Compartir el Evangelio
obra misional


Ideas para la lección del quinto domingo

Las lecciones del quinto domingo brindan oportunidades maravillosas para ayudar a los miembros a reconocer el gozo y las bendiciones que se reciben al compartir el Evangelio de Jesucristo.

Uno de los objetivos de la lección del quinto domingo podría ser ayudar a cada miembro a compartir el Evangelio de Jesucristo de maneras naturales al poner en práctica los principios de “amar, compartir e invitar”.

Las siguientes ideas y recursos podrían ayudarlo en sus esfuerzos. Siga la guía del Espíritu al prepararse. Enseñe de una manera que anime a los miembros de su barrio o rama, especialmente a los jóvenes, a participar en el análisis.

Principios fundamentales de amar, compartir e invitar

  • Como parte de la lección, considere analizar algunos de los principios fundamentales y pasajes de las Escrituras que se enumeran a continuación.

  • Compartir nuestro amor por el Salvador y el Evangelio puede brindarnos gozo a nosotros, al Señor y a los demás. Además, trae el Espíritu y el poder de Dios más abundantemente a nuestra vida (véanse Juan 15:4–5; Mosíah 18:10), nos protege de la tentación (véase 3 Nefi 18:24–25), y brinda sanación y perdón de los pecados (véanse Doctrina y Convenios 4:4; 62:3).

  • ¿Qué significa amar, compartir e invitar? Comparta ideas y considere lo siguiente:

    • Muchos de los que se unen a la Iglesia se ven influenciados de manera positiva al observar la vida de los miembros comunes y corrientes. Al mostrarnos abiertamente como seguidores de Jesucristo y como parte de Su Evangelio restaurado, estamos compartiendo el Evangelio.

    • Podemos compartir el Evangelio como una extensión de nuestra vida diaria e invitar a las personas a venir y ver, venir y servir, y venir y pertenecer de maneras genuinas.

    • Algunas personas quizás sientan que no tienen oportunidades de compartir el Evangelio. Alentar a los miembros a interactuar con más personas como parte de su rutina diaria es una manera sencilla de contribuir a aumentar las oportunidades de compartir el Evangelio y establecer conexiones duraderas.

    • El Salvador nos invitó a “veni[r] y ve[r]” (véase Juan 1:37–39) y a hacer lo mismo con los demás, especialmente cuando nos reunimos como miembros de la Iglesia (véase 3 Nefi 18:22, 25).

  • Amar, compartir e invitar no es un programa de la Iglesia. El élder Gary E. Stevenson nos recuerda que “estas tres cosas no son más que una mera extensión de lo que ya somos como discípulos de Jesucristo”. ¿De qué forma el poner en práctica “amar, compartir e invitar” es una manera de emular y seguir a Cristo?

  • “Cualquier esfuerzo por vivir los principios de amar, compartir e invitar es positivo, ya sea que una persona se reúna o no con los misioneros o se una o no a la Iglesia” (Predicad Mi Evangelio: Una guía para compartir el Evangelio de Jesucristo, 2023, pág. 171).

Recursos para compartir el Evangelio

Los recursos a continuación pueden ayudarlo a comprender maneras de ayudar a los miembros de la Iglesia a compartir el Evangelio al poner en práctica los principios de “amar, compartir e invitar”.

Ejemplos de bosquejos de lecciones para el quinto domingo

Además de analizar los principios fundamentales, a continuación hay ejemplos de bosquejos que podría utilizar al enseñar una lección de quinto domingo sobre los principios de amar, compartir e invitar. Las lecciones del quinto domingo están diseñadas para darse en una sola clase de cincuenta minutos. Los ejemplos proporcionan ideas y recursos para ayudarlo a comenzar.

Bosquejo 1: Maneras sencillas de amar, compartir e invitar (jóvenes)

Bosquejo 2: Amar, compartir e invitar mediante las actividades de barrio

Bosquejo 3: Invitar a amigos, familiares y vecinos a la Iglesia

Maneras sencillas de amar, compartir e invitar (jóvenes) (50 minutos)

Este ejemplo de bosquejo está diseñado para ayudar a los jóvenes a descubrir maneras de compartir el Evangelio en entornos cotidianos como lo hizo el Salvador. Su finalidad es proporcionar ideas y ejemplos prácticos.

