Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia
El establecimiento de la causa de Sión


Capítulo 15

El establecimiento de la causa de Sión

“La edificación de Sión es una causa que ha interesado al pueblo de Dios en todas las edades; es un tema que los profetas, reyes y sacerdotes han tratado con gozo particular”.

De la vida de José Smith

A principios de junio de 1831, unas semanas después de haber terminado de congregarse en Ohio, los santos procedentes de Nueva York se reunieron en Kirtland para una conferencia de la Iglesia; el 7 de junio, al día siguiente de haber finalizado la conferencia, José Smith recibió una revelación que hizo que los pensamientos de los miembros de la Iglesia se concentraran en Sión: “…la próxima conferencia… se verificará en Misuri, sobre la tierra que consagraré a los de mi pueblo” (D. y C. 52:2).

Los santos quedaron profundamente interesados en establecer Sión, una ciudad santa, un refugio de paz para los justos que huían de la maldad del mundo. A fin de preparar a los santos, el Señor les había aconsejado repetidamente que procuraran “sacar a luz y establecer la causa de Sión” (D. y C. 6:6; 11:6; 12:6; véase también 14:6). Ahora los líderes de la Iglesia partirían de inmediato para determinar la ubicación de Sión. El 19 de junio, José Smith, Sidney Rigdon y otros salieron para hacer el recorrido de casi 1.500 kilómetros, viajando por agua, en diligencia y muchos kilómetros a pie hasta el Condado de Jackson, Misuri; la jornada fue difícil y ardua, pero el Profeta sintió la protección del Señor: “No obstante las corrupciones y abominaciones de los tiempos que vivimos, y el mal espíritu que se nos demostró en diferentes lugares y de parte de diversas personas por nuestra creencia en el Libro de Mormón, el Señor continuó dándonos Su vigilante cuidado y Su amorosa bondad día tras día; y tomamos como regla, siempre que teníamos la oportunidad, el leer un capítulo de la Biblia y orar; y esos momentos de adoración nos brindaron gran consuelo”1.

A mediados de julio, el Profeta llegó a la parte oeste del estado de Misuri, una hermosa región de colinas y praderas fértiles, llenas de flores. Estando allí, como respuesta a su súplica de saber cuál era la ubicación precisa de Sión, el Señor le reveló que “el lugar que ahora se llama Independence es el lugar central; y el sitio para el templo se halla hacia el oeste, en un solar no lejos del juzgado” (D. y C. 57:3), y que debían comprar terrenos en la localidad. El 2 de agosto, José Smith y otros hermanos se reunieron para comenzar a edificar Sión. El Profeta escribió lo siguiente: “Ayudé a la rama de Colesville de la Iglesia a colocar el primer tronco para una casa, como cimiento de Sión en el municipio de Kaw, a unos veinte kilómetros al oeste de Independence. El tronco fue llevado y colocado por doce hombres, en honor a las doce tribus de Israel. Al mismo tiempo, mediante oración, fue consagrada la tierra de Sión por el élder Sidney Rigdon para el recogimiento de los santos. Fue una ocasión de gozo para los presentes y nos dio la oportunidad de mirar hacia el futuro, a esa época que ha de sobrevenir para satisfacción de los fieles”2. Al día siguiente, el Profeta dedicó el sitio del templo.

Los santos de Colesville, Nueva York, fueron de los primeros miembros de la Iglesia que se establecieron en Misuri. Habían hecho el trabajoso viaje desde Nueva York hasta Kirtland, Ohio, pero sólo habían permanecido allí un corto tiempo cuando se les mandó ir a Misuri. Polly Knight, miembro de la rama de Colesville, viajó a la tierra de Sión pero murió una semana después de haber llegado; aun cuando su salud había sido muy frágil, estuvo empeñada en aferrarse a la vida. Su hijo escribió: “Se durmió serenamente en brazos de la muerte, regocijándose en el nuevo y sempiterno convenio del Evangelio y alabando a Dios por haber vivido lo suficiente para ver la tierra de Sión… El hermano José Smith asistió al funeral de mi madre y nos habló de una manera muy elocuente y llena de consuelo”3. Aunque el Profeta volvió pronto a Kirtland y continuó dirigiendo la Iglesia desde allá hasta 1838, muchos santos siguieron trasladándose a Misuri.

