“Moisés 7”, Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento, 2025
Ayudas para las Escrituras
Moisés 7
Enoc siguió predicando el arrepentimiento. El Señor protegió a Su pueblo de sus enemigos. Enoc estableció la ciudad de Sion conforme a los principios de la rectitud. Tuvo una visión de la historia de la tierra desde su época hasta el Milenio. Vio la influencia del adversario y vio a Dios llorar por el sufrimiento de Sus hijos. Enoc también previó la venida del Salvador, la restauración final del Evangelio, el recogimiento de Israel y el regreso de la ciudad de Sion a la tierra. Enoc y su ciudad fueron trasladados.
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Nota: La cita de una fuente no publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no implica que dicha cita ni su autor cuenten con el respaldo de la Iglesia ni que representen la posición oficial de esta.
Antecedentes y contexto
¿Qué sabemos sobre los hijos de Canaán y su maldición?
Se sabe poco acerca del pueblo de Canaán que vivió antes del Diluvio. A pesar de la similitud en los nombres, no hay evidencia en las Escrituras que sugiera que esas personas estén emparentadas con Caín. Tampoco hay evidencia de que estén conectadas con el pueblo justo de la “tierra de Cainán”, llamada así por el bisabuelo de Enoc. También son distintas del nieto de Noé, Canaán, y de los cananeos que se mencionan con frecuencia en el Antiguo Testamento, que llegaron después.
Enoc profetizó que los hijos de Canaán serían maldecidos con tierra estéril e infecunda, aparentemente porque destruyeron al pueblo de Shum. El registro indica que “vino un color obscuro sobre todos los hijos de Canaán” y fueron “despreciados entre toda la gente”. No está claro el significado de “color obscuro” en este versículo. Algunos han supuesto que se refiere al color oscuro de la piel, pero no hay nada en el texto que justifique esta interpretación.
¿Qué podría significar que hubiera gigantes en la tierra?
En los relatos de Enoc y Noé se menciona a los gigantes. Ambos relatos indican que estos eran enemigos de Dios y Sus profetas. En general, aunque la palabra gigante se refiere a alguien grande de estatura, la palabra hebrea traducida como “gigantes” en Génesis 6:4, nephilim, también puede significar “caídos”. No está claro si esas personas eran de gran estatura; el término puede haber sido simplemente una descripción de su estado espiritual caído.
¿Qué es Sion?
La revelación de los últimos días define a Sion como “los puros de corazón”. También se puede referir al lugar donde viven los puros de corazón. La ciudad de Enoc se llamaba “Sion” y “Ciudad de Santidad”. El Señor moró con Enoc y su pueblo por su unidad, rectitud y el cuidado que dispensaban a los pobres. Al final, la ciudad de Enoc, Sion, fue llevada al cielo, donde “Dios la llevó a su propio seno”.
En otras alusiones en las Escrituras a Sion se la identifica como la antigua ciudad de Jerusalén y la Nueva Jerusalén de los últimos días, que se edificará en el condado de Jackson, Misuri (EE. UU.). Hoy en día se aconseja a los Santos de los Últimos Días que edifiquen Sion dondequiera que vivan. Pueden hacerlo por medio de predicar el Evangelio del Salvador y al vivir los principios de unidad, piedad y caridad que ejemplificaron Enoc y su pueblo. El profeta José Smith enseñó: “Nuestro objetivo principal debe ser la edificación de Sion”.
¿Qué significa que la ciudad de Sion fue “llevada al cielo”?
Enoc y los seguidores justos de Dios fueron trasladados o llevados al cielo sin experimentar la muerte. Los seres trasladados son personas que “experimentan un cambio de manera que no padecen el dolor ni la muerte hasta el momento de su resurrección a la inmortalidad”. Los seres trasladados igualmente experimentarán la muerte cuando cambien a un estado resucitado, pero este cambio sucederá en un instante.
City of Zion Translated [La ciudad de Sion es trasladada], por Del Parson
¿Qué significa que “los de la posteridad de Caín eran negros”?
De manera similar a la descripción del “color obscuro” que sobrevino al pueblo de Canaán en Moisés 7:8, el significado de la palabra “negros” en el versículo 22 no está claro. En una descripción previa de la posteridad de Caín que se halla en el libro de Moisés, se menciona que Dios no ejerció Su ministerio con ellos porque “hacían sus obras en la obscuridad” y “no guardaron los mandamientos de Dios”.