Objetivo

El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a comprender maneras sencillas en las que pueden vivir y compartir el Evangelio más abiertamente en su vida cotidiana.

Introducción (3 minutos)

Podría decidir comenzar la reunión mostrando este video: Maneras sencillas de amar, compartir e invitar (2:45). Descargue el video en su dispositivo y pruébelo antes de la clase si planea usarlo. Antes de que lo vean, invite a la clase a pensar en lo que consideran que es la obra misional. Dirija un análisis usando algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿Se alinean los ejemplos del video con lo que creen que significa llevar a cabo la obra misional? ¿Por qué sí o por qué no?

  • ¿Qué es lo que más los sorprendió de los ejemplos?

  • ¿Qué nuevas ideas se les ocurrieron que podrían llevar a cabo esta semana?

Compartir el Evangelio mediante las interacciones diarias (8 minutos)

Considere analizar lo que dice Predicad Mi Evangelio acerca de los jóvenes que comparten el Evangelio: “Los jóvenes tienen el don especial de amar a sus amigos, de compartir lo que tienen en el corazón y de invitarlos a las actividades” (Predicad Mi Evangelio, capítulo 9, pág. 171). Pregunte a la clase acerca de experiencias que hayan tenido al compartir el Evangelio de una manera sencilla o natural que se sientan cómodos de compartir.

Independientemente de lo que se comparta, valide las respuestas y analicen la manera en que compartir el Evangelio puede ser sencillo y que todos pueden tener éxito al hacerlo. Estas son algunas preguntas de seguimiento a tener en cuenta:

  • ¿Cómo se sintió la conversación? ¿Sintieron el Espíritu?

  • ¿De qué manera el compartir el Evangelio nos acerca más a Jesucristo?

  • ¿Qué harían o dirían de manera diferente si pudieran volver a hacerlo?

  • ¿Cómo podemos incluir a otras personas en nuestra vida centrada en Cristo de maneras normales y naturales?

  • ¿Cuáles son algunos de los talentos que tienen que pueden ayudarlos a compartir el Evangelio? (A continuación hay algunos talentos para ayudar a que la conversación avance: la música, el baile, la paciencia, la amabilidad, la enseñanza, el liderazgo, etc.).

Actividad práctica (10 minutos)

Pida a alguien que se ofrezca a leer Marcos 16:15: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Diga a la clase que esas fueron las palabras del Salvador resucitado a Sus apóstoles, pero que Él nos ha dado el mismo encargo hoy en día (véase Doctrina y Convenios 30:5) de compartir el Evangelio con todos al amar, compartir e invitar.

Con estos versículos de las Escrituras en mente, dirija una actividad de dramatización de 8 a 10 minutos. Para brindar un ejemplo, pida a alguien que se ofrezca a hacer una dramatización con usted. Muestre lo fácil que puede ser amar, compartir e invitar utilizando una de las siguientes situaciones hipotéticas (o una que usted haya inventado por su cuenta):

  • Un amigo les pregunta qué van a hacer esa noche y se dan cuenta de que tienen una actividad de servicio para los jóvenes.

  • Un compañero de clase los ve leyendo el Libro de Mormón en su teléfono y les pregunta qué están leyendo.

  • Su entrenador de fútbol les pregunta cómo les fue el fin de semana y da la casualidad de que ayudaron a enseñar la lección en la iglesia el día anterior.

  • Un compañero de trabajo los invita a pasar tiempo juntos el domingo y ustedes han querido invitarlo a la iglesia desde hace algún tiempo.

Divida la clase en grupos más pequeños (de dos a tres personas). Anímelos a intercambiar ideas sobre momentos que podrían tener en su vida cotidiana en la escuela, el trabajo, las actividades de la Iglesia u otras situaciones en las que podrían poner en práctica los principios de amar, compartir e invitar.

  • Invite a cada persona del grupo a practicar lo que diría si se le diera una de las oportunidades que analizaron. Si no se les ocurre nada, sugiérales una de las situaciones mencionadas anteriormente.

  • Anímelos a trabajar juntos para pensar en cómo pueden amar, compartir e invitar de maneras normales y naturales.

