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Lección 4: Jehová creó la Tierra


Lección 4

Jehová creó la Tierra

Introducción

“El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles” declara: “Bajo la dirección de Su Padre, [Jesucristo] fue el Creador de la tierra. ‘Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho’ (Juan 1:3)” (Liahona, abril de 2000, pág. 2). A medida que los alumnos lleguen a comprender los propósitos eternos de la creación de la Tierra, podrán vivir con una mayor determinación de cumplir la medida de su propia creación.

Lectura preparatoria

  • Russell M. Nelson, “La Creación”, Liahona, julio de 2000, págs. 102–105.

  • Si está disponible en su idioma, considere leer Neal A. Maxwell, “El cosmos de nuestro Creador”, en selección de artículos del sitio web del Centro para los Estudios de Religión, Universidad Brigham Young, 2002.

Sugerencias para la enseñanza

Génesis 1:1; Juan 1:1–3; Hebreos 1:1–2; Jacob 4:9; Doctrina y Convenios 38:1–3; 76:22–24; 104:14–17; Moisés 1:30–33; 2:1

Jehová creó la Tierra

Muestre algún objeto que alguien haya hecho para usted (como algún regalo). Comparta con la clase el aprecio que le tiene al objeto y a la persona que lo hizo. Luego pregunte:

  • ¿En qué ocasión ha confeccionado alguien algo para ustedes? ¿Qué sienten por la persona que lo hizo?

Invite a los alumnos a comparar y contrastar Génesis 1:1; Juan 1:1–3; Efesios 3:9; Hebreos 1:1–2 y Moisés 2:1. Pida a los alumnos que hagan una lista en la pizarra de las similitudes y las diferencias que hayan notado entre esos pasajes. (Nota: A medida que los alumnos aprendan a comparar y contrastar pasajes de las Escrituras, las doctrinas y los principios se entenderán con mayor claridad). Después pregunte:

  • Según esos pasajes de las Escrituras, ¿quién creó la Tierra? (Haga hincapié en que Jehová creó la Tierra bajo la dirección del Padre, o como enseñó el élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Toda la Creación fue planeada por [el Padre Celestial]” (“La Creación”, Liahona, julio de 2000, pág. 102).

Conceda a los alumnos tiempo para leer y comparar en silencio Doctrina y Convenios 76:22–24; 104:14–17 y Moisés 1:30–33, a fin de que encuentren qué otras cosas creó Jehová. Si es necesario, señale que Él creó incontables mundos y que “la tierra está llena, y hay suficiente y de sobra” (D. y C. 104:17). A fin de ayudar a los alumnos a analizar esa frase, pregunte:

  • ¿Qué sugiere esa frase acerca del conocimiento que el Salvador tuvo que haber tenido cuando creó la Tierra? (Debía saber cuántas personas vivirían en la Tierra y cuáles serían sus necesidades a lo largo de los diferentes períodos de la historia).

Explique a los alumnos que una cosa es saber quién creó la Tierra y otra muy diferente es saber mediante qué poder fue creada. Invite a los alumnos a comparar y correlacionar Mormón 9:16–17; Doctrina y Convenios 38:1–3 y Jacob 4:9, y a determinar cómo se creó la Tierra. Invite a algunos alumnos a que expliquen en sus propias palabras lo que significan esos pasajes. Luego muestre la siguiente cita:

“Jesucristo creó este mundo y todo lo que hay en él; también creó muchos mundos más, y lo hizo por medio del poder del sacerdocio, bajo la dirección de nuestro Padre Celestial” (Principios del Evangelio, 2009, pág. 23).

Haga hincapié en que, en realidad, las Escrituras brindan pocos detalles acerca de cómo se creó la Tierra, pero se nos promete que dichos detalles un día serán revelados (véase D. y C. 101:32–34). Las Escrituras enseñan mucho más acerca del propósito de la Creación.

Analicen las siguientes preguntas como clase:

  • Al observar el mundo que los rodea, ¿qué les enseñan las creaciones de Dios acerca del Salvador, Su sacerdocio y Su importancia en el mundo preterrenal?

  • ¿De qué manera el comprender esas verdades influye en sus sentimientos hacia Jesucristo y en su testimonio de Él?

  • ¿De qué manera el entender esas verdades influye en lo que sienten por la Tierra?

Antes de continuar, recalque a los alumnos que si bien el Salvador creó la Tierra, el Padre Celestial es el Padre de nuestros espíritus y creó los cuerpos físicos de Adán y Eva.

