Adicción
Sanación mediante el Salvador — Programa para recuperarse de las adicciones: Apoyo en la recuperación


“Sanación mediante el Salvador — Programa para recuperarse de las adicciones: Apoyo en la recuperación”, Programa para recuperarse de las adicciones: Apoyo en la recuperación (2023)

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hombres abrazándose

Sanación mediante el Salvador

Apoyo en la recuperación

Programa para recuperarse de las adicciones

La importancia de encontrar apoyo

El apoyo de otras personas es importante como ayuda para nuestra recuperación y sanación. Contar con alguien a quien podamos recurrir en momentos de debilidad suele resultar imprescindible. La negación y el aislamiento son características distintivas de los comportamientos compulsivos y adictivos. Es fácil recaer en este tipo de comportamientos sin el apoyo y la perspectiva de otras personas. Es importante que obtengamos apoyo lo antes posible en nuestro proceso de recuperación.

Relacionarnos con otras personas no solo nos proporciona el ánimo que podríamos necesitar, sino que también nos ayuda a recordar que somos dignos de recibir amor como hijos de Dios. A medida que buscamos el apoyo de otras personas, recibimos bendiciones, y aquellos que nos brindan apoyo también las reciben. Conforme usamos los 12 pasos y buscamos el apoyo de otras personas, nos podemos beneficiar de las siguientes fuentes de apoyo:

  1. El Padre Celestial, Jesucristo y el Espíritu Santo. El Padre Celestial, Jesucristo y el Espíritu Santo son nuestras fuentes de apoyo más importantes. El cambio es posible por medio de Jesucristo y Su Expiación. En el Libro de Mormón, el profeta Alma enseña que Cristo “tomará sobre sí […] sus debilidades […], para que sus entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos” (Alma 7:12). Nos sentiremos socorridos y nutridos cuando acudamos humildemente a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo. Es importante no ignorar la ayuda del Salvador por medio de la Expiación. Él nos ha enseñado: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida” (Juan 14:6). El Espíritu Santo puede darnos consuelo, paz y fortaleza espiritual para seguir adelante.

  2. Familiares. Los familiares pueden ser una fuente de apoyo al ofrecer amor y aceptación. Ellos pueden aumentar su capacidad de apoyo al aplicar los principios del Evangelio que se enseñan en la Guía de apoyo: Ayuda para el cónyuge y los familiares de las personas en proceso de recuperación (ChurchofJesusChrist.org). Aunque no todos los familiares están en una situación emocional propicia para brindar consuelo, los que sí pueden hacerlo a menudo son las fuentes más poderosas de apoyo.

  3. Amigos. Los amigos nos pueden proporcionar amor y apoyo cuando hablamos con ellos sobre nuestras dificultades, ya sea que compartamos con ellos los detalles o no. Cuando los amigos tienen el valor de hacernos ver comportamientos que debemos cambiar o cuando nos animan a buscar ayuda, podemos avanzar en nuestro progreso hacia la recuperación. Cuando nuestros amigos nos dan amor y apoyo, podemos recordar nuestro valor personal.

  4. Líderes eclesiásticos. Los líderes eclesiásticos pueden proporcionar un apoyo fundamental durante el proceso de cambio. Estos líderes pueden ayudarnos a sentir el amor del Salvador y desempeñan un papel esencial para ayudarnos a arrepentirnos y llegar a estar espiritualmente limpios de comportamientos adictivos y compulsivos.

  5. Padrinos. Un padrino es alguien que ha logrado recuperarse trabajando en los 12 pasos; y debido a su experiencia, sabe cómo ayudarnos a ponerlos en práctica y aplicarlos. Suele ser capaz de reconocer la falta de honestidad y entender otras dificultades, incluso cuando quizás nosotros no estemos al tanto de ellas. Los padrinos están dispuestos a ayudarnos a poner “nuestra vida en perspectiva y a evitar el exagerar o minimizar nuestra responsabilidad” (Programa para recuperarse de las adicciones: Guía para la recuperación y curación de adicciones, 2005, pág. 29).

  6. Reuniones de recuperación. Las reuniones de apoyo son lugares seguros en los que podemos encontrar aceptación, amor y apoyo. En estas reuniones compartimos nuestra experiencia, así como nuestra fe y la esperanza de recuperarnos por medio del Salvador Jesucristo y de aplicar los 12 pasos en nuestra vida. El compartir nuestras experiencias puede ayudarnos en nuestros esfuerzos por realizar los cambios necesarios y encontrar esperanza en que la recuperación y la sanación son posibles.

  7. Profesionales de la salud mental y médicos. Los profesionales a menudo pueden proporcionar una visión y destrezas únicas que necesitamos para recuperarnos y curarnos de los comportamientos compulsivos y adictivos. Si todavía estamos lidiando con comportamientos compulsivos y adictivos, incluso al participar en el Programa para recuperarse de las adicciones, debemos considerar la posibilidad de buscar ayuda de profesionales de la salud mental o médicos. Al buscar ayuda profesional, los miembros de la Iglesia deben elegir a alguien que apoye los principios del Evangelio.

Elección de personas que le presten apoyo

En el programa de la Iglesia para recuperarse de las adicciones no se le asigna un padrino o un sistema de apoyo específico. La decisión de cuándo y a quién pedirle ayuda es personal. Considere con espíritu de oración con quiénes de los que tiene alrededor se siente más cómodo para pedirles ayuda o quiénes le podrían prestar una mayor ayuda. Por lo general, cuantas más personas de apoyo tenga, más posibilidades tendrá de recuperarse. Una vez que haya elegido a quienes querría tener en su sistema de apoyo, pedirles ayuda puede ser una experiencia que requiere humildad y valor. Sin embargo, al hacerlo, le sorprenderá la cantidad de amor y aceptación que sentirá. Cuanta más conexión tenga con otras personas, más oportunidades tendrá de recibir amor.

Cuando elija a personas para que lo ayuden, tenga en cuenta que deben ser totalmente dignas de su confianza. Algunas de las personas que pueden ser más eficaces para apoyarlo son aquellas con las que ya tiene una conexión (por ejemplo, padres, cónyuge, familiares o líderes de la Iglesia), quieren ayudarlo a tener éxito, son plenamente activas en la Iglesia y entienden o tienen el deseo de entender la naturaleza exacta del desafío al que usted se enfrenta. Alguien que haya superado sus propios desafíos generalmente muestra más empatía por los de otras personas. Quienes tienen desafíos parecidos suelen tener una mayor capacidad para sentir empatía por las dificultades que tenemos.

Al comenzar el proceso de cambio, tal vez se sienta física, emocional y espiritualmente vulnerable. Tenga cuidado de no desarrollar una relación inapropiada con las personas que lo apoyan.