Esau Sells His Birthright to Jacob [Esaú vende su primogenitura a Jacob], por Glen S. Hopkinson
Génesis 24–33: Lección 30
Génesis 25–27
Jacob y Esaú
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¿Qué es lo que más valoras? ¿A qué renunciarías para obtenerlo? Después de una larga espera y muchas oraciones, el Señor bendijo a Isaac y a Rebeca con hijos. Tuvieron mellizos, Esaú y Jacob. Esaú, el hermano mayor, tenía derecho a las promesas de la primogenitura que se concedían al hijo primogénito. Sin embargo, él tenía otros intereses a corto plazo. Esta lección puede ayudarte a valorar las bendiciones eternas del Señor por sobre los deseos del mundo.
Estudiar las Escrituras
Debemos tomar decisiones todos los días. Algunas de ellas requieren que determinemos lo que valoramos realmente. Durante tu estudio, piensa en la manera en que lo que valoras influye en las decisiones que tomas.
En la época del Antiguo Testamento, el hijo mayor por lo general recibía la primogenitura. La heredad de la primogenitura incluía una doble porción de tierras y bienes. También incluía una mayor responsabilidad de cuidar de la madre y del resto de la familia después de la muerte del padre. Además de la herencia temporal, el padre daba una bendición de primogenitura para conferir la autoridad del sacerdocio al hijo mayor. Esta bendición establecía la posición del hijo en la familia como maestro y líder.
Debido a que Esaú había nacido primero, él habría sido el hijo primogénito. Sin embargo, el Señor le había revelado a Rebeca que Jacob sería el primogénito (Génesis 25:22–23).
Si está disponible, podrías ver el video “Jacob y Esaú” (2:06).
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Génesis 25:27–34. “Guis[ar] […] un potaje” significa hacer una sopa o guisado.
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Génesis 26:34–35. Los heteos eran cananeos que adoraban dioses falsos.
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¿Qué aprendiste acerca de las prioridades de Esaú a partir de sus decisiones?
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¿Por qué a veces puede resultarnos difícil dar prioridad a las cosas que tienen valor eterno?
A pesar de las malas decisiones de Esaú, Isaac, en su vejez, lo llamó para darle la bendición de la primogenitura. Antes de que Esaú llegara, Rebeca disfrazó a Jacob como si fuera su hermano. Isaac, que pensaba que Jacob era Esaú, bendijo a Jacob con la bendición de la primogenitura (véase Génesis 27:1–29). “Después de que Isaac se percató de que había bendecido a Jacob en lugar de a Esaú, afirmó que Jacob ‘ser[ía] bendito’ (Génesis 27:33), lo que sugiere que se había cumplido la voluntad de Dios” (Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: Antiguo Testamento 2022, pág. 39).
Revisa las siguientes opciones de estudio. Completa una o más de una.
Opción A
¿Cómo puedo dar prioridad a lo que es eterno por sobre lo que es temporal?
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó por qué a veces es difícil dar prioridad a las cosas de valor eterno:
Dadas las muchas ocupaciones de nuestra vida diaria y la conmoción del mundo contemporáneo en que vivimos, podemos distraernos de las cosas eternas que más importan, haciendo del placer, la prosperidad, la popularidad y la distinción nuestras principales prioridades. Nuestra preocupación a corto plazo con “las cosas de este mundo” y “los honores de los hombres” puede llevarnos a perder nuestra primogenitura espiritual por mucho menos que un guisado de lentejas […].
Cada uno de nosotros debemos evaluar nuestras prioridades temporales y espirituales con sinceridad y con espíritu de oración a fin de identificar las cosas de nuestra vida que pudieran impedir que recibamos las abundantes bendiciones que el Padre Celestial y el Salvador están dispuestos a conferir sobre nosotros (“Vístete de tu poder, oh Sion”, Liahona, noviembre de 2022, pág. 94).
Dedica unos minutos a evaluar tus prioridades. Para ello, haz una lista. Luego organiza tus prioridades de acuerdo con el grado de importancia eterna que tengan. Por último, piensa en lo que estás haciendo para procurar la ayuda del Señor a fin de lograr tus prioridades eternas.
Mira el video “Sin remordimientos” (5:38) para ver un ejemplo de un joven que dio prioridad a las cosas eternas. Si no puedes ver el video, pregunta a alguien que conozcas qué hace para mantenerse centrado en las prioridades eternas.
Imagina que tienes la oportunidad de hacer un video acerca de cómo centrarte en las prioridades eternas. Elabora un bosquejo de lo que dirías. O, si es posible, crea un video.
Opción B
¿Por qué desea el Padre Celestial que yo tenga bendiciones eternas?
Conocer la razón de algo puede ayudarnos a estar más motivados para tratar de lograrlo. Esaú intercambió bendiciones espirituales por otras cosas. Es posible que no reconociera plenamente el gran valor de esas bendiciones.
Cuando las cosas de este mundo son atractivas, el recordar lo que el Padre Celestial quiere darte puede ayudarte a escoger las cosas eternas.
Lee por lo menos dos de los recursos siguientes para ver lo que Dios desea darte a medida que escojas cosas eternas en lugar de lo que es mundano. Si lo deseas, etiqueta esos pasajes como “bendiciones de la eternidad”.
El élder Matthew L. Carpenter, de los Setenta, explicó algunas de las bendiciones de la eternidad:
¿Cuáles son las bendiciones de la exaltación? Incluyen el morar en la presencia de Dios por toda la eternidad juntos como esposo y esposa, heredando “tronos, reinos, principados, potestades y dominios, […] y [una] continuación de las simientes por siempre jamás” [Doctrina y Convenios 132:19], y recibir todo lo que el Padre tiene (“El fruto que permanece”, Liahona, mayo de 2024, pág. 62).
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Objetivo de la lección: Ayudarte a valorar las bendiciones eternas del Señor por sobre los deseos del mundo.
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El bosquejo del video o el video que creaste.
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El poema que creaste o cómo respondiste al tema en la Opción B.
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Algo específico que hiciste para lograr el objetivo de esta lección.
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Algunas preguntas que tengas de esta lección. ¿Cómo intentarás encontrar las respuestas a tus preguntas?