Ayudas para las Escrituras
Éxodo 35–40; Levítico 1; 4; 16; 19


Ayudas para las Escrituras

Éxodo 35–40; Levítico 141619

Por medio de Moisés, el Señor mandó a los israelitas construir un tabernáculo en el desierto. El tabernáculo debía ser un santuario donde el Señor pudiera morar entre Su pueblo. Los israelitas proporcionaron voluntariamente los materiales necesarios para edificar el tabernáculo, y obreros diestros construyeron cada uno de sus componentes. Una vez terminado el tabernáculo, la gloria del Señor lo llenó. El Señor también reveló a Moisés la manera en que los israelitas debían ofrecerle varios tipos de sacrificios. Esos sacrificios señalaban al sacrificio expiatorio de Jesucristo y ayudaban a los israelitas a confiar en Jehová para lograr la redención.

Recursos

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Antecedentes y contexto

Éxodo 35–40

¿Cuál era el propósito del tabernáculo?

Durante los cuarenta días que Moisés estuvo en el monte Sinaí, Jehová le mandó que construyera un santuario, o tabernáculo, para que Él pudiera “habit[ar] entre” Su pueblo. El tabernáculo sirvió como el lugar central de adoración de Israel durante todo su viaje por el desierto hasta la tierra prometida. Debido a que era portátil, los israelitas podían desarmarlo y volver a armarlo mientras viajaban por el desierto.

el atrio exterior, el lugar santo y el Lugar Santísimo del tabernáculo

The Ancient Tabernacle [El antiguo tabernáculo], por Bradley Clark

Al igual que los templos modernos, el tabernáculo era la Casa del Señor. Los objetos y las ordenanzas del tabernáculo enseñaban a Israel de forma simbólica acerca de su trayecto por la vida y su regreso a la presencia de Dios.

El tabernáculo estaba dividido en tres secciones principales: el atrio exterior, el lugar santo y el salón interior (también llamado Lugar Santísimo). Cada espacio representaba una proximidad cada vez mayor a la santa presencia de Dios.

ilustración de los objetos que se encontraban en el tabernáculo

En el antiguo tabernáculo se encontraban los siguientes objetos:

Altar de los sacrificios

(Éxodo 38:1–7; véase también Éxodo 29:10–14)

El altar del atrio exterior se utilizaba para los sacrificios de animales. El sacrificio era una parte importante de la adoración israelita. Los sacrificios de animales simbolizaban el sacrificio expiatorio de Jesucristo. Por medio de ellos, los antiguos israelitas demostraban su devoción a Dios, buscaban el perdón de los pecados y expresaban gratitud.

ilustración de un altar de sacrificios de bronce

Fuente de agua

(Éxodo 38:840:30–32)

La fuente, un recipiente para el agua, se colocaba entre el altar de los sacrificios y la entrada del tabernáculo. Allí los sacerdotes se lavaban las manos y los pies antes de entrar en el tabernáculo u oficiar en el altar de los sacrificios. Eso era un recordatorio para los israelitas de la necesidad de estar limpios al participar en ordenanzas sagradas y prepararse para entrar en la presencia de Jehová.

ilustración de una fuente de bronce utilizada para lavarse en el tabernáculo

Mesa para el pan de la proposición

(Éxodo 40:22–23; véanse también Éxodo 25:23–30; Levítico 24:5–9)

Cada día de reposo, los sacerdotes colocaban doce hogazas de pan sin levadura sobre la mesa del pan de la proposición. Los panes servían de recordatorio a los israelitas de que Jehová era su constante proveedor. Cuando los sacerdotes colocaban panes nuevos sobre la mesa cada día de reposo, comían los viejos, simbolizando una comunión sagrada con Dios.