Los santos trabajaron diligentemente para edificar Sión; no obstante, hacia fines de 1833, ya la terrible persecución los había expulsado de sus hogares en el Condado de Jackson, dejando atrás sus sueños de establecer Sión y edificar allá un templo. Por medio del profeta José Smith, el Señor reveló que las condiciones para la redención de Sión en aquella tierra no se habían cumplido todavía y que el establecimiento de ésta debía esperar “un corto tiempo” (D. y C. 105:9).

Las enseñanzas de José Smith

El Señor designó el Condado de Jackson, Misuri, como la tierra de Sión, un lugar donde se congregarían los santos de los días de José Smith y donde finalmente se edificaría la ciudad santa de Sión.

“Recibí en junio [de 1831], mediante una visión celestial, el mandamiento de hacer un viaje a la frontera occidental del estado de Misuri, e indicar allí el sitio preciso que había de ser el lugar central para el comienzo del recogimiento de los que abrazan la plenitud del Evangelio eterno. Por consiguiente, emprendí la jornada con algunos de mis hermanos, y después de un largo y extenuante viaje, durante el cual sufrimos muchas privaciones y dificultades, llegamos al Condado de Jackson, Misuri; y después de examinar la región y de preguntar diligentemente a Dios, Él se nos manifestó y nos indicó, a mí y a otros, el lugar preciso donde tenía dispuesto iniciar la obra del recogimiento y la edificación de una ‘ciudad santa’ que había de llamarse Sión, porque es un lugar de justicia, y todos los que se establezcan allí deben adorar al Dios verdadero y viviente, y creer en una doctrina, a saber, la doctrina de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ‘¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion’ (Isaías 52:8)”4.

A principios de la década de 1830, los santos intentaron establecer los cimientos de Sión en el Condado de Jackson, Misuri, tal como lo había mandado el Señor, pero no pudieron lograrlo por no estar preparados espiritualmente para ello. El profeta José Smith dijo lo siguiente acerca de la época en que Sión sería establecida: “De ninguna de las comunicaciones que recibo del Espíritu puedo percibir que Sión haya perdido su derecho a una corona celestial, salvo quizá algunos individuos que han sido desobedientes y han abandonado el nuevo convenio; todos éstos serán manifestados por sus obras en el debido tiempo. Siempre he creído que Sión padecería algunas aflicciones, según lo que he podido aprender en los mandamientos que se han dado. Pero quisiera recordarles cierta cláusula que contiene uno de ellos, donde dice que después de mucha tribulación vienen las bendiciones [véase D. y C. 58:4]. De acuerdo con dicho mandamiento, así como otros, y uno que se recibió recientemente, sé que Sión será redimida en el debido tiempo del Señor; pero cuántos serán los días de su purificación, tribulación y aflicción, el Señor lo ha mantenido oculto de mis ojos; y cuando pregunto concerniente a este asunto, la voz del Señor es: ¡Quedaos tranquilos y sabed que yo soy Dios! Todos los que sufren por mi nombre reinarán conmigo y el que diere su vida por causa de mí la hallará otra vez… Ruego a Dios que no obstante [n]uestras grandes aflicciones y sufrimientos, nada nos separe del amor de Cristo [véase Romanos 8:35–39]”5.

Edificamos la causa de Sión al llegar a ser un pueblo puro de corazón y al trabajar diligentemente con un corazón y un propósito.

“La edificación de Sión es una causa que ha interesado al pueblo de Dios en todas las edades; es un tema que los profetas, reyes y sacerdotes han tratado con gozo particular. Han mirado adelante, con gloriosa expectativa, hacia el día en que ahora vivimos; e inspirados por celestiales y gozosas expectativas, han cantado, escrito y profetizado acerca de ésta, nuestra época; pero murieron sin verla. Nosotros somos el pueblo favorecido que Dios ha elegido para llevar a cabo la gloria de los últimos días; a nosotros nos es permitido verla, participar en ella y ayudar a extender esta gloria de los últimos días”6.