1 Nefi 17:36; 2 Nefi 2:23–25; Doctrina y Convenios 49:16–17; Moisés 1:27–33, 39

El propósito de la creación de la Tierra

Agrupe a los alumnos de dos en dos y pídales que busquen Moisés 1:27–33, 39; 1 Nefi 17:36 y Doctrina y Convenios 49:16–17. Tal vez quiera pedirles que marquen palabras y frases de esos pasajes que los ayuden a obtener una respuesta a esta pregunta: “¿Cómo le explicarían a un amigo por qué se creó la Tierra?”. Invite a algunos grupos a compartir sus respuestas con el resto de la clase. Los alumnos deben comprender que Jehová creó la Tierra para proveer un lugar en el que los hijos de Dios pudieran vivir y progresar hacia la vida eterna. Pregunte:

Invite a los alumnos a leer 2 Nefi 2:18–25 en silencio, y luego pregunte:

  • ¿Por qué las condiciones del Jardín de Edén hubieran evitado que Adán y Eva progresaran en el plan de salvación del Padre Celestial?

  • ¿De qué manera la caída de Adán y Eva ayudó a la Tierra a cumplir el propósito de su creación? (Permitió que Adán y Eva tuvieran hijos).

  • ¿De qué manera las consecuencias de la Caída, descritas en el versículo 23, nos ayudan a progresar en el plan del Padre Celestial?

Dé a cada alumno una copia de las siguientes declaraciones del élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Quórum de los Doce Apóstoles, y de la hermana Julie B. Beck, ex Presidenta General de la Sociedad de Socorro. Conceda suficiente tiempo a los alumnos para leer esas declaraciones y para meditar acerca de la función de la Creación en el plan de Dios para la salvación de Sus hijos.

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Élder Bruce R. McConkie

“…tan seguramente como la salvación llega a causa de la Expiación, así también la salvación llega a causa de la Caída…

“Recuerden también que la Caída fue posible porque un Creador infinito… formó la tierra, al hombre y todas las cosas vivientes de tal manera que pudieran caer… Todas las cosas fueron creadas de tal manera que pudiesen caer o cambiar, y así se introdujo el tipo de existencia necesario para poner en operación todos los términos y las condiciones del plan eterno de salvación del Padre.

La primera creación física de todas las cosas era de una naturaleza paradisíaca. En la primigenia época del Jardín de Edén, toda forma de vida existía en un estado más sublime y diferente del que actualmente prevalece. La Caída que se verificaría las llevaría a un nivel menor y uno en que podrían progresar. La muerte y la procreación aún no se habían introducido al mundo” (véase Bruce R. McConkie, “Cristo y la Creación”, Liahona, septiembre de 1983, pág. 24).

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Julie B. Beck

© Busath.com

“En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenemos una teología de la familia que se basa en la Creación, la Caída y la Expiación. La Creación de la Tierra proporcionó un lugar en donde las familias pudieran vivir. Dios creó a un hombre y a una mujer, que eran las dos mitades imprescindibles de una familia. Fue parte del plan de nuestro Padre Celestial que Adán y Eva se sellaran y formaran una familia eterna.

“La Caída proporcionó un camino para que la familia creciera. Adán y Eva eran líderes de familia que escogieron tener una experiencia mortal. La Caída les posibilitó tener hijos e hijas.

“La Expiación permite que las familias se sellen por la eternidad; permite que las familias tengan crecimiento eterno y logren la perfección. El plan de felicidad, llamado también el Plan de Salvación, fue un plan creado para las familias. La nueva generación tiene que comprender que los pilares principales de nuestra teología se centran en la familia” (Julie B. Beck, “Enseñar la doctrina de la familia”, Liahona, marzo de 2011, pág. 32).

  • ¿De qué manera esas declaraciones les ayudan a comprender el papel fundamental de la Creación en el plan general de Dios para la salvación de Sus hijos?

  • ¿Por qué es importante entender que la Tierra se creó para ayudar a exaltar personas y familias? (A medida que los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: Al llegar a comprender el propósito de la creación de la Tierra, podremos desarrollar un mayor deseo de cumplir el propósito de nuestra creación).

Explique a los alumnos que el poder sellador del sacerdocio hace posible que esposo y esposa, y padres e hijos, estén juntos después de la muerte. Sin el poder sellador que fue restaurado por Elías el Profeta, los hijos de Dios no podrían recibir todas las bendiciones de la exaltación y ese propósito de la creación de la Tierra no se habría cumplido, o como se enseña en Doctrina y Convenios, “la tierra sería totalmente asolada” (D. y C. 2:3; véase también Malaquías 4:6).

Para terminar la lección, comparta su testimonio de estas importantes verdades: (1) Jehová creó la Tierra bajo la dirección del Padre; (2) creó la Tierra para proveer un lugar en el que los hijos de Dios pudieran vivir y progresar hacia la vida eterna; y (3) al llegar a comprender el propósito de la creación de la Tierra, podemos desarrollar un mayor deseo de cumplir el propósito de nuestra creación.

Inste a los alumnos a meditar sobre lo que pueden hacer para expresar su gratitud por las creaciones de Jesucristo. Aliente a los alumnos a seguir las impresiones del Espíritu que sintieron durante la lección.

Material de lectura para el alumno