La palabra proposición significa “el Pan de la Presencia”, lo que indica la presencia de Dios en el tabernáculo. El pan se utiliza en las Escrituras como un símbolo de Jesucristo. Además, los doce panes representaban a las doce tribus de Israel. Colocar los panes en el lugar santo del tabernáculo servía como recordatorio de que cada tribu era presentada continuamente ante Jehová.

ilustración de una mesa de la proposición dorada

Candelabro

(Éxodo 37:17–24)

El candelabro, también conocido por su nombre hebreo menorá, se colocaba en el tabernáculo frente a la mesa de los panes de la proposición. Sus siete lámparas quemaban aceite de oliva puro para proporcionar luz al lugar santo. La luz es un símbolo de Jesucristo, quien es “la luz del mundo”. La luz de las lámparas también puede simbolizar otras fuentes de luz con las que el Señor nos ha bendecido, entre ellas el Espíritu Santo y las Escrituras. El aceite de oliva puede ser un símbolo de pureza, de la influencia del Espíritu Santo y de la sangre expiatoria de Jesucristo.

ilustración de un candelabro de oro con siete lámparas

Altar del incienso

(Éxodo 37:25–2940:26–27)

El altar del incienso se colocaba delante del velo que conducía al Lugar Santísimo. El sumo sacerdote quemaba incienso cada mañana y cada noche en ese altar. El humo del incienso representaba las oraciones de los fieles elevándose a Dios.

ilustración de un altar de incienso de oro

Velo

(Éxodo 36:3540:21; véase también Éxodo 26:31–33)

El velo separaba el lugar santo del Lugar Santísimo. Estaba hecho de lino teñido de azul, morado y escarlata, y estaba bordado con imágenes de querubines. El velo representaba la “separación entre Dios y el hombre”. Una vez al año, en el Día de la Expiación, el sumo sacerdote cruzaba el velo para entrar en el Lugar Santísimo, el cual representaba la presencia de Dios.

La epístola a los hebreos enseña que el velo simbolizaba la carne y la sangre de Jesucristo. Así como el velo del templo daba acceso al sumo sacerdote al Lugar Santísimo, es solo mediante Jesucristo y Su Expiación que podemos entrar en la presencia de Dios.

ilustración del velo en el tabernáculo delante del Lugar Santísimo

Arca del convenio

(Éxodo 37:1–940:20–21; véase también Éxodo 25:21–22)

El arca del convenio era el único objeto presente en el Lugar Santísimo. Era una caja grande hecha de madera de gran calidad recubierta de oro. La tapa, llamada propiciatorio, estaba hecha de oro y tenía dos ángeles llamados querubines en la parte superior. El propiciatorio representaba el trono de Dios. Después de que Jehová dio instrucciones a Moisés para crear el arca del convenio, Él prometió: “Allí me reuniré contigo, y hablaré contigo desde el propiciatorio”.

Las tablas que contenían la ley dada a Moisés en el monte Sinaí se colocaron dentro del arca del convenio. A lo largo de los años se agregaron otras reliquias sagradas, entre ellas una vasija con maná, la vara de Aarón y un rollo de la ley. Los israelitas contemplaban el arca con suma reverencia y recitaban oraciones antes de moverla o de colocarla en su lugar.

ilustración del arca dorada del convenio

Éxodo 35:1938:2139:27

¿En qué se diferenciaban las responsabilidades del sacerdocio de Aarón y de sus hijos de las de otros levitas?

Mientras hablaba con Moisés en el monte Sinaí, Jehová declaró que Aarón y sus hijos ministrarían y “se[rían sus] sacerdotes”. La revelación de los últimos días especifica que Aarón y sus hijos recibieron el Sacerdocio Aarónico (o Levítico). Mientras que otros varones de la tribu de Leví recibieron el Sacerdocio Aarónico, solo Aarón y sus descendientes fueron nombrados sacerdotes. Aarón fue designado, además, como el primer sumo sacerdote u oficial presidente del Sacerdocio Levítico. Los oficios mayores en el Sacerdocio Levítico que poseían Aarón y sus hijos los autorizaban a oficiar en las sagradas ordenanzas que se efectuaban en el tabernáculo.

Moisés pone las manos sobre la cabeza de Aarón

Moses Calls Aaron to the Ministry [Moisés llama a Aarón al ministerio], por Harry Anderson

Éxodo 3940:12–15

¿Por qué mandó Jehová a Moisés que lavara, ungiera y vistiera a Aarón y a sus hijos?

