Prepárese espiritualmente
Como preparación para Su ministerio terrenal, el Salvador fue “… llevado por el Espíritu” para ayunar, orar y “… estar con Dios” (Traducción de José Smith de Mateo 4:1, nota al pie b, en la versión en inglés de las Escrituras). La enseñanza poderosa del Evangelio no solo consiste en preparar una lección, sino también en prepararnos a nosotros mismos. Dado que el Espíritu es el verdadero maestro y la verdadera fuente de conversión, los maestros eficaces del Evangelio, antes de pensar en llenar el tiempo de la clase, se centran en llenar su corazón con el Espíritu Santo.
“Atesorad… las palabras de vida”
El estudiar la palabra de Dios con espíritu de oración hace que estemos en sintonía con el Espíritu Santo; de ese modo, Él puede inspirarnos a recurrir a lo que hayamos estudiado cuando enseñamos y edificamos a otras personas. Por eso, lo mejor es estudiar con diligencia las Escrituras y las palabras de los profetas antes de recurrir al material complementario para planificar una lección. El Señor promete que si “… [atesoramos] constantemente en [nuestras] mentes las palabras de vida… [nos] será dado en la hora precisa” lo que debemos decir y la forma en que debemos enseñar (D. y C. 84:85).
Preguntas para reflexionar: ¿Qué significa “atesorar” las Escrituras en la mente? ¿En qué ocasiones he sentido que un pasaje de las Escrituras era un tesoro para mí?
Ejemplo de las Escrituras: Cuando Hyrum Smith quiso saber cómo podía participar en la obra de la Restauración, el Señor le respondió con la revelación que se encuentra registrada en Doctrina y Convenios 11 (véase también D. y C. 23:3). ¿Qué consejo encuentro allí que se aplica a mí como maestro?
Busque revelación a diario
A menudo la revelación llega “… línea por línea” (2 Nefi 28:30), y no toda de una sola vez; por eso es mejor comenzar a prepararse al menos con una semana de antelación. Al meditar sobre la forma en que los principios que está enseñando bendecirán a los integrantes de su clase, recibirá ideas e impresiones en su vida cotidiana: mientras se dirige al trabajo, realiza tareas del hogar o interactúa con familiares y amigos. No piense en la preparación espiritual como algo a lo que debe dedicar tiempo, sino más bien como algo que siempre está haciendo.
Pregunta para reflexionar: ¿Qué puedo hacer a fin de ser más receptivo a la guía del Espíritu todos los días?
Ejemplo de las Escrituras: ¿Qué lecciones del Evangelio encontraba el Señor en las actividades cotidianas? (véanse, por ejemplo, Mateo 13:1–23; Juan 4:6–14).
Véase también David A. Bednar, “Prestos para observar”, Liahona, diciembre de 2006, págs. 15–20.
Anote sus impresiones
Cuando reciba ideas e impresiones sobre una lección, busque la forma de dejarlas registradas para que pueda recordarlas y recurrir a ellas más adelante. Podría llevar consigo un cuaderno, tarjetitas o un dispositivo electrónico a fin de registrar las impresiones de inmediato, mientras “… todavía [esté] en el Espíritu” (D. y C. 76:80, 113). Cuando registra las impresiones espirituales, demuestra al Señor que aprecia Su guía, y Él le bendecirá con revelación más frecuente.
Inste a las personas a quienes enseña a que también anoten sus impresiones. Se podría instar a los niños a que compartan sus ideas y experiencias con sus padres o hermanos. El élder Richard G. Scott prometió: “El conocimiento que se registre cuidadosamente estará siempre disponible en momentos de necesidad… [El registrar la guía del Espíritu] hará posible que recibas más luz”1.
Pregunta para reflexionar: ¿Qué métodos para registrar las impresiones espirituales me funcionan mejor?
Ejemplo de las Escrituras: Cuando el Salvador visitó a los nefitas pidió que le mostraran sus registros. ¿Qué aprendo de Sus palabras registradas en 3 Nefi 23:7–14 en cuanto a la importancia de registrar la inspiración que recibo?
Para el líder del análisis
Compartir y deliberar juntos: Para comenzar, pida a los maestros que compartan experiencias que hayan tenido con la enseñanza recientemente y que hagan preguntas con respecto a la enseñanza.
Aprender juntos: Pida a los maestros que analicen una o más de las ideas de esta sección. Por ejemplo, podría invitarlos a compartir alguna impresión que hayan recibido al estudiar ejemplos de las Escrituras.
Invitar: Invite a los maestros a registrar las impresiones espirituales que reciban mientras se preparan para su próxima oportunidad de enseñar, incluyendo oportunidades en su hogar y con su familia. Durante la siguiente reunión de consejo de maestros, pídales que compartan unos con otros lo que hayan registrado, según resulte apropiado.
Prepararse: Decidan juntos el tema que tratarán en la reunión siguiente y pida a los maestros que se preparen.