  • Invite a cada miembro del grupo a intentarlo (pero no obligue a nadie que pueda sentirse incómodo).

  • Proporcióneles oportunidades de repetir el ejercicio para mejorar y probar una variedad de situaciones hipotéticas.

Después de la actividad, invite a la clase a aprender unos de otros con preguntas como estas:

  • ¿Practicar cómo compartir el Evangelio fue más fácil o difícil de lo que esperaban? ¿Por qué?

  • ¿Qué salió bien?

  • ¿Qué fue difícil?

Podría enfatizar que vivir el Evangelio de manera más abierta y centrarnos en las personas que nos rodean son maneras sencillas de ayudar a los demás a querer conocer más. Las personas se ven influenciadas cuando ven cómo nos tratamos unos a otros, a nuestras familias y a los miembros de nuestras comunidades.

Actividad de reflexión (10 minutos)

Explique a los jóvenes que muchos de nosotros, jóvenes y mayores, tendemos a pensar demasiado cuando se trata de compartir el Evangelio. Jesús enseñó acerca de amar a nuestro prójimo. Sus conversaciones no tienen que terminar en bautismos, llevar a alguien a la iglesia o incluso enseñar un principio del Evangelio.

Pida a la clase que piense en la semana anterior. Considere pedirles que miren sus mensajes y calendarios para recordar los acontecimientos de los días anteriores. Invítelos a reflexionar en las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles fueron algunas de las interacciones que tuvieron con amigos cercanos o familiares?

  • ¿Qué interacciones tuvieron con personas que no conocían tan bien?

  • ¿Qué momentos positivos tuvieron al amar, compartir e invitar? ¿Qué hizo que fueran positivos? ¿Qué hizo que parecieran naturales?

  • ¿Cuáles fueron algunas oportunidades en las que podrían haber amado, compartido e invitado aún más?

  • En cuanto a las personas con las que interactuaron, ¿cuántas creen que saben que ustedes son miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días? ¿Había formas de aumentar esa visibilidad en una conversación cotidiana?

Pida a alguien que lea la siguiente cita: “Ayude a los miembros a entender que cualquier esfuerzo por vivir los principios de amar, compartir e invitar es positivo, ya sea que la persona se reúna o no con los misioneros o se una o no a la Iglesia” (Predicad Mi Evangelio, capítulo 9, pág. 171).

Invítelos a fijarse una meta de cómo podrían amar, compartir e invitar más de ahora en adelante. Si lo desean, podrían mirar sus calendarios para ver si se les ocurren próximas oportunidades.

¿Y si me rechazan? (5 minutos)

Explique que es un temor muy real ser rechazado o que se burlen de nosotros debido a nuestras creencias religiosas, pero eso no hace que el Evangelio sea menos verdadero o importante. Lo mejor que hay que recordar en cualquier situación incómoda es no ponerse a la defensiva ni discutir. Los rechazos son parte de la vida; incluso el Salvador afrontó el rechazo. Pida a alguien que se ofrezca a leer Juan 1:11: “A los suyos vino [Jesús], y los suyos no le recibieron”. ¿Qué podemos hacer en situaciones en las que alguien nos rechace o incluso se burle de nosotros?

Estas son algunas sugerencias posibles que puede añadir:

  • Utilicen el rechazo como una oportunidad para crecer y profundizar su fe.

  • Tengan en cuenta que puede ser necesario que las personas dispongan de tiempo para procesar y aceptar su invitación o ayuda. Sigan orando por ellas y para recibir guía.

  • No se desanimen y continúen compartiendo el Evangelio con otras personas.

Conclusión (3 minutos)

Vean este video del élder Mark A. Bragg en el que comparte su conversión y cómo los miembros pusieron en práctica los principios de amar, compartir e invitar. Si hay tiempo, deje espacio para comentarios.

1:56

Plan para actuar y prometer bendiciones (5 minutos)

Pregunte: “Según lo que han aprendido hoy, ¿qué se sienten inspirados a hacer?”. Invítelos a que lo escriban en sus notas, establezcan un recordatorio o lo escriban en un papel junto con la hora y la fecha en que lo harán.