Las ceremonias de lavar, ungir y vestir con ropa sagrada ayudaron a preparar a Aarón y a sus hijos para oficiar en las sagradas ordenanzas del tabernáculo. El acto de lavarse simbolizaba ser limpiado espiritualmente. Cuando Moisés ungió a Aarón y a sus hijos con aceite sagrado, los apartó para llevar a cabo sus deberes especiales al servicio de Dios.

Los sacerdotes israelitas usaban cuatro vestimentas básicas: calzoncillos de lino (ropa interior), un cinto, una mitra y una túnica. Aarón y los sumos sacerdotes subsiguientes llevaban cuatro artículos adicionales: un manto, un pectoral, un efod y una diadema santa de oro sobre el gorro. Al igual que la ropa asociada con las ordenanzas del templo en nuestros días, la ropa que usaban los sacerdotes israelitas era sagrada y profundamente simbólica. Lo más significativo es que muchos aspectos de la vestimenta de los sumos sacerdotes señalaban a Jesucristo, el “gran sumo sacerdote”.

A continuación se describen las diferentes prendas de ropa del sumo sacerdote:

ilustración de las diferentes piezas de la ropa del sumo sacerdote

Efod

(Éxodo 39:2–4)

El efod era una clase de delantal con oro tejido en la tela. Tenía dos correas para los hombros, cada una de las cuales contenía una piedra de ónice inscrita con los nombres de la mitad de las tribus de Israel.

Cinto

(Éxodo 39:5)

El cinto era una faja de tela bordada que se envolvía alrededor de la cintura.

Pectoral

(Éxodo 39:8–21)

El pectoral era una pieza de tela bordada que se sujetaba sobre el efod en el pecho del sumo sacerdote. Se le llamaba “el pectoral del juicio”. Doce piedras de diferentes colores estaban fijadas en la parte delantera, cada una con el nombre de una de las tribus de Israel grabado en ella. El Urim y Tumim también se colocaba en el pectoral.

Manto

(Éxodo 39:22–26)

Hecho de una sola pieza de un tejido azul sin costuras, el manto llegaba más allá del efod hasta las rodillas. Estaba adornado en el borde con campanillas de oro y granadas de tela.

Túnica

(Éxodo 39:27)

La túnica era una prenda de lino fino que llegaba hasta las rodillas o debajo de ellas. La palabra hebrea traducida como “lino fino” indica que la túnica era blanca, un color que en las Escrituras se asocia con la pureza.

Mitra

(Éxodo 39:28)

La mitra era un gorro o bonete de lino.

Diadema santa

(Éxodo 39:30–31)

La diadema santa era una placa dorada que se colocaba sobre la frente del sumo sacerdote y se sujetaba a la mitra con encaje azul. La placa dorada tenía inscrita la frase “Santidad al Señor”.

Éxodo 40:34–38

¿Qué simbolizan la nube y el fuego sobre el tabernáculo?

Véase “Éxodo 14:19–20, 24. ¿Cuál era el propósito de la columna de nube y fuego?”.

Levítico

¿Qué es el libro de Levítico?

La palabra levítico es una forma de una palabra griega que significa “cosas pertenecientes a los levitas”. El libro contiene instrucciones para los levitas en cuanto a sus deberes del sacerdocio, tales como efectuar sacrificios de animales y otros rituales que se llevaban a cabo en el tabernáculo. Levítico también contiene las instrucciones de Jehová a todo Israel. Por medio de esas instrucciones aprendemos sobre las leyes, los rituales, las ceremonias y las fiestas que le enseñaron a Israel cómo ser limpios, santos y diferentes del mundo.

Un aspecto fundamental del libro de Levítico es el concepto de expiación: una palabra que aparece con más frecuencia en este libro que en cualquier otro libro de Escrituras. La palabra expiación la traducción de una palabra hebrea que significa “cubrir” o “limpiar”. Las prácticas de la ley de Moisés señalaban a Israel hacia el sacrificio expiatorio de Jesucristo, quien finalmente purificaría y redimiría a todos los que lo siguieran.

Levítico 1–7

¿Cuál era el propósito de los sacrificios requeridos por la ley de Moisés?

