conlleva valiosos resultados:
“Al meditar y orar en cuanto a principios de doctrina, el Espíritu Santo hablará a su mente y a su corazón… destilarán a sus corazones nuevas perspectivas y principios pertinentes a su situación” (véase de Russell M. Nelson, “El vivir mediante la guía de las Escrituras”, Liahona, enero de 2001, pág. 21).
Asignaciones sugeridas
Al final de cada capítulo hay tareas que fomentan la aplicación personal. Ten en cuenta que esas asignaciones son sugerencias y se pueden adaptar de conformidad con las necesidades personales y la dirección del Espíritu Santo. Si te has inscrito en el curso de Instituto Enseñanzas de los profetas vivientes (Religión 333), el maestro tal vez incorpore algunas de esas asignaciones en el curso. El tomar tiempo para llevar a cabo esas asignaciones te brindará oportunidades adicionales para recibir la instrucción del Espíritu Santo.
Nota: A fin de utilizar más eficazmente las secciones “Puntos para meditar” y “Asignaciones sugeridas”, quizás sería bueno que uses un diario personal o un cuaderno para anotar las preguntas, ideas, metas e impresiones que tengas.
El élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos alentó a anotar las impresiones del Espíritu:
“Es mediante el proceso repetitivo de sentir impresiones, escribirlas y obedecerlas que una personas aprende a depender de la dirección del Espíritu más que de la comunicación que se recibe por los cinco sentidos” (Richard G. Scott, “Helping Others to be Spiritually Led”, Simposio del Sistema Educativo de la Iglesia sobre Doctrina y Convenios y la historia de la Iglesia, 11 de agosto de 1998, pág. 3).
Información para las personas con discapacidades
Si tienes dificultad para utilizar este manual debido a una discapacidad, habla con el maestro para obtener recursos adicionales.