Testifique y comparta algunas de las bendiciones prometidas que se reciben al compartir el Evangelio. Estas son algunas de las bendiciones que se mencionan en el capítulo 9 de Predicad Mi Evangelio:

Amar, compartir e invitar mediante las actividades de barrio (50 minutos)

Esta lección ayudará a los miembros a invitar a sus amigos a las actividades de barrio. Su finalidad es proporcionar ideas y ejemplos prácticos.

Objetivo

El objetivo de esta lección es presentar a los alumnos la nueva herramienta Compartir actividades y ayudarlos a reconocer maneras sencillas en las que pueden invitar a otras personas a las actividades de la Iglesia.

Principios fundamentales de amar, compartir e invitar

Al comienzo de este artículo se encuentran algunos principios con los que puede comenzar esta lección. También podría utilizar este video opcional de inicio: Sitios web de los barrios: Una nueva herramienta para compartir el Evangelio | Amar, compartir, invitar (2:40). Descargue el video en su dispositivo y pruébelo antes de la clase si planea usarlo. Mientras lo miran, consideren maneras sencillas en las que podemos invitar a otras personas a unirse a nosotros en las actividades de la iglesia.

Encontrar la página web de su barrio (10 minutos)

Dirija un análisis usando algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿De qué manera el compartir el Evangelio nos acerca más a Jesucristo?

  • ¿Cuál es la conexión entre compartir el Evangelio y honrar nuestros convenios?

Pregunte si alguno de ellos sabía que existía una página web del barrio.

Utilice este video para ayudar a los miembros a aprender a navegar hasta la página web del barrio: “Encontrar la página web del barrio”, que se encuentra en este sitio web.

Visite el sitio web y comparta su pantalla, si es posible, para destacar lo siguiente:

  • La lista de actividades disponibles

  • La función de confirmar asistencia para cada actividad

  • Cómo compartir fácilmente las actividades con otras personas

Si la mayoría de la clase puede abrir el sitio web en su propio dispositivo, invítelos a repasar las próximas actividades y a pensar si conocen a alguien a quien podrían considerar invitar a una próxima actividad. Anímelos a actuar de acuerdo con las impresiones que reciban, pero no los presione.

Invitar a amigos y vecinos a actividades (8 minutos)

El Salvador dijo simplemente: “Venid y ved” (Juan 1:39). No sintió la necesidad de explicarlo todo en el momento; quería que lo siguieran a fin de que experimentaran y sintieran en qué consistía Su Evangelio. Este es el enfoque que debemos considerar al invitar a las personas a actividades o reuniones.

Pida a la clase que intercambien ideas en la pizarra sobre las actividades y reuniones actuales del barrio que pueden publicar en la página web del barrio e invitar a las personas a asistir (por ejemplo: bautismos, fiestas del vecindario, etc.).

Estos son algunos eventos adicionales que tal vez no se hayan mencionado: noche de juegos del barrio, programa dominical de la Primaria, programa de talentos, fiesta del vecindario, proyecto de servicio, curso de autosuficiencia y otros.

Actividad práctica (12 minutos)

Dirija una actividad de dramatización de 10 a 12 minutos. Para brindar un ejemplo, pida a alguien que se ofrezca a hacer una dramatización con usted. Utilizando una actividad de la página web del barrio que se realizará pronto (o inventando una actividad si no hay una programada), demuestre lo fácil que puede ser amar, compartir e invitar. Estos son algunos ejemplos de situaciones hipotéticas que podría demostrar y pedirles que practiquen:

  • Usted y su vecino llegan a casa al mismo tiempo, y usted ha estado pensando en invitarlo a la fiesta de verano del barrio que se llevará a cabo el sábado. Asegúrese de mencionar cómo le enviará un vínculo con la información (el vínculo “Compartir” de la página web del barrio).

  • Elabore un mensaje que podría enviar por mensaje de texto o a través de las redes sociales invitando a un amigo a un día de servicio que se llevará a cabo pronto. Demuestre lo que podría escribir y cómo incluiría el vínculo a la página web del barrio directamente en el mensaje. Anime a la persona a confirmar su asistencia si está interesada.

  • Se encuentra con una familia con niños pequeños en la tienda. Ellos mencionan que están tratando de hacer planes para la Pascua, así que los invita a una próxima actividad de Pascua de Resurrección y se ofrece a enviarles un vínculo con más información.