La ley de sacrificio comenzó con el mandamiento del Señor a Adán y Eva de “ofrec[er] las primicias de sus rebaños como ofrenda al Señor”. Más tarde, cuando el Señor instituyó la ley de Moisés, hubo una expansión en el número y en la variedad de las ofrendas de sacrificio. Los primeros siete capítulos de Levítico contienen instrucciones sobre los diversos sacrificios que se mandó hacer a Israel.

Al igual que los sacrificios efectuados en épocas anteriores, esas ofrendas dirigían a Israel hacia Jesucristo y Su sacrificio expiatorio. Por ejemplo, los holocaustos requerían el sacrificio de un animal macho primogénito sin defecto, y la mayoría de las ofrendas requerían el derramamiento de la sangre de un animal. Al hablar sobre esos sacrificios, el presidente Russell M. Nelson observó que Jesucristo “fue el primogénito Cordero de Dios, sin mancha. Su sacrificio ocurrió mediante el derramamiento de sangre”. Además, los holocaustos debían quemarse del todo en el altar, lo que recordaba a Israel el sacrificio completo e infinito que haría Jesucristo.

un hombre presenta a dos sacerdotes levitas un cordero para el sacrificio

Ilustración de unos israelitas llevando un cordero al tabernáculo, por Robert T. Barrett.

Además de dirigir a Israel hacia Jesucristo, la ley de sacrificio también tenía el propósito de ayudarlos a llegar a ser más santos. Los israelitas, al ofrecer “de su voluntad” a Jehová objetos valiosos que sustentan la vida, demostraban su compromiso con Dios. Por medio de sus ofrendas de sacrificio, podían recibir el perdón de los pecados, expresar gratitud a Dios y fortalecer su relación por convenio con Él.

El sacrificio de animales finalizó con la muerte de Jesucristo, cuya Expiación fue el “gran y postrer sacrificio”. El presidente M. Russell Ballard explicó: “Después del sacrificio supremo del Salvador, se hicieron dos ajustes en la práctica de esa ley. El primero es que la ordenanza de la Santa Cena reemplazó a la del sacrificio; y el segundo es que ese cambio se centrara, no en el animal de una persona, sino en la persona misma. En un sentido, el sacrificio cambió de la ofrenda al oferente”. En nuestros días, a los seguidores de Jesucristo se les manda participar de la Santa Cena en memoria del Salvador. También se nos manda “ofrece[r] como sacrificio [al Salvador] un corazón quebrantado y un espíritu contrito”.

Levítico 16

¿Qué era el Día de la Expiación?

El Día de la Expiación (Yom Kippur en hebreo) era el día santo más importante del año para el antiguo Israel. Era un día de ayuno y renovación en el que el sumo sacerdote efectuaba simbólicamente “expiación por los hijos de Israel por todos sus pecados”.

Ese día era único porque era la única ocasión en que el sumo sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo, el área más sagrada del tabernáculo. Antes de hacerlo, se vestía con lino blanco y realizaba varios sacrificios de animales a favor del pueblo. Luego entraba en el Lugar Santísimo y rociaba la sangre de los sacrificios sobre el propiciatorio del arca del convenio. Después, el sumo sacerdote ponía las manos sobre la cabeza de un macho cabrío, conocido como el macho cabrío expiatorio, y confesaba los pecados de los hijos de Israel. Ese acto transfería simbólicamente los pecados del pueblo al macho cabrío, el cual era enviado al desierto.

Los rituales del Día de la Expiación tenían un significado simbólico importante. Por ejemplo, el sumo sacerdote que llevaba la sangre del sacrificio a través del velo representaba a Jesucristo, el “gran sumo sacerdote”, quien pasó a través del velo para interceder por nosotros mediante Su Expiación. La sangre de los animales muertos que era rociada sobre el propiciatorio también puede representar la sangre de Jesucristo, cuya sangre “se derramó para la remisión de [n]uestros pecados”. Y el macho cabrío expiatorio que “llevar[ía] sobre sí todas las iniquidades [de Israel]” puede simbolizar a Jesucristo, quien llevó “nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores”, incluso “la iniquidad de todos nosotros”.

Más información

El tabernáculo

  • Un recorrido por el antiguo tabernáculo”, Liahona, marzo de 2018, págs. 26–28.