Después de que Caín hizo un convenio impío con Satanás y mató a su hermano Abel, el Señor maldijo a Caín. La maldición de Caín consistió en que la tierra no le daría cultivos, que andaría errante como fugitivo y que sería separado de la presencia de Dios. El Señor también puso una marca indeterminada sobre Caín para evitar que otras personas buscaran vengarse de él.
No hay indicación alguna en las Escrituras de que la marca de Caín se transmitiera a su posteridad. Debemos evitar especular sobre la índole o la apariencia de la marca de Caín, o si la maldición pesaba sobre alguien más aparte de él.
Véase también “Génesis 4:7–15; Moisés 5:23–40. ¿Qué sabemos sobre la maldición y la marca puestas sobre Caín?”.
¿Qué es la prisión preparada para los inicuos?
Dios lloró al contemplar a Sus hijos que se negaron a seguirlo y que pronto perecerían en el Diluvio. Habló de una prisión que había preparado para ellos, que era una referencia a la prisión de los espíritus posterrenal. Dios le enseñó a Enoc que, por medio de la Expiación de Jesucristo, los que estuvieran en la prisión de los espíritus tendrían la oportunidad de arrepentirse.
En una revelación registrada en Doctrina y Convenios 138, el presidente Joseph F. Smith aprendió que a los espíritus encarcelados, incluidos los que perecieron en el Diluvio, se les dio la oportunidad de que espíritus justos del paraíso les enseñaran el Evangelio de Jesucristo y que recibieran las ordenanzas del Evangelio de manera vicaria. El presidente Smith testificó: “Los muertos que se arrepientan serán redimidos, mediante su obediencia a las ordenanzas de la casa de Dios, y después que hayan padecido el castigo por sus transgresiones, y sean lavados y purificados, recibirán una recompensa según sus obras, porque son herederos de salvación”.
¿Qué significa “muerto es el Cordero desde la fundación del mundo”?
La descripción de Enoc de Jesucristo como “el Cordero [muerto] desde la fundación del mundo” es un poderoso recordatorio de la naturaleza “infinit[a] y etern[a]” del sacrificio expiatorio del Salvador. En el concilio preterrenal, Jehová fue escogido para llevar a cabo el sacrificio expiatorio por los pecados del mundo. El presidente Harold B. Lee enseñó: “El hijo de Dios […] tenía poder para hacer mundos, para dirigirlos. Él vino aquí como el Hijo Unigénito para cumplir una misión, para ser el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo, para traer la salvación a todo el género humano. Al dar Su vida, Él abrió la puerta a la resurrección y enseñó el camino por el cual podemos obtener la vida eterna, lo cual significa volver a la presencia del Padre y del Hijo. Eso era lo que Jesús fue en toda Su grandiosidad”.
En el Libro de Mormón, el rey Benjamín enseñó a su pueblo, que vivió antes del ministerio terrenal del Salvador, a que “creyesen que Cristo habría de venir” para que “recibiesen la remisión de sus pecados y se regocijasen con un gozo sumamente grande, aun como si él ya hubiese venido entre ellos”. Debido a que el sacrificio expiatorio del Salvador es infinito y eterno, quienes vivieron antes de Su ministerio terrenal aún podían recibir la bendición de Su poder redentor.
¿Cómo mejora la traducción de José Smith nuestra comprensión del convenio de Dios con Enoc y Noé?
En el relato del Diluvio registrado en Génesis se describe el convenio que Dios hizo con Noé de que nunca volvería a inundar la tierra. En Génesis 9:12–17, el Señor le enseñó a Noé que el arcoíris era una señal, o un recordatorio, de ese convenio.
La traducción inspirada de la Biblia que hizo el profeta José Smith proporciona detalles adicionales sobre este convenio que no están registrados en Génesis. En Moisés 7 aprendemos que Dios hizo este convenio primero con Enoc. Además, en la traducción de José Smith de Génesis 9 se explica que el regreso de Enoc y su pueblo a la tierra en los últimos días también era parte del convenio del Señor.
La señal del arcoíris es un simbolismo significativo cuando se reflexiona sobre este aspecto adicional del convenio. Por ejemplo, un erudito sugirió que la trayectoria de un arcoíris puede recordarnos la ascensión de Sion de la tierra al cielo y su futura vuelta a la tierra. El arcoíris también puede recordarnos la conexión entre el cielo y la tierra que ocurrirá cuando la ciudad de Enoc se reúna con los santos de Dios en este planeta.
¿Qué podemos aprender sobre Jesucristo a partir de Sus títulos en este versículo?