Divida la clase en grupos más pequeños (de dos a tres personas). Aliéntelos a practicar cualquiera de los ejemplos de las situaciones hipotéticas o a idear otras.

  • Aliéntelos a trabajar juntos para pensar en cómo pueden amar, compartir e invitar de maneras normales y naturales.

  • Invite a cada miembro del grupo a intentarlo (pero no obligue a nadie que pueda sentirse incómodo).

  • Deles oportunidades de repetir el ejercicio para mejorar y probar una variedad de situaciones hipotéticas.

Después de la actividad, invite a la clase a compartir las prácticas recomendadas y a aprender unos de otros con preguntas como estas:

  • ¿Practicar cómo compartir el Evangelio fue más fácil o difícil de lo que esperaban? ¿Por qué?

  • ¿Qué salió bien mientras practicaban?

  • ¿Qué fue difícil?

Recuérdele a la clase que disponemos de recursos como los misioneros de tiempo completo, los hermanos que hayan servido en misiones, el líder misional del barrio y otras personas con las que podrían hablar si tienen preguntas sobre la mejor manera de compartir el Evangelio con un amigo.

Aspectos importantes a tener en cuenta en las actividades de barrio (10 minutos)

Lea o muestre esta cita del élder Gerrit W. Gong: “Las actividades sociales y de servicio de barrio […] podría[n] entrelazarnos con un sentido de pertenencia y una unidad aún mayores […]. “Las actividades entretenidas del Evangelio también [nos permiten] invitar a vecinos y amigos” (Gerrit W. Gong, “Aquí se habla con amor”, Liahona, noviembre de 2023, págs. 112, 113).

Además, lea la siguiente cita: “Si nuestras invitaciones se basan en las necesidades y los intereses de las personas, es más probable que ellas acepten esas invitaciones. Con frecuencia, invitar significa simplemente incluir a nuestra familia y a nuestros amigos y vecinos en lo que ya estamos haciendo” (Manual General, 23.1.3).

Explique que deseamos que las personas a las que invitamos se sientan lo más cómodas posible. Quizás esta sea su primera experiencia con la Iglesia, o puede que sea la primera vez que regresen después de veinte años. Pueden ser miembros nuevos o miembros que regresan a la actividad, por lo que es importante tener en cuenta todos estos factores al invitar.

Invite a la clase a que compartan sus ideas sobre la manera en que el barrio puede crear un ambiente donde sea más fácil amar, compartir e invitar. Escriba las respuestas en la pizarra. A medida que digan respuestas, haga estas preguntas de seguimiento:

  • ¿Cómo pueden ser más inclusivos y no excluyentes cuando…

    • hablan sobre la Iglesia? (Utilizar la frase “grupo de mujeres” en lugar de “Sociedad de Socorro”, “servicio de adoración dominical” en lugar de “reunión sacramental”).

    • planifican actividades? (Si la clase no lo menciona, señale que incluso la forma en que nombramos nuestras actividades puede ser inclusiva en lugar de excluyente, como llamarlo un pícnic comunitario en lugar de un pícnic de barrio).

    • participan en la actividad?

Lo más importante de estas actividades es ayudar a los amigos y vecinos de la comunidad a sentir que “ya no so[n] extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19).

Conclusión (3 minutos)

Vean este video de líderes y miembros de la Iglesia que hablan sobre cómo las invitaciones a actividades los ayudaron en su conversión. Si hay tiempo, deje espacio para comentarios.

2:17

Planear para actuar y prometer bendiciones (5 minutos)

Pregunte: “Según lo que han aprendido hoy, ¿qué se sienten inspirados a hacer?”. Invítelos a que lo escriban en sus notas, establezcan un recordatorio o lo escriban en un papel junto con la hora y la fecha en que lo harán.

Testifique y comparta algunas de las bendiciones prometidas que se reciben al compartir el Evangelio. Estas son algunas de las bendiciones que se mencionan en el capítulo 9 de Predicad Mi Evangelio:

Invitar a amigos, familiares y vecinos a adorar con nosotros (50 minutos)

Esta lección ayudará a los miembros a descubrir maneras de invitar a amigos, familiares y vecinos a la Iglesia. Su finalidad es proporcionar ideas y ejemplos prácticos.