“Cualquier lugar donde los santos se congreguen es Sión, la cual edificará todo hombre justo como lugar de seguridad para sus hijos”7.

“Aquí y allí habrá una estaca [de Sión] para el recogimiento de los santos… Allí los hijos de ustedes serán bendecidos, y ustedes se hallarán en medio de amigos donde podrán ser bendecidos. La red del Evangelio recoge toda clase de personas.

“…Nuestro objetivo principal debe ser la edificación de Sión… El tiempo viene pronto en que ningún hombre gozará de paz sino en Sión y sus estacas”8.

“En cuanto a la edificación de Sión, tiene que llevarse a cabo mediante los consejos de Jehová y las revelaciones del cielo”9.

“Si Sión no se purifica al grado de ser aprobada ante la vista de Él en todas las cosas, Él buscará otro pueblo; porque Su obra seguirá adelante hasta que Israel quede congregado, y los que no quieran oír Su voz deberán sentir Su ira. Permítame decirle: Trate de purificarse, y también todos los habitantes de Sión, no sea que se encienda la ira del Señor con ferocidad. Arrepiéntanse, arrepiéntanse, es la palabra de Dios a Sión; y aunque parezca extraño, no obstante es cierto que el género humano persistirá en justificarse a sí mismo hasta que se manifieste toda su iniquidad y sea demasiado tarde para redimir su carácter, y todo cuanto atesore en sus corazones se revele a la vista de todo el mundo. Le digo esto (y lo que digo a usted lo digo a todos): Escuche la voz amonestadora de Dios, no sea que Sión caiga y el Señor jure en Su ira que los habitantes de Sión no entrarán en Su reposo”10.

“Mientras se permitan las acciones inicuas en la Iglesia, ésta no podrá ser santificada ni Sión podrá ser redimida”11.

“Deben esforzarse todos para prepararse para la viña, dándose un poco de tiempo para consolar a los que lloran, dar alivio al de corazón quebrantado, rescatar al que se ha apartado, hacer volver al que anda errante y volver a invitar al reino a los que han sido desarraigados, animándolos a trabajar mientras dure el día, a obrar justicia y a que con un mismo corazón y en un mismo parecer se preparen para ayudar a redimir a Sión, esa buena tierra prometida, donde serán bendecidos los dadivosos y los obedientes…

“[Rogamos] a nuestro Padre Celestial que se esmeren mucho en la oración, que sean muy humildes y caritativos, trabajando diligentemente, tanto espiritual como temporalmente, por la redención de Sión, a fin de que los que sean de corazón puro vuelvan con cantos de gozo sempiterno a edificar los lugares asolados [de Sión] y a recibir al Señor cuando venga en Su gloria [véase D. y C. 101:18]”12.

Sión, la Nueva Jerusalén, será edificada sobre el continente americano.

Los Artículos de Fe 1:10: “Creemos en la congregación literal del pueblo de Israel y en la restauración de las Diez Tribus; que Sión (la Nueva Jerusalén) será edificada sobre el continente americano”13.

“La ciudad de Sión, de que habla David en el Salmo 102, será edificada en la tierra de las Américas. ‘Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas’ (Isaías 35:10). Entonces serán librados de la desbordante plaga que se extenderá por la tierra. Pero Judá recibirá liberación en Jerusalén. [Véase Joel 2:32; Isaías 26:20-21; Jeremías 31:12; Salmos 1:5; Ezequiel 34:11–13.] Estos son testimonios de que el Buen Pastor reconocerá a Sus propias ovejas, y las conducirá de entre todas las naciones donde fueron esparcidas en un día oscuro y tenebroso, y las llevará a Sión y a Jerusalén”14.

“Comenzaré citando la profecía de Enoc, en la que habla de los últimos días: ‘Y justicia enviaré desde los cielos; y la verdad haré brotar de la tierra para testificar de mi Unigénito, de su resurrección de entre los muertos [y yo entiendo que esta resurrección será la del cuerpo], sí, y también de la resurrección de todos los hombres; y haré que la justicia y la verdad inunden la tierra como con un diluvio, a fin de recoger a mis escogidos de las cuatro partes de la tierra a un lugar que yo prepararé, una Ciudad Santa, a fin de que mi pueblo ciña sus lomos y espere el tiempo de mi venida; porque allí estará mi tabernáculo, y se llamará Sión, una Nueva Jerusalén’ [Moisés 7:62].