Jesucristo es el Mesías, “el Ungido”, que fue escogido desde el principio para ser nuestro Salvador. Como Rey de Sion, Él gobernará sobre Sus santos justos en Sion durante mil años en el Milenio. Él es “la Roca del Cielo” y el fundamento seguro sobre el cual podemos edificar nuestra vida y obtener la vida eterna. Él es el único camino por el cual podemos regresar al Padre. La puerta que Él ha preparado para que entremos en la senda que conduce a la vida eterna es “el arrepentimiento y el bautismo en el agua”.
Christ’s Image [Imagen de Cristo], por Heinrich Hofmann
¿Qué se le mostró a Enoc sobre los últimos días?
Al concluir la visión de Enoc, el Señor explicó que los últimos días serían un tiempo de gran maldad y tribulación, pero también prometió: “Mas preservaré a mi pueblo”. Después, en el versículo 62, el Señor describió las formas significativas en que preservaría a Su pueblo en los últimos días:
“Justicia enviaré desde los cielos; y la verdad haré brotar de la tierra”
Con respecto a esta profecía, el presidente Ezra Taft Benson enseñó: “Hemos visto el cumplimiento maravilloso de esta profecía en esta generación. El Libro de Mormón salió de la tierra, rebosante de verdad, sirviendo como la verdadera ‘piedra clave de nuestra religión’ (véase la Introducción al Libro de Mormón). Dios también ha enviado justicia desde los cielos. El Padre mismo, junto con Su Hijo, se le apareció al profeta José Smith. El ángel Moroni, Juan el Bautista, Pedro, Santiago y muchos otros ángeles, bajo el mandato de Dios, restauraron la autoridad necesaria al reino. Además, el profeta José Smith recibió revelación tras revelación de Dios durante esos años críticos del crecimiento de la Iglesia. Estas revelaciones han sido preservadas para nosotros en el libro de Doctrina y Convenios”.
“Recoger a mis escogidos de las cuatro partes de la tierra”
El Señor prometió que la verdad y la justicia “inund[arán] la tierra como con un diluvio, a fin de recoger a mis escogidos de las cuatro partes de la tierra”.
En cuanto al recogimiento de Israel, o los elegidos de Dios, el presidente Russell M. Nelson enseñó: “Ciertamente estos son los últimos días, y el Señor está acelerando Su obra para recoger a Israel. Ese recogimiento es lo más importante que se está llevando a cabo hoy en la tierra. Nada se le compara en magnitud, nada se le compara en importancia, nada se le compara en majestad. Y si eligen hacerlo, si lo desean, pueden formar gran parte de él. Pueden formar parte de algo grandioso, algo espectacular, ¡algo majestuoso!
“Cuando hablamos del recogimiento, simplemente estamos diciendo esta verdad fundamental: cada uno de los hijos de nuestro Padre Celestial, a ambos lados del velo, merece escuchar el mensaje del Evangelio restaurado de Jesucristo. Ellos deciden por sí mismos si quieren saber más […].
“El Señor le dijo al profeta José Smith que ahora, o sea, nuestros días, es la hora undécima y la última vez que llamará a obreros a Su viña para el expreso propósito de reunir a los escogidos de los cuatro extremos de la tierra”.
“Sion, una Nueva Jerusalén”
El Señor prometió que en los últimos días establecería “una Ciudad Santa […] y se llamará Sion, una Nueva Jerusalén”. A partir de las revelaciones de los últimos días, aprendemos que esa ciudad santa se edificará sobre el continente americano y será un lugar en el que se congregarán las tribus perdidas de Israel.
En las escrituras se describe a la Nueva Jerusalén como “una tierra de paz, una ciudad de refugio, un lugar de seguridad para los santos del Más Alto Dios”. Allí se reunirán personas de todas las naciones. El Señor enseñó a Enoc que la ciudad de Sion regresaría a la tierra y que se uniría a los de la Nueva Jerusalén antes de la Segunda Venida del Salvador y de Su reinado milenario.
Más información
Establecer Sion
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D. Todd Christofferson, “A Sion venid”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 37–40.
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Gerrit W. Gong, “Establecer Sion”, Liahona, septiembre de 2021, págs. 6–9.
El amor de Dios
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Jeffrey R. Holland, “La grandiosidad de Dios”, Liahona, noviembre de 2003, págs.70–73.
La obra de los últimos días
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D. Todd Christofferson, “Prepararse para el regreso del Señor”, Liahona, mayo de 2019, págs. 81–84.
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Russell M. Nelson, “El futuro de la Iglesia: Preparar al mundo para la Segunda Venida del Salvador”, Liahona, abril de 2020, págs. 7–11.
Multimedia
Imágenes
Ilustración por Ben Simonsen
Cumorah’s Hill [El cerro Cumorah], por Jon McNaughton.