Objetivo

El objetivo de esta lección es ayudar a los alumnos a comprender la importancia de estar dispuestos a invitar a alguien a la Iglesia y cómo hacerlo de una manera normal, de acuerdo con el nivel de interés de la persona invitada.

Invitar a las personas a la Iglesia (10 minutos)

Vean el video “Los líderes de la Iglesia comparten su primera invitación a la Iglesia | Amar, compartir, invitar” (LaIglesiadeJesucristo.org). Pida a los alumnos que busquen el impacto que la invitación a la Iglesia tuvo en los líderes del video.

Dirija un análisis usando algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿Qué les impresionó del impacto que tuvo en esos líderes la invitación a asistir a la Iglesia?

  • ¿Qué les pareció interesante sobre las invitaciones?

  • ¿En qué se diferenciaban esas invitaciones de lo que se imaginaban que serían? ¿En qué se parecían?

  • ¿Qué les enseñó el Espíritu acerca del poder que tiene el extender invitaciones?

  • ¿En qué punto del trayecto se encontraban estas personas para aprender más cuando se les invitó?

Pida a alguien que se ofrezca a leer 3 Nefi 18:22, 25: “Os reuniréis con frecuencia; y […] permit[iréis] que se alleguen a vosotros, y no los vedaréis] […]. “He mandado que vinieseis a mí, a fin de que palpaseis y vieseis; así haréis vosotros al mundo”. Haga saber a la clase que esas fueron las palabras del Salvador resucitado a Su pueblo en las Américas y a nosotros.

Comparta una historia personal de alguna ocasión en que invitó a alguien a la iglesia, o pregunte a la clase si han invitado a amigos a asistir a la iglesia con ellos. Pídales que compartan su experiencia si se sienten cómodos. También podría compartir estos videos: “Amar, compartir e invitar: La historia de la hermana Tracy Y. Browning”; “Amar, compartir e invitar: La historia del élder Hugo E. Martínez”.

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Actividad práctica (12 minutos)

Con esos versículos y videos en mente, dirija una actividad de dramatización de 10 a 12 minutos. Para brindar un ejemplo, pida a alguien que se ofrezca a hacer una dramatización con usted. Demuestre lo fácil que puede ser incluir invitaciones a asistir a la Iglesia en las conversaciones cotidianas. Recuerde que el objetivo no es presionar a alguien para que asista a la iglesia, sino extender una invitación natural y amorosa cuando sea apropiado. Utilice una de las siguientes situaciones hipotéticas y recuerde relacionarla con una invitación a asistir a la iglesia.

  • Un compañero de trabajo se da cuenta de que usted parece darle prioridad al tiempo que pasa con su familia y se lo menciona. Usted ha estado buscando una oportunidad para compartir por qué la familia es tan importante para usted y para su religión.

  • Una familia se muda al otro lado de la calle y usted tiene la oportunidad de conocerlos mientras descargan cajas. Ellos mencionan que están interesados en conocer mejor a la comunidad.

  • Mientras está en un avión, alguien se da cuenta de que está leyendo el Libro de Mormón y le pregunta de qué trata.

  • Está hablando con un vecino que menciona que solía ir a una iglesia, pero últimamente no ha ido. Usted tiene asignado dar un discurso en la reunión sacramental la próxima semana.

Divida la clase en grupos más pequeños (de dos a tres personas). Para los barrios o ramas que utilizan la función Compartir actividades, la página web del barrio puede ser una manera fácil de compartir la hora y la ubicación de nuestros servicios dominicales. Para encontrar la página web, inicie sesión en la sección Mi página de inicio de la página de inicio de la Iglesia y haga clic en el vínculo junto al nombre de su barrio.

  • Invite a una persona de cada grupo a practicar lo que diría si se presentara una de las oportunidades que analizaron. Si no se les ocurre nada, sugiérales una de las situaciones mencionadas anteriormente.

  • Aliéntelos a trabajar juntos para pensar en cómo pueden amar, compartir e invitar de maneras normales y naturales.

  • Invite a cada miembro del grupo a intentarlo (pero no obligue a nadie que pueda sentirse incómodo).

