2023
Santos en la comunidad
Enero de 2023


Voces de los Santos

Santos en la comunidad

¿Qué significa ser un discípulo de nuestro Señor Jesucristo?

Un discípulo es alguien que ha sido bautizado y está dispuesto a tomar sobre sí el nombre del Salvador y seguirle. Un discípulo aspira a llegar a ser como Él, guardando Sus mandamientos en la vida terrenal, tal como un aprendiz procura llegar a ser como su maestro1.

Diego y Yésica Román están casados desde hace 12 años y tienen tres hermosos hijos: Nicolás, Lorenzo y Emiliano. Son miembros de la Iglesia y asisten al barrio Lanús II, Estaca Avellaneda, Buenos Aires, Argentina. Ambos son oficiales de policía al servicio de su comunidad.

¿Cómo se conocieron?

Yésica: Siempre fui una miembro activa con una asistencia de los domingos casi perfecta. Pero al recibirme de policía comencé a trabajar los domingos. En ese entonces era soltera y empecé a alejarme de mis obligaciones, como los llamamientos en la Iglesia, pero nunca dejé de cumplir con los principios y las normas aprendidas. Cada domingo libre que tenía lo aprovechaba para asistir a la capilla.

En mi carrera como policía tuve muchas pruebas y dificultades, pero en todo momento recordé las promesas de mi bendición patriarcal, que me dieron la certeza de que el Señor siempre me ayudaría a salir airosa de las situaciones difíciles. Esto me ayuda a no tener miedo a enfrentar al mundo y sus tentaciones.

En medio de toda esta situación, conocí a un joven muy apuesto y bueno que pertenecía a la fuerza en la que me encontraba sirviendo. Él no era miembro de la Iglesia, pero tenía atributos muy parecidos a los míos y su comportamiento me llamaba la atención. Oré por él y en poco tiempo el Señor me mostró que él sería mi esposo. Aún dentro del trabajo tan especial y complicado, el Señor me señalaba a este joven. Al poco tiempo de conocernos, le compartí mi testimonio y él oró al respecto.

Diego se bautizó el 14 de noviembre de 2009 y fue obteniendo las herramientas para recibir un testimonio personal. Un año después de su bautismo nos casamos.

Actualmente, soy segunda consejera de la Primaria, y tengo la bendición de enseñar y aprender junto a mis tres hijos. Y aún sigo siendo policía, llevo quince años de antigüedad.

No es nada fácil ser madre, esposa y policía, pero con ayuda del Señor siempre tengo tiempo para sus ordenanzas y llamamientos. Dejo mi testimonio de que el cumplimiento de las normas del Evangelio nos acerca más al Padre Celestial y a Jesucristo, y nuestras cargas son más ligeras. En el nombre sagrado de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¿Podrías contar alguna experiencia donde el Evangelio te haya ayudado en tu profesión?

Diego: Voy a contar una breve experiencia en la que me reuní con vecinos y comerciantes de la jurisdicción de la cual estoy a cargo para hablar sobre problemáticas de seguridad. Luego de una extensa y exitosa conversación con ellos, dos de los presentes antes de retirarse me preguntaron si yo era miembro de la Iglesia de Jesucristo, a lo que les respondí que sí. Ellos también lo eran y habían notado que en mi despacho tengo un cuadro del Señor resucitado y de inmediato reconocieron la lámina. Me expresaron que al enterarse de que yo era miembro de la Iglesia, por primera vez sentían que podían creer en la institución policial y confiar en que se cumpliría todo lo planeado en la reunión. En esa ocasión, me sentí sumamente feliz de ser miembro de la Iglesia verdadera.

Dejo mi testimonio de que, si cumplimos con las cosas que el Señor nos manda, seremos más felices y trabajaremos más tranquilos en esta labor tan especial y dificultosa. En el sagrado nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Referencia

  1. Véase “Llegar a ser un discípulo de nuestro Señor Jesucristo”, Liahona, mayo de 2017, pág. 46.