  • The Menorah”, Ensign, diciembre de 2018, págs. 36–37.

La ley de sacrificio

  • M. Russell Ballard, “La ley de sacrificio”, Liahona, marzo de 2002, págs. 10–20.

  • David Rolph Seely y Jo Ann H. Seely, “Sacrifice: In Similitude of the Savior” (artículo solo en formato digital), Liahona, septiembre de 2022, Gospel Library.

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Imágenes

personas llevando ofrendas para ayudar a Moisés a construir el tabernáculo

Ilustración de los hijos de Israel entregando ofrendas para el tabernáculo, por Corbert Gauthier.

ilustración del tabernáculo en el desierto
ilustración del tabernáculo de la antigüedad y de sus objetos
composición de un sacerdote del Antiguo Testamento ofreciendo un cordero como sacrificio y una imagen de Jesucristo en la cruz

Izquierda: Ilustración de un sacerdote del Antiguo Testamento ofreciendo sacrificio; Derecha: The Crucifixion [La Crucifixión], por Harry Anderson

dibujo de una cabra hecho a lápiz

The Scapegoat [El macho cabrío expiatorio], por Ted Henninger

Notas

  1. Éxodo 25:8. La palabra hebrea traducida como “habitar” se refiere a una residencia temporal. Es probable que el tabernáculo no se entendiera como la morada permanente de Dios, sino más bien como un lugar donde Él podía habitar mientras estaba en comunión con Su pueblo (véase Daniel L. Belnap, “‘That I May Dwell among Them’: Liminality and Ritual in the Tabernacle”, en Ascending the Mountain of the Lord: Temple, Praise, and Worship in the Old Testament, editado por David Rolph Seely y colaboradores, 2013, pág. 14.

  2. Véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Tabernáculo”, Biblioteca del Evangelio.

  3. Véase “Un recorrido por el antiguo tabernáculo”, Liahona, marzo de 2018, pág. 26. El atrio exterior, el lugar santo y el Lugar Santísimo pueden recordarnos el Reino Telestial, el Reino Terrestre y el Reino Celestial (véanse Chad H Webb, en “La preparación y la adoración en el templo”, devocional mundial para jóvenes adultos, 18 de febrero de 2024, Biblioteca del Evangelio; Aaron P. Schade y Matthew L. Bowen, The Book of Moses: from the Ancient of Days to the Latter Days, 2021, págs. 398–400).

  4. Esos sacrificios se describen en Levítico 1–7.

  5. Véase Moisés 5:5–7.

  6. Véase Bible Dictionary, “Sacrifices”. Véase también “Levítico 1:–7. ¿Cuál era el propósito de los sacrificios requeridos por la ley de Moisés?”.

  7. Véanse Éxodo 30:18–21; 40:30–32.

  8. Véase “Un recorrido por el antiguo tabernáculo”, pág. 26. Véanse también Isaías 1:1652:11; 3 Nefi 27:19–20.

  9. Véase Kenneth L. Barker y colaboradores, editores, NIV Study Bible: Fully Revised Edition, 2020, pág. 143, nota sobre Éxodo 25:30.

  10. Véase Bible Dictionary, “Shewbread”; véase también Levítico 24:8–9. Los panes probablemente representaban una comida sagrada que se ofrecía al Señor (véase Richard Neitzel Holzapfel y colaboradores, Jehovah and the World of the Old Testament: An Illustrated Reference for Latter-day Saints, 2009, pág. 106).

  11. Tremper Longman III y Mark L. Strauss, The Baker Expository Dictionary of Biblical Words, 2023, “Bread”, pág. 118.

  12. Véase Adele Berlin y Marc Zvi Brettler, editores, The Jewish Study Bible, 2.ª edición, 2014, pág. 158, nota sobre Éxodo 25:23–30.

  13. Véanse Lucas 22:19; Juan 6:35; Doctrina y Convenios 20:77.

  14. Véase Bible Dictionary, “Shewbread”.

  15. Véase Levítico 24:2–4. El número siete tiene un significado sagrado en el Antiguo Testamento y a menudo se asocia con la integridad o la perfección (véase “The Menorah”, Ensign, diciembre de 2018, pág. 37).