“Entiendo yo por este pasaje que… la justicia y la verdad inundarán la tierra como si fuera un diluvio. Ahora pregunto, ¿cómo van a inundar la tierra como diluvio la justicia y la verdad? Contestaré. Los ángeles y los hombres van a trabajar juntos para efectuar esta importante obra, y Sión va a ser preparada, sí, una Nueva Jerusalén, para los escogidos que van a ser reunidos de las cuatro partes de la tierra; y quedarán establecidos como ciudad santa, porque el tabernáculo del Señor estará con ellos…

“…‘Y he aquí, estableceré a este pueblo en esta tierra, para el cumplimiento del convenio que hice con Jacob, vuestro padre; y será una Nueva Jerusalén’ [3 Nefi 20:22]. Aprendemos en el Libro de Mormón el continente y lugar precisos donde se hallará la Nueva Jerusalén, y será arrebatada de acuerdo con la visión de Juan en la isla de Patmos.

“Pero muchos serán propensos a decir que esta Nueva Jerusalén de que se habla es la Jerusalén que edificaron los judíos en el continente oriental. Verán ustedes, sin embargo, según Apocalipsis 21:2, que la Nueva Jerusalén descendería ‘del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido’; y que después el Revelador fue llevado en el Espíritu a un monte grande y alto, y vio la gran ciudad santa que descendía de Dios desde el cielo. De modo que se habla aquí de dos ciudades. Como no se pueden decir todas las cosas en el limitado espacio de una carta, brevemente diré que se establecerá una Nueva Jerusalén sobre este continente, y también Jerusalén será reedificada sobre el continente oriental [véase Éter 13:1–12]: ‘He aquí, Éter vio los días de Cristo, y habló de una nueva Jerusalén sobre esta tierra. Y habló también concerniente a la casa de Israel, y la Jerusalén de donde Lehi habría de venir –que después que fuese destruida, sería reconstruida, una ciudad santa para el Señor; por tanto, no podría ser una Nueva Jerusalén, porque ya había existido en la antigüedad’ [Éter 13:4–5]”15.

“Los profetas han dicho concerniente a Sión en los días postreros: cómo vendrá a ella la gloria del Líbano; los cipreses, los pinos y los bojes juntamente, para decorar el santuario del Señor, para que Él honre el lugar de Sus pies [véase Isaías 60:13]. En vez de bronce, Él traerá oro; y por hierro, traerá plata; y por madera, bronce; y en lugar de piedras, hierro [véase Isaías 60:17]; y donde el banquete de manjares suculentos se dará a los justos [véase Isaías 25:6]; sí, cuando el esplendor del Señor se nos manifieste por el bien de Su pueblo, se desvanezcan las maquinaciones y la vana gloria del mundo, y exclamemos: ‘¡De Sión, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido!’ [Salmos 50:2]”16.

Sugerencias para el estudio y la enseñanza

Considere estas ideas al estudiar el capítulo o al prepararse para enseñarlo. Si necesita más ayuda, consulte las páginas VII–XIII.

  • En este capítulo, fíjese cómo empleó el profeta José Smith la palabra Sión para referirse a lugares específicos y al pueblo del Señor. Esa forma de emplear el término, ¿cómo le ayuda a comprender lo que significa “edificar Sión”? (Al pensar en esta pregunta o al analizarla, considere leer Doctrina y Convenios 97:21.)

  • En el párrafo que comienza al final de la página 194, se cita a José Smith hablando de su deseo de saber cuándo se establecería la ciudad de Sión en el Condado de Jackson, Misuri. ¿Qué aprendemos de la respuesta del Señor a las oraciones de José Smith?

  • Lea el último párrafo de la página 195; luego indique algunos de los lugares donde se congregan los santos. ¿Cómo podemos edificar Sión en esos lugares?

  • Repase el primero y el segundo párrafo de la página 196, y piense en qué forma proveen seguridad y paz las estacas de la Iglesia. ¿Qué bendiciones ha recibido usted al congregarse con otros miembros de su estaca?

