2021
Jane halló regocijo a lo largo del trayecto
Abril de 2021


Las mujeres de los primeros días de la Restauración

Jane halló regocijo a lo largo del trayecto

¿Somos como Jane Manning James, decididos a completar nuestro trayecto con fe?

Imagen
illustration of Jane Manning James

Ilustración por Toni Oka.

Jane Manning James estaba cansada de caminar, pero se rehusaba a detenerse.

Su hijo mayor, Sylvester, era lo suficientemente grande para caminar junto al carro tirado por animales. Sin embargo, al bebé Silas, que había nacido a lo largo del camino, aún había que llevarlo en brazos. Era el año 1847 y la familia James pronto estaría entre los primeros pioneros que llegarían al valle del Gran Lago Salado.

Para Jane, los viajes largos no eran desconocidos.

Cuatro años atrás, ella y su familia habían dejado su hogar en una ciudad del este para unirse a los santos en Nauvoo, en el borde de la frontera del oeste. El recorrido solo habría tomado unos días por río, pero debido a que en ese entonces muchas personas de raza negra eran esclavas en Estados Unidos, la familia de Jane a menudo tenía que mostrar documentos para probar que eran libres. Además, en algunos lugares había leyes estrictas que impedían que las personas de color se desplazaran dentro de la región, incluso se les llegaba a cobrar hasta 500 dólares por el pasaje de cada persona.

Quizá debido a ese precio exorbitante o tal vez a causa de otros prejuicios, la tripulación de la embarcación fluvial se rehusó a llevar a Jane y a sus familiares. Sin desanimarse, la familia dejó atrás muchas de sus posesiones y siguieron el camino a pie con lo que podían llevar consigo.

La familia de Jane caminó más de 1287 kilómetros (800 millas). Caminaron durante días de humedad y noches sumamente oscuras. En una ocasión, caminaron con dificultad a través de un bosque y durmieron bajo el cielo abierto. Cuando despertaron, sus ropas estaban blancas por la escarcha.

“Caminamos hasta que nuestros zapatos se desgastaron totalmente y nos salieron llagas en los pies, que se abrieron y sangraron”, recordó Jane. “… Le pedimos a Dios, nuestro Padre Eterno, que nos sanara los pies, y nuestras oraciones fueron contestadas”1.

Mientras soportaba el pesado viaje, Jane cantaba himnos de alabanza a Dios con sus padres y hermanos. Finalmente, después de casi tres meses de caminar, llegaron a Nauvoo. Años más tarde, cuando los santos fieles emprendieron el viaje para atravesar las praderas, Jane estuvo entre los primeros pioneros que comenzaron el recorrido a pie.

Nota

  1. “The Autobiography of Jane Manning James”, history.ChurchofJesusChrist.org/article/jane-manning-james-life-sketch.