  16. Juan 8:12. El candelabro estaba inspirado en un almendro. En la tradición judía, la menorá a menudo se asocia con el árbol de la vida y la zarza ardiente, ambos símbolos de la presencia de Dios (véase “The Menorah”, pág. 37).

  17. Véanse “The Menorah”, pág. 37; Salmos 119:105; Doctrina y Convenios 11:13.

  18. Véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Aceite”, Biblioteca del Evangelio; D. Todd Christofferson, “Permaneced en mi amor”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 48.

  19. Véanse Salmos 141:1–2; Apocalipsis 5:88:3–4.

  20. Los querubines son figuras que representan criaturas celestiales y se describen en las Escrituras como guardianes de lugares sagrados (véase “Génesis 3:24; Moisés 4:31. ¿Qué son los querubines?”).

  21. Guía para el Estudio de las Escrituras, “Velo”, Biblioteca del Evangelio.

  22. Véase Levítico 16:2.

  23. Véase Hebreos 10:19–20.

  24. Véanse Juan 14:6; Mosíah 3:17. Cuando el Salvador fue crucificado, el velo del templo se rasgó por la mitad, lo que significa que la Expiación del Salvador había abierto el camino para que todos los fieles entraran en la presencia del Padre (véanse Mateo 27:51; Marcos 15:38; Lucas 23:45; véase también Patrick Kearon, “La intención de Dios es llevarlos a casa”, Liahona, mayo de 2024, pág. 89).

  25. Véase Éxodo 26:33–34.

  26. Los querubines son figuras que representan criaturas celestiales, como se indicó anteriormente.

  27. Véanse Números 7:89; Bible Dictionary, “Ark of the Covenant”, “Mercy Seat”. Algunos pasajes de las Escrituras se refieren al propiciatorio como el estrado de los pies de Jehová (véanse 1 Crónicas 28:2; Salmos 132:7).

  28. Éxodo 25:22. Véase también Éxodo 29:43.

  29. Véase Éxodo 25:16.

  30. Véanse Éxodo 16:33; Números 17:10; Deuteronomio 31:9; Hebreos 9:4. Véase también Holzapfel y colaboradores, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 107.

  31. Véase Números 10:35–36.

  32. Éxodo 28:3.

  33. Véanse Doctrina y Convenios 84:18, 24–27107:1–6. El Señor proporcionó el Sacerdocio Aarónico porque los israelitas no observaron la ley mayor que se administra bajo la autoridad del Sacerdocio de Melquisedec.

  34. Véase Bible Dictionary, “Aaronic Priesthood”.

  35. Aunque Aarón era el sumo sacerdote, “Moisés presidía sobre Aarón puesto que él tenía el Sacerdocio de Melquisedec” (Boyd K. Packer, “El Sacerdocio Aarónico”, Liahona, enero de 1982, pág. 56). Después de la época de Aarón, el sumo sacerdote era seleccionado de entre los descendientes primogénitos de Aarón y sus hijos (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Sumo sacerdote”, Biblioteca del Evangelio).

  36. Véase Bible Dictionary, “Aaronic Priesthood”.

  37. Véanse Salmos 51:2; Isaías 1:16.

  38. Véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Unción”, Biblioteca del Evangelio. Véase Carol Frogley Ellertson, “The Sanctifying Power of True Ritual Worship”, en The Gospel of Jesus Christ in the Old Testament, editores D. Kelly Ogden y colaboradores, 2009, pág. 101.

  39. Véase Éxodo 28:40–43.

  40. Véase Éxodo 39:1–31. Véase también Holzapfel y colaboradores, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 106.

  41. La hermana J. Anette Dennis, Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, enseñó: “Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, aquellos de nosotros que hemos elegido hacer convenios con Dios en la Casa del Señor usamos ropa ceremonial exterior sagrada durante la adoración en el templo, la cual simboliza la ropa que se vestía en los antiguos ritos del templo. También usamos el gárment del santo sacerdocio, tanto al adorar en el templo como también en nuestra vida cotidiana” (“Vestíos del Señor Jesucristo”, Liahona, mayo de 2024, pág. 11). Para aprender más acerca de la ropa sagrada relacionada con las ordenanzas del templo en nuestros días, véase “La ropa sagrada del templo”, LaIglesiadeJesucristo.org.