  • Deles oportunidades de repetir el ejercicio para mejorar y probar una variedad de situaciones hipotéticas.

Después de la actividad, invite a la clase a compartir las prácticas recomendadas y a aprender unos de otros con preguntas como estas:

  • ¿Practicar cómo compartir el Evangelio fue más fácil o difícil de lo que esperaban? ¿Por qué?

  • ¿Qué salió bien mientras practicaban?

  • ¿Qué fue difícil?

Recuérdeles que conforme nos centremos en los demás y tratemos de emular al Salvador, compartir el Evangelio será algo más natural.

Asegure a la clase que algunos de nosotros a veces tenemos temores y dudas. Considere leer Éter 12:27. Ayúdelos a entender que, al poner nuestra fe en Cristo, podemos convertir las debilidades en fortalezas.

Actividad de reflexión (15 minutos)

Dirija un intercambio de ideas con la clase sobre cómo ayudar a alguien a tener una experiencia positiva cuando se le invita y asiste a la iglesia por primera vez. Consideren las siguientes preguntas para cada una de las siguientes situaciones.

Invitar a alguien a la iglesia

Como clase, intercambien ideas para responder lo siguiente:

  • ¿Cuáles podrían ser algunas oportunidades para invitar fácilmente a alguien a la iglesia? ¿Cómo podemos hacerlo de una manera normal y natural?

  • ¿Qué cosas debemos considerar previamente?

    • Cuando se converse sobre el tema, recuerden que no todas las personas han tenido una experiencia positiva con el concepto de iglesia organizada. A veces hay asuntos delicados a tener en cuenta que pueden moldear su percepción de la iglesia, como trastornos mentales, pecados, divorcios, asuntos legales o sentirse juzgados.

      • Podría compartir la siguiente cita: “Si nuestras invitaciones se basan en las necesidades y los intereses de las personas, es más probable que ellas acepten esas invitaciones” (Manual General, 23.1.3).

  • ¿Y si rechazan mi invitación? Posibles respuestas:

    • No olviden que el éxito radica en la invitación.

    • Tengan en cuenta que puede ser necesario que las personas dispongan de tiempo para procesar y aceptar su invitación o ayuda. Sigan orando por ellas y para recibir guía.

    • No se desanimen y continúen compartiendo el Evangelio con otras personas.

  • Si le resulta útil, podría mostrar este video que hace hincapié en la primera experiencia de algunas personas en la Iglesia: “Qué esperar en la Iglesia”.

Cómo prepararse para que asistan

  • ¿Qué cosas podríamos hacer previamente para ayudar a alguien a tener una experiencia positiva cuando asiste a la iglesia por primera vez? (Algunas ideas podrían ser ofrecerles una visita guiada de la iglesia, hablar de lo que pueden esperar, etc.). Podría considerar mostrar este video y determinar otras maneras de ayudar a alguien a tener una experiencia positiva en la iglesia.

  • ¿Cuáles son algunas de las cosas que podrían decirles para ayudarles a entender qué esperar? (Las ideas podrían incluir la hora de inicio, dónde sentarse, quién se reunirá con ellos, cómo vestirse, cuáles son los himnos, quién hablará, cuánto tiempo durarán las reuniones, cómo funcionan los donativos, qué representa la Santa Cena, etc.).

  • ¿Cómo podrían hacer que otros miembros del barrio se involucren?

Asistir con ellos

  • ¿Qué deben hacer mientras están en la iglesia a fin de que sea una experiencia positiva para ellos?

Conclusión (3 minutos)

Vean este video en el que el élder Takashi Wada relata cómo una invitación a asistir a la Iglesia lo ayudó en su conversión. Si hay tiempo, deje espacio para comentarios.

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Planear para actuar y prometer bendiciones (5 minutos)

Pregunte: “Según lo que han aprendido hoy, ¿qué se sienten inspirados a hacer?”. Invítelos a que lo escriban en sus notas, establezcan un recordatorio o lo escriban en un papel junto con la hora y la fecha en que lo harán.

Testifique y comparta algunas de las bendiciones prometidas que se reciben al compartir el Evangelio. Estas son algunas de las bendiciones que se mencionan en el capítulo 9 de Predicad Mi Evangelio: