Instituto
Jesucristo y el Evangelio sempiterno (Religión 250)


Jesucristo y el Evangelio sempiterno (Religión 250)

Imagen
Jesucristo

Preguntas

  1. ¿Qué puedo aprender del Salvador sobre obedecer la voluntad del Padre Celestial?

    La respuesta debe incluir:

    • Enseñanzas o ejemplos del ministerio eterno del Salvador que ilustren Su obediencia al Padre Celestial.

    • El modo en que la obediencia de Jesús al Padre Celestial se compara con tu actitud como discípulo.

    • Por qué el ejemplo de obediencia del Salvador es importante para ti y cómo Él puede ayudarte a dar los pasos necesarios para fortalecer tu discipulado.

    • La forma en que el ejemplo de obediencia del Salvador te ayuda a obedecer la voluntad del Padre Celestial.

  2. ¿Por qué necesito al Salvador?

    La respuesta debe incluir:

    • Los principales obstáculos que debemos vencer debido a nuestro estado caído.

    • La manera en que las diversas funciones del Salvador durante Su ministerio eterno ayudan a los hijos del Padre Celestial a superar esos obstáculos.

    • Lo que debemos hacer para recibir y reclamar la ayuda del Salvador.

    • Al menos una forma en que hayas sentido la ayuda divina del Salvador en tu vida para superar dificultades u obstáculos.

  3. ¿Qué he aprendido en este curso sobre Jesucristo y el Evangelio sempiterno que haya bendecido mi vida?

    Puedes desarrollar tu respuesta en base a respuestas anteriores, conectar ideas de ellas, o escribir sobre un tema nuevo.

    • En una o dos frases, escribe la doctrina que hayas aprendido.

    • Explica la doctrina mediante ejemplos de las Escrituras o las palabras de los profetas.

    • Comparte cómo las enseñanzas, el ejemplo y la expiación del Salvador han bendecido tu vida.

    • Escribe tu testimonio de lo que has aprendido sobre Jesucristo y el Evangelio sempiterno.

Puntos clave de doctrina

La siguiente información se ha compendiado por medio de los puntos clave de las lecciones del curso. Los números entre paréntesis después de las citas indican el número de la lección del manual Jesucristo y el Evangelio sempiterno: Manual para el maestro, 2015, donde se halla la declaración. Compara tu respuesta con la siguiente información. Si hay algún punto clave de doctrina de esta revisión que no hayas incluido en tu respuesta, considera la posibilidad de corregirla antes de entregarla. No es necesario que copies esta información palabra por palabra en tu respuesta, solo asegúrate de comprender las doctrinas y transmite ese entendimiento. Ya que la pregunta 3 requiere una respuesta de tipo más personal, no hay puntos clave para esa pregunta.

  1. ¿Qué puedo aprender del Salvador sobre obedecer la voluntad del Padre?

    Enseñanzas o ejemplos del ministerio del Salvador que ilustren Su obediencia al Padre Celestial:

    • “Jehová fue escogido desde el principio. Una de las razones por las que Jehová fue escogido es que procuró hacer la voluntad del Padre y darle toda la gloria a Él” (2).

    • “Aun cuando fue sin pecado, [Jesucristo] fue bautizado para cumplir toda justicia” (8); “El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, Liahona, abril de 2000, pág. 2).

    • “El Plan de Salvación requería que Jesús fuera completamente obediente a fin de que pudiera llevar a cabo la Expiación” (9).

    • “Nada hago por mí mismo, sino… como el Padre me enseñó… porque yo hago siempre lo que a él le agrada” (véaseJuan 8:28–29).

    El modo en que la obediencia de Jesús al Padre se compara con tu actitud como discípulo:

    • “Al igual que el Salvador, cumplimos toda justicia cuando nos sometemos a las ordenanzas y los convenios del Evangelio sempiterno” (8).

    • “Ser discípulo de Jesucristo requiere obediencia y sacrificio… El discipulado requiere nuestra constante disposición a abandonarlo todo y seguir a Jesucristo” (10).

    • “… podemos recibir fortaleza para vencer la tentación y para ser obedientes cuando seguimos el ejemplo de Jesucristo y procuramos hacer la voluntad del Padre en vez de la nuestra” (9).

  2. ¿Por qué necesito al Salvador?

    Los principales obstáculos que debemos vencer debido a nuestro estado caído:

    • “Todos experimentamos la muerte espiritual, o sea, la separación de la presencia de Dios; y todos estamos sujetos a la muerte temporal, que es la muerte del cuerpo físico (véase Alma 42:6–9; D. y C. 29:41–42)” (véaseLeales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 82).

    • “En nuestro estado caído, estamos sujetos a la oposición y a la tentación. Cuando cedemos a la tentación, nos distanciamos de Dios y quedamos destituidos de Su gloria (véase Romanos 3:23)” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, pág. 82).

    La manera en que las diversas funciones del Salvador durante Su ministerio eterno ayudan a los hijos del Padre Celestial a superar esos obstáculos:

    • “Jehová creó la tierra para proveer un lugar en el que los hijos de Dios pudieran vivir y progresar hacia la vida eterna” (4).

    • “Como el Hijo Unigénito de Dios en la carne, Jesucristo pudo realizar el sacrificio expiatorio, el cual requirió que Él padeciera más de lo que una persona mortal podría soportar, para así cumplir Su función en el plan del Padre” (7).

    • “… gracias a la expiación de Jesucristo, podemos recibir consuelo y fortaleza por medio del Espíritu Santo para superar ‘dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases’ (Alma 7:11)” (16).

    • “Gracias a la expiación y a la resurrección de Jesucristo, todos los que nacen en este mundo resucitarán” y serán llevados de vuelta a la presencia de Dios para ser juzgados (19).

    • “Cuando se encontraba en el mundo de los espíritus, Jesús organizó la obra de salvación para los muertos” (18).

    • “Jesucristo es nuestro Abogado… ante el Padre” (24).

    • “El Salvador nos juzgará por nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestras obras, así como por los deseos de nuestro corazón” (26).

    Lo que debemos hacer para recibir y reclamar la ayuda del Salvador:

    • “Podemos vencer a Satanás al confiar en Jesucristo, quien llevó a cabo la Expiación, y al compartir nuestro testimonio y ser leales a Él” (3).

    • “… al tomar la decisión de colocar al Salvador en el centro de nuestra vida mientras estamos aquí en la tierra, recibiremos mayores bendiciones en la eternidad” (2).

    • “… si tomamos la Santa Cena con espíritu de oración y arrepentimiento, podemos recibir la remisión de nuestros pecados, tal como sucedió cuando fuimos bautizados” (15).

    • “Al aceptar a Jesucristo y al hacer y guardar convenios de obedecer los mandamientos de Dios, somos engendrados hijos e hijas de Cristo” (24).