  42. Hebreos 4:14. Para conocer las posibles maneras en que la vestimenta de los sacerdotes y del sumo sacerdote señalan a Jesucristo, véase Alonzo L. Gaskill, “Clothed in Holy Garments: The Apparel of the Temple Oficiants of Ancient Israel”, en Ascending the Mountain of the Lord: Temple, Praise, and Worship in the Old Testament, editado por David Rolph Seely y colaboradores, 2013, págs. 85–104.

  43. Véase Gaskill, “Clothed in Holy Garments”, pág. 92.

  44. Véase Bible Dictionary, “Ephod”.

  45. Éxodo 28:15.

  46. “Cuando el sumo sacerdote oficiaba en el tabernáculo, llevaba simbólicamente a Israel sobre su pecho, representado por las piedras del pectoral, y sobre sus hombros, representado por los nombres en las dos piedras de ónice” (Holzapfel y colaboradores, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 106).

  47. Véase Éxodo 28:30. Para obtener más información sobre el Urim y Tumim, véase “Abraham 3:1. ¿Qué es el Urim y Tumim?”.

  48. Véase Gaskill, “Clothed in Holy Garments”, pág. 90.

  49. Véase Gaskill, “Clothed in Holy Garments”, págs. 87–88. Véanse Alma 5:21, 24, 27; Mormón 9:6.

  50. Berlin y Brettler, The Jewish Study Bible, pág. 193.

  51. Véanse Levítico 11:44–4519:220:2621:6 para ver ejemplos de cuando el Señor declaró que Israel debía llegar a ser santo.

  52. Longman y Strauss, The Baker Expository Dictionary, pág. 971, entrada 3722.

  53. Véanse Juan 3:16–17; 2 Nefi 11:425:24–27; Jacob 4:5; Mosíah 16:14–15.

  54. Moisés 5:5.

  55. Véase M. Russell Ballard, “La ley de sacrificio”, Liahona, marzo de 2002, pág. 15.

  56. Para aprender más acerca de esas ofrendas, véanse Bible Dictionary, “Sacrifices”; Edward J. Brandt, “The Priesthood Ordinance of Sacrifice”, Ensign, diciembre de 1973, págs. 50–51.

  57. Russell M. Nelson, “La Expiación”, Liahona, enero de 1997, pág. 38.

  58. Véanse Éxodo 29:18; Levítico 1:9; Alma 34:9–10, 12, 14.

  59. Véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Sacrificios”, Biblioteca del Evangelio.

  60. Levítico 1:3.

  61. Véase Brandt, “The Priesthood Ordinance of Sacrifice”, pág. 53.

  62. Véanse Brandt, “The Priesthood Ordinance of Sacrifice”, págs. 50–51; David Rolph Seely y Jo Ann H. Seely, “Sacrifice: In Similitude of the Savior” (artículo solo en formato digital), Liahona, septiembre de 2022, Gospel Library.

  63. Alma 34:14.

  64. M. Russell Ballard, “La ley de sacrificio”, pág. 16.

  65. 3 Nefi 9:20. El élder Neal A. Maxwell enseñó: “El verdadero sacrificio personal no ha consistido nunca en poner un animal sobre el altar, sino en la disposición de poner en el altar el animal que está dentro de nosotros y dejarlo que se consuma. Ese es el sacrificio al Señor de ‘un corazón quebrantado y un espíritu contrito’ [Doctrina y Convenios 59:8]” (“Absteneos de toda impiedad”, Liahona, julio de 1995, pág. 78).

  66. Levítico 16:34.

  67. Véase Bible Dictionary, “Fasts”.

  68. Véase Bible Dictionary, “Scapegoat”.

  69. Hebreos 4:14.

  70. Véase Hebreos 8–10. Véase también Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Antiguo Testamento 2026, pág. 121.

  71. Doctrina y Convenios 27:2.

  72. Levítico 16:22.

  73. Isaías 53:4, 6. Véase también Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Antiguo Testamento 2026, pág. 121.