  • El consejo del Profeta sobre la forma de edificar Sión, ¿cómo se aplica en nuestro hogar?

  • El profeta José enseñó que, como parte del esfuerzo por edificar Sión, debemos purificarnos individualmente. ¿Qué podemos hacer para seguir ese consejo? (Véanse las páginas 195–197 donde hay algunos ejemplos.) ¿Por qué tendrán las personas que ser puras antes de que Sión sea redimida?

  • Repase las profecías de José Smith sobre las dos ciudades santas (págs. 197–199). ¿Cuál es nuestra función en el cumplimiento de esas profecías?

Pasajes de las Escrituras relacionados con el tema: Apocalipsis 21:1–27; D. y C. 45:65–71; 97:18–25; 103:1–7; Moisés 7:16–21, 62–69

Notas

  1. History of the Church, 1:188–189; tomado de “History of the Church” (manuscrito), libro A-1, págs. 126–127, Archivos de la Iglesia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Salt Lake City, Utah.

  2. History of the Church, 1:196; tomado de “History of the Church” (manuscrito), libro A-1, pág. 137, Archivos de la Iglesia; véase también Doctrina y Convenios, Manual para el alumno, pág. 116.

  3. Newel Knight, Autobiography and Journal, aprox. 1846, págs. 32, 34, Archivos de la Iglesia.

  4. History of the Church, 2:254; tomado de una carta de José Smith a los élderes de la Iglesia, septiembre de 1835, Kirtland, Ohio, publicada en Messenger and Advocate, septiembre de 1835, págs. 179–180.

  5. History of the Church, 1:453–454; alteración en la división de párrafos; tomado de una carta de José Smith a Edward Partridge y otros, 10 de diciembre de 1833, Kirtland, Ohio.

  6. History of the Church, 4:609–610; tomado de “The Temple”, editorial publicado en Times and Seasons, 2 de mayo de 1842, pág. 776; José Smith era el editor del periódico.

  7. Citado por Martha Jane Knowlton Coray, dando informe de un discurso pronunciado por José Smith en Nauvoo, Illinois; Martha Jane Knowlton Coray, Notebook, Archivos de la Iglesia; en el cuaderno de la hermana Coray, este discurso lleva la fecha del 19 de julio de 1840, pero es probable que el discurso se haya pronunciado en una fecha posterior.

  8. History of the Church, 3:390–391; las palabras entre corchetes se encuentran en el original; alteración en la división de párrafos; tomado de un discurso pronunciado por José Smith aproximadamente en julio de 1839 en Commerce, Illinois; informe de Willard Richards.

  9. History of the Church, 5:65; tomado de “The Government of God”, editorial publicado en Times and Seasons, 15 de julio de 1842, pág. 858; José Smith era el editor del periódico.

  10. History of the Church, 1:316; ortografía actualizada; tomado de una carta de José Smith a William W. Phelps, 11 de enero de 1833, Kirtland, Ohio; en History of the Church se indica la fecha incorrectamente como 14 de enero de 1833.

  11. History of the Church, 2:146; tomado de una carta de José Smith a Lyman Wight y otros, 16 de agosto de 1834, Kirtland, Ohio.

  12. History of the Church, 2:229–230, nota al pie de la página; puntuación modernizada; alteración en la división de párrafos; tomado de “To the Saints Scattered Abroad”, Messenger and Advocate, junio de 1835, pág. 138.

  13. Los Artículos de Fe 1:10.

  14. History of the Church, 1:315; tomado de una carta de José Smith a N. C. Saxton, 4 de enero de 1833, Kirtland, Ohio; en History of the Church se cita incorrectamente el nombre del Sr. Saxton como “N. E. Seaton”.

  15. History of the Church, 2:260–262; puntuación modernizada; la primera frase entre corchetes se encuentra en el original; tomado de una carta de José Smith a los élderes de la Iglesia, noviembre de 1835, Kirtland, Ohio, publicada en Messenger and Advocate, noviembre de 1835, págs. 209–210.

  16. History of the Church, 1:198; puntuación modernizada; tomado de “History of the Church” (manuscrito), libro A-1, pág. 139, Archivos